Reconocible por su careta inexpresiva, parco en palabras y caracterizado por un despliegue de esfuerzos tan impresionante como frío y poco aparatoso, Jérémy Mathieu tiene algo de androide sobre el terreno de juego. Su juego, cuánto menos, así lo atestigua. Futbolista marcado por comportamientos recurrentes, el francés se sumerge poco en la interpretación de la jugada y prefiere acudir a un ramillete de acciones mecanizadas que se apoyan en algunas condiciones notables. Antaño un lateral zurdo de gran peso ofensivo, hoy un central de gesto estoico y corte agresivo, su llegada al FC Barcelona aporta cualidades concretas y adecuadas a una zaga muy necesitada.
No deja de ser curioso que el largo y tormentoso culebrón del nuevo central azulgrana llegara a su desenlace en forma de lateral reconvertido. La opción entraña riesgos pero también admite matices relevantes. El más importante, que Jérémy Mathieu ya es central. A su manera, con virtudes y defectos peculiares y rastreables, en gran medida, en la falta de un aprendizaje más ortodoxo, pero asentado en una posición que siente como propia y que ha tenido oportunidad de explorar a lo largo de muchos meses de competición. Al francés le gusta ser central y su juego en el eje de la zaga se desarrolla con confianza y mucha personalidad.
No se crió como especialista, pero Jérémy Mathieu ya acumula bastante rodaje como central.
Y su juego con balón es buena muestra de ello. Muy lejos de ser un especialista en la materia, Jérémy Mathieu tiene recursos y una actitud proactiva a la hora de colaborar en la salida de su equipo. Del francés destaca su marcado gusto por el balón raso y que no está en su instinto acudir al balón largo pese su sensibilidad en este tipo de envíos. Desde atrás alterna el toque sencillo con el pase filtrado entre las piernas rivales, una opción arriesgada que avala con un golpeo muy tenso. Sus balones no se quedan cortos y si el pasillo es grande la conducción también es una buena opción. En ambos casos Jérémy Mathieu luce una técnica aseada que puede quedarse corta si no mide bien los riesgos de cada acción, la mayor sombra del futbolista en este y otros aspectos de su juego. Tan experimentada a la hora de buscarle las cosquillas al primer pase barcelonista, la Liga definirá semana tras semana hasta qué punto el nuevo central azulgrana tiene capacidad para generar ventajas en el marco de una salida de balón comprometida.
En principio, el sistema azulgrana le reclamará cierta cuota de protagonismo en esta faceta. El equipo de Luís Enrique está trabajando una salida de tres que abre a los centrales para acoger el paso atrás del mediocentro. Futbolista poco adecuado para encabezar la salida de balón en este contexto, Sergio Busquets se auxilia en los centrales para buscar una progresión más exterior y es ahí donde Jérémy Mathieu se encuentra más a gusto en estos menesteres. Poco habituado a ciertas particularidades del carril central, al francés le cuesta ofrecer buenas líneas de pase a sus compañeros pero una posición escorada facilita su recepción al tiempo que le sitúa en un espacio que conoce bien como lateral.
Su aportación con balón será coherente con el juego azulgrana, tienes recursos técnicos interesantes.
Pero el FC Barcelona espera más de Jérémy Mathieu en defensa que en ataque. El equipo azulgrana lleva varios años acarreando grandes carencias defensivas a nivel de conceptos, talento y efectivos que han lastrado sobremanera el techo competitivo de un equipo al que ya no le bastaba acudir a su viejo libreto ofensivo para imponerse en las fechas más señaladas. El central francés es la gran apuesta de Luís Enrique para dotar de mayor solidez a un proyecto que nunca defendió como los demás.
Y Jérémy Mathieu tampoco lo hace. Zaguero de posicionamiento muy agresivo, afín en estos términos al modelo azulgrana, ya en el Valencia era usual observarle un paso por delante del resto de la línea defensiva. El juego del FC Barcelona, tan proclive a la presión inmediata tras perder el balón, favorecerá su ímpetu y en estas el francés no discrimina: Sale a por todas y es fácil de incitar exponiendo el balón aun muy lejos de su posición. Como emulando el comportamiento de Sergio Busquets desde el mediocentro, sus anticipaciones ante la recepción del rival son constantes, muy lejanas y tienden a exponer su posición en exceso. Con el rival en campo propio Jérémy Mathieu se muestra algo más comedido pero su tendencia a salir es muy marcada y el FC Barcelona deberá contar con ello.
Como defensor destaca en la anticipación y corriendo hacia atrás; o sea, es un central muy físico.
Adversario imponente en el cuerpo a cuerpo, el francés une a su potente carrocería unas piernas ágiles y precisas sobre las que se asienta gran parte de su eficacia defensiva. Proclive a defender en posiciones muy adelantadas, se siente poderoso cuando corre hacia su propia portería porque su generosa zancada no tiene un no para nadie. En ese contexto no es sencillo dejarle atrás pues aún superado en la carrera y el posible cuerpeo le resta un as en la pernera: un tackle largo y sorpresivo que rebaña balones cuando ya se creen escapados. A la capacidad del ex-valencianista para defender hacia atrás hay que sumar un gran manejo de las amenazas laterales, tan comunes en la transición defensiva azulgrana y tan peligrosas para el resto de sus compañeros. Si algo se asegura el FC Barcelona con el fichaje de Jérémy Mathieu es un argumento de peso para fijar la defensa muy arriba.
Fuera de los escenarios tácticos mencionados cabe señalar también la calidad del nuevo central barcelonista en el juego aéreo, característica muy relevante en un equipo tan poco habituado a sumar tantos centímetros, así como su polivalencia. Jérémy Mathieu es y quiere seguir siendo central pero sus orígenes en el costado permiten imaginar alguna que otra variante puntual en el libreto de Luís Enrique, el entrenador de un equipo que lleva mucho tiempo sin manejar este tipo de recursos.
leninpower 21 agosto, 2014
MUY COMPLETO EL ANALISIS…
Mi unico pero a este fichaje fue la edad (31 años) a los mejor de central llegue a buen nivel a los 34/35 quien quita….
despues de llegar a tener hasta Adriano, Song, Mascherano. Busquets la llegada de Mathieu es agua fresca para el suelo arido, y con un Vermealen relativamente sano y conociendo su talento el barcelona cubrio bien los centrales, hubiese querido a Maquinhos o hasta David luiz pero bueno que mas le podemos pedir a esta directiva y a Zubi???