Situémonos en 1998. La Copa del Mundo de Francia acaba de terminar y Holanda ha hecho el mejor fútbol del torneo. Los tulipanes han alcanzado las semifinales con un juego estimulante en el que, entre otros, han destacado los gemelos De Boer. Frank finaliza la Copa como el gran central zurdo del momento, mientras que Ronald asombra por su polivalencia. A unos pocos kilómetros de allí, en Barcelona, Van Gaal planifica su segunda temporada en el banquillo del Camp Nou.
Frank y Ronald de Boer tuvieron una historia extraña con el Barça
El objetivo principal siempre fue Frank. En su portentosa salida de balón se veía al auténtico sucesor de Koeman, un rol que Gica Popescu, “despedido” por Van Gaal y fichado por Cruyff, no logró desempeñar con éxito en el club. De hecho, cuesta recordar en Barcelona un central que suscitase tanto deseo como Frank de Boer. Amén de su enorme Mundial, estaba el hecho de haber pertenecido al gran Ajax, el espejo en el que se miraba –quizás demasiado– la entidad catalana en esos días. Van Gaal sabía que “no había” proyecto sin Frank y lo quería a toda costa. El club no paró hasta ficharlo.
Lo de Ronald fue diferente. Después de que el propio Van Gaal manifestase que “no le necesitaba” ya que su posición estaba “bien cubierta”, el hermano de Frank terminó recalando junto a su gemelo en Can Barça. El porqué de su fichaje nunca estuvo del todo claro. Quedó la sensación de que Ronald era una “condición” que ponía el Ajax para soltar a Frank, el verdadero objeto de deseo azulgrana. Una sospecha que Van Gaal alimentaría con el tiempo.
Frank de Boer era clave en el proyecto de Van Gaal. Ronald no
El reparto de papeles fue inmediato. A Frank se le asignó el perfil zurdo de una zaga que comenzaba a dejar atrás la formación 3-4-3. En su lugar, Louis optaría por el 4-3-3 y un once que en la tercera temporada acabó recitándose de memoria: Hesp, Reiziger, Abelardo, Frank de Boer, Sergi. Guardiola, Luis Enrique, Cocu. Figo, Kluivert y Rivaldo.
Abocado a ello, Frank lideró la defensa en todo su ciclo barcelonista, si bien su rendimiento nunca llegó al sobresaliente. El Barça de Van Gaal sufrió mucho para ser sólido y exponía bastante a sus defensas, algo que la cintura de Frank padecía de manera flagrante. Su nivel fue de más a menos como culé, con un cierre desastroso en 2003 y la sensación de que no se vio a aquel monstruo del Mundial 98. Claro que lo de Ronald fue mucho peor, destinado al banquillo para reemplazar permanentemente a Figo en el extremo. Una tarea que ni por calidad ni por características podía acometer. Su salida prematura en el año 2000 reforzaría el pensamiento final: los De Boer nunca la rompieron en el Fútbol Club Barcelona.
pouco_barulho 25 julio, 2014
"Hesp, Reiziger, Abelardo, Frank de Boer, Sergi. Guardiola, Luis Enrique, Cocu. Figo, Kluivert y Rivaldo"
Este es el equipo de mi infancia y la copa del mundo del 98 la que recordaré siempre conmás cariño y nostalgia. Para mi habrá sido siempre un torneo grandioso, con enormes equipos