La victoria de la Real Sociedad frente al Fútbol Club Barcelona en la jornada 25 de la campaña pasada supuso un antes y un después para la temporada de Rubén Pardo. Con la marcha de Illarramendi, la Real perdía un modelo de juego que le permitía ser lo más equilibrada posible en ataque posicional sin descuidar su faceta defensiva. Como dicha ventaja en ambas fases sólo te la ofrecen los elegidos, y éstos no están en un teórico posible mercado realista, la apuesta inmediata debía ser por Pardo: la Real debía esperar que su técnica compensara la pérdida de calidad defensiva. Pero no fue así.
El mediocampo pasó a integrarse por dos interiores y un pivote
El mencionado 22 de febrero y ante los de Martino, Jagoba Arrasate improvisó un cambio de sistema que dejaría a Pardo totalmente apartado de la dinámica de la titularidad de la que, más o menos, había gozado hasta el momento. Jagoba priorizó ser fuertes en fase defensivaEl 4-3-1-2 del técnico vizcaíno se repitió posteriormente ante rivales de entidad como Sevilla o Real Madrid –aunque sin el éxito de su debut- y tenía un objetivo clave: reforzar al equipo donostiarra sin balón. El doble pivote propositivo que inició la temporada fue sustituido por un 1+2 reactivo en mediocampo, en el cual los interiores tenían la vocación de tapar espacios al rival de forma pasiva para recuperar la pelota y jugársela a lo que Griezmann y Vela pudieran generar de forma individual. El problema fundamental era que la pelota les llegaba siempre en condiciones pésimas pese al buen rendimiento de Canales. La fe depositada en el novedoso dibujo no sólo señalaba a Pardo como una debilidad defensiva –algo que, por otra parte, no era una sorpresa- sino que también supuso la renuncia de la Real Sociedad a su búsqueda en las primeras jornadas de un mecanismo de salida de balón óptima.
Al inicio de la temporada 2013/2014, Rubén Pardo había heredado los galones de Illarramendi en el mismo esquema (4-2-3-1) que llevó a la Real Sociedad a la Champions. Markel-Illarra era una pareja más ventajosaNo obstante, pese a desempeñarse en el mismo dibujo, el comportamiento de los mediocentros era muy diferente: mientras en el caso de la pareja Markel-Illarramendi éste último volaba en ataque posicional para tener superioridad en ¾, el dúo Markel-Pardo formó una pareja más horizontal y mucho más ineficiente con la pelota. Ese despegarse de Markel era posible porque Asier tenía una inteligencia posicional y una capacidad para achicar arriba a fin de que la pérdida no fluyese a su espalda de la que carece el riojano. Así, el bagaje de las titularidades de Rubén fue muy pobre para dar continuidad al juego realista desde la base: Pardo reincidió en su falta de personalidad para ofrecerse y mostró dificultad para agilizar la jugada desde el pase corto.
Aunque es irregular, Pardo no está cuestionado como lanzador
No obstante, a Pardo, en la lucha interna por el puesto de centrocampista creativo que se vive en el seno realista, le avalan dos aspectos importantes. En primer lugar, es el jugador más talentoso, y por tanto aquel del que se puede esperar que en un futuro cercano se convierta en un jugador rentable para la Real en esa posición. Y en segundo lugar, su habilidad como lanzador es indiscutible, y ello asegura un caudal de ocasiones que la Real echó en falta al término de la temporada. La primera mitad de 2014 de Rubén Pardo fue un importante paso atrás en su trayectoria. Veremos cómo sigue su año.
Deivid D 24 julio, 2014
A ver como va desarrollándose la idea de Jagoba, por ahora (en la pretemporada), lo del rombo en el medio para darle las bandas a los laterales creo que no esta resultando, aunque todavía es pronto. Ayer en Rotterdam se echó en falta más juego por ahí, aunque sí que es verdad que se gana en estabilidad a la hora de defender.
En cuanto a Rubén, es cierto que no dio el paso adelante, pero en esa segunda mitad del año dejó de jugar y nadie consiguió mejorarle. Unicamente Canales, retrasando su posición, conseguía trasladar el balón hacia delante con más o menos limpieza. Y que conste que estoy haciendo todo lo posible para no hablar de una persona…jeje. Sigo expectante ante esta "nueva proposición" de Jagoba, sobre todo más expectante que ilusionado.