Junto al B (España, Holanda, Chile y Australia) y el G (Alemania, Portugal, Ghana y Estados Unidos), el grupo que componen Italia, Inglaterra, Uruguay y Costa Rica se antoja como uno de los que más alicientes tienen en la inminente Copa del Mundo. No es sólo una cuestión de caché por las siete estrellas -o nueve, para los uruguayos- que defienden futbolistas como Andrea Pirlo, Steven Gerrard o Luis Suárez, sino también por la presunta igualdad que reinará entre estas tres selecciones. Las casas de apuestas así lo ratifican: la clasificación de Italia se paga a 1’35, la de Uruguay a 1’5 y la de Inglaterra a 1’6, dejando muy atrás a una Costa Rica con más cosas que decir que la cuota (9’5) que le asignan. Porque más allá de sus posibilidades de clasificación, que evidentemente las tienen, la figura de Keylor Navas garantiza que los seis partidos del grupo pueden ser ultracompetitivos. Y es que si algo ha demostrado ya «el halcón», como le apodan en su Ciutat de Valencia, es que es el tipo de portero capaz de amargar a cualquier rival durante 90 minutos.
Ha sido, sin lugar a dudas, uno de los porteros de la Liga.
Ágil, potente, volador, eléctrico e intuitivo, el guardameta tico puede ratificar con números todos los elogios que ha despertadoPuede detener un asedio de cualquier rival con su inconmensurable temporada. La UD Levante fue el quinto equipo menos goleado (43) y Keylor Navas el portero que, además de liderar el ranking de paradas (160), menos goles encajó por intervención (19,9%) en la Liga 2013-2014. Unos datos espléndidos que tuvieron su cima en el encuentro que le midió al Sevilla de Unai Emery en el Sánchez-Pizjuán. O, lo que es lo mismo, ante un equipo con Vitolo, Reyes, Rakitic, Gameiro y Bacca. Aquel día su actuación fue inhumana. Parecía Rafa Nadal corriendo de línea a línea en la Philippe Chatrier. Y no es una exageración. Remates con rebotes, disparos a la escuadra, situaciones de uno para uno, cabezazos a bocajarro… y así hasta 28 ocasiones diferentes ante las que Keylor Navas se iba creciendo. Cada remate le hacía más grande, la portería parecía más pequeña y el contragolpe granota hizo el resto.
De esta manera, no cuesta imaginar que el esquema de este partido, que no fue ningún hecho puntual sino una de las pocas constantes que tuvo nuestro curso liguero, sea el que Jorge Luis Pinto sueñe en las noches previas a enfrentarse a Mario Balotelli, Wayne Rooney y Edinson Cavani. Bajo este papel de cenicientas del grupo, contando con la imperfección de sus rivales y la ansiedad creciente que pueden ir sintiendo, los de Keylor Navas pueden aspirar, partido a partido, como diría aquel, a competir con cualquiera. Su éxito posterior, eso sí, dependerá de lo acertados que estén Joel Campbell y Bryan Ruiz.
Jose Luis 1 junio, 2014
Lo de Keylor esta temporada ha sido brutal. Partidos como el del Sevilla se han visto pocos por un portero en España. Valdés ante el Betis, Diego López ante el Rayo, Alves ante el Madrid, Courtois ante Athletic; pero todos están un escalón por debajo de los milagros del portero levantinista. Milagros que ha repetido en más ocasiones. Sin ir más lejos, ante el propio Barsa de Messi.
Y en un Mundial, donde cada partido es un mundo, donde el reloj pasa muy lento o muy rápido según las necesidades; donde el campo se hace eterno y el "pasto" pesadísimo, un portero inspirado te puede dar un pase perfectamente. Es tan fácil y tan difícil a la vez. En la fase de grupos cuesta pensar que no vaya a encajar goles, pero dos buenas actuaciones en los primeros minutos, dan más alas al portero y "minan" la moral de los atacantes rivales. Aún recuerdo el partido entre Holanda-Trinidad y Tobago, con Dwight Yorke (mítico delantero del United) jugando de medio centro y resistiendo la embestida orange. Recuerdo que la defensa y el portero tuvieron mucho que decir.
Pues si a estas sorpresas unimos que Costa Rica arriba tiene dos balas y atrás un portero enorme, no duden de que pueden haber muchos empates en este grupo. Y que un gol, un solo gol puede dar la clasificación.
…hambre de fútbol, es lo que hay ya.