No estaba en la lista. Y no era ningún error. Landon Donovan, el «Capitán América» del soccer, no fue uno de los 23 elegidos por Jürgen Klinsmann para disputar la Copa del Mundo. Este hecho, que era más noticiable que sorprendente, no hacía sino abrir una nueva etapa en la selección norteamericana. Más allá de cuestiones tácticas y físicas, Donovan es el futbolista que más veces ha defendido la camiseta de Estados Unidos, el delantero que más goles ha marcado en su historia y la estrella que más brilló en su últimos tres mundiales. Es decir, su ausencia dejaba un vacío en la selección que iba más allá de lo futbolístico. Sin él se perdía un líder, un referente y una estrella. Y Klinsmann debía encontrarlo. Pronto.
La búsqueda, eso sí, no era demasiado complicada. De hecho, muchos meses antes de realizar la polémica convocatoria ya lo había encontrado. «Es uno de nuestros futbolistas más experimentados y está preparado para asumir el rol de líder. Ha rendido muy bien en la clasificación para el Mundial y, actualmente, es una de nuestras piezas clave en el campo», comentaba en marzo de 2013 el técnico alemán sobre su nuevo capitán. Él era, evidentemente, Clint Dempsey.
Este, su tercer Mundial, está siendo el más especial.
“Donde crecí, en un pequeño pueblo de Texas, el fútbol no lo aprecia demasiada gente, pero yo seguía viéndolo por la televisión. Me gustaba la forma en qué jugaban en Sudamérica, muy creativos, y vi la pasión que tenían los aficionados en la Copa del Mundo. Así que ahora tener la oportunidad de jugar un Mundial en un país que adoro desde joven, rodeado por este tipo de ambiente, y al mismo tiempo ayudar a crecer este deporte en mi propio país, me hace sentirme bendecido por estar en esta posición. Estoy emocionado por la oportunidad», decía recientemente. A tenor de lo ya visto, dicha ocasión la está aprovechando de la mejor de las maneras posibles, pero no siempre estuvo tan claro que pudiera hacerlo con tanto éxito.
Nadie dudaba de su ascendencia sobre el vestuario, de sus condiciones futbolísticas o de su capacidad goleadora, pero su estado de forma no era ni mucho menos el ideal.Dejó la Premier para mejorar su estado físico Tras salir de Craven Cottage en el verano de 2012, nada le había salido bien. Sin continuidad en la Premier, mellado en su confianza y con ciertos problemas físicos, Dempsey estaba atravesando los peores meses de su carrera antes de la gran cita de su vida. Y decidió cambiar drásticamente. Se podría decir que, al igual que Asamoah Gyan, buscó dar un pequeño paso atrás para dar uno grande hacia adelante. ¿El destino? Los Seattle Sounders de la MLS. ¿El resultado? Un acierto. Clint fue ganando peso en el equipo, comenzó a celebrar goles con mayor frecuencia y, finalmente, llegó al Mundial sin más duda que la de si sería capaz de sujetar el escudo legado por «Capitán América».
Y a los 29 segundos del primer partido la resolvió. No había carta de presentación más potente. Recibió en zona de mediapuntas, controló el balón en carrera, se pasó el balón por debajo de su diestra, le contó una adivinanza a John Boye y batió con facilidad a Kwarasey. Todo estaba saliendo a la perfección, hasta que el fútbol cambió sus planes. Y los de Klinsmann. La idea del entrenador alemán era dar libertad sobre el campo a su líder, quien actuaría así por delante de Bradley y por detrás de Altidore, pero la lesión de este último le llevó a matizarse. Ante Portugal, Dempsey sería el punta. Y volvió a destacar. Se salió de su posición, generó multitud de espacios, habilitó los costados y puso el broche de oro con un nuevo gol. El cuarto en un Mundial. Pero éste no es cualquier Mundial. No para él. En Brasil 2014, Clint Dempsey es líder, capitán, generador, llegador y goleador. Es Landon Donovan.
Abel Rojas 130p · hace 565 semanas
el party de Benjamín · hace 565 semanas
@migquintana · hace 565 semanas
Anónimo · hace 565 semanas
Roberto · hace 565 semanas
"...le contó una adivinanza a John Boye..."
Precioso.