Nacidos del fuego | Ecos del Balón

Nacidos del fuego


Ahí está inmerso entre fúlgidas llamas rojas ámbar y es imposible quitar la mirada del acontecimiento. La fuerza tormentosa de la muerte es muchas veces encapotada por el trágico sino que la acompaña, olvidando el hombre que en la balanza del universo donde hay oscuridad, hay luz y, donde algo muere, algo también nace. El avión que transportaba a los miembros del equipo se había estrellado y Tánatos extendía sus negras alas sobre el lugar. El desastre de Munich paró el tiempo el 6 de febrero de 1958 a las 3:04 minutos de la tarde, pero nunca logró detener la historia: el Manchester United había nacido.

Hay tantísimo fuego en el infierno que a veces obviamos que entre tanto diablo y tanto demonio hay más criaturas abrasadas por la incandescencia de las almas moribundas. Entonces, en un evento mágico, un ave de plumas rojas, anaranjadas y amarillas se eleva del mar incendiado y sale al mundo en un fogonazo. Desde 1958, el United se ve a sí mismo como un fénix y su condición regenerativa se ha grabado tan intrínsecamente en los estamentos del club que no ha sido necesario fijarlo eternamente en el escudo.

El Manchester United ha sido capaz de levantarse muy rápido en numerosas ocasiones.

De las cenizas de Múnich, Matt Busby fundó al club que hasta hace un año dominó con puño de hierro la Premier League. Las bases que soportan la leyenda son claras porque son el recuerdo inmutable que dejó Duncan Edwards y sus compañeros al morir. El Manchester United debía ser un equipo ofensivo, juvenil, temperamental y carismático, debía ser el orgullo de Inglaterra y un lugar de jóvenes rebeldes con ansía infinita de victoria. Ese fue el sello de identidad que diez años después conquistó Europa de la mano del «Busby Babe» sobreviviente, el escocés rey y el Messi del Brit Pop sesentero; y que Alex Ferguson reviviría tantas veces durante su longeva aventura en el Teatro de los Sueños.

El legado de aquel Manchester no sólo estuvo en la profunda huella de identidad que el club respetó en todos sus ciclos ganadores, sino que también se extendió a la figura profética que debe liderarlos. Matt Busby fue un tipo especial, tal y como lo fue también Ferguson. Ambos encarnaron la figura chamánica que unía un don de gentes y carisma inagotable con el espíritu mesiánico que caracterizó su lucha entre las huestes del fútbol británico que tanto admiraron y defendieron. Además, compartieron la rudeza paternal tan escocesa como Ben Nevis, la montaña maligna que mira a sus pares del Reino Unido desde lo más alto.

Es quizás por eso que pareció tan oportuno que fuese uno de los suyos el que tomara las riendas del club una vez terminó la era Ferguson. David Moyes parecía el indicado: hombre de club, escocés y hasta laborista.La grada no reconoció al equipo de David Moyes como el ManUnited Descubridor y promotor de promesas durante su estancia en el Everton, cumplía también con ese requisito indispensable para sentarse en Old Trafford y que te puedan hacer una estatua. ¿Qué pasó? Es difícil encontrar un único motivo que dé razones a la debacle del mito del entrenador escocés en Old Trafford. Puede que Moyes se haya dejado seducir por la templanza peninsular de Mikel Arteta o que no haya reconocido en la herencia dejada la idiosincrasia vertiginosa del United y se dejara deslumbrar por el juego de bandas de Beckham y Giggs. Su estampa, demasiado sobria, nunca impactó en el núcleo fuerte del vestuario ni dio prolongación al principio de inmunidad que cubrió a Ferguson. Tampoco hubo nunca romance entre afición y equipo, pues jamás reconoció la gradería a su Manchester United en el verde como si ellos fueran Dorian Gray y lo que pasaba en el campo su retrato.

La tradición del entrenador escocés se rompió con el fracaso de David Moyes.

Forjado también en el fuego, el tulipán de hierro ha sido llamado a continuar una tradición que no es la suya. Louis van Gaal era posiblemente el mejor entrenador en el mercado y esa es indudablemente la razón primaria por la que, una vez termine la Copa del Mundo, asumirá el mando de las tropas diabólicas. El Manchester United, celoso de su patrimonio cultural, representa un reto que el holandés nunca ha tenido en su carrera.

¿Puede un foráneo representar los valores fundacionales de la fábula? van Gaal ha construído en sus más de veinte años como entrenador un personaje icónico que, en ocasiones, ha eclipsado su talento futbolístico. Su sinceridad le ha metido en tantos problemas como su tosco trato personal y su talante soberbio. Es un líder de carácter fuerte al que la cordura parece abandonarle en sus horas más sombrías. O más brillantes, dependiendo de quién observe. ¿Estamos hablando de Alex Ferguson? No, pero pareciera. El lumbre escocés también aparece en van Gaal como si éste hubiese nacido en Edinburgo y no en Amsterdam. Las lecturas se equivocaban: Busby y Ferguson no estaban emparentados por su nacionalidad sino por su origen en el fuego, del cual van Gaal también surgió en una furiosa llamarada.

De hecho, el propio Louis gira el tiempo hacía el pasado y se ve a sí mismo renacer como el fénix de Manchester. Once años atrás, Louis abandonaba Barcelona en lo que era su segundo fracaso consecutivo,Louis también renació con su éxito en el AZ ambos envueltos en problemas personales con los jugadores que incluso derivaron en odio de terceros. ¿Era posible para alguien reponerse a dos decepciones tan profundas como las que habían manchado a Louis? Ni siquiera en el Ajax, al que llegó en una posición que lo retiraba de los banquillos como el otoño a las flores y las hojas de los árboles, pudo van Gaal resarcirse. La redención llegó en 2009 con el humilde AZ Alkmaar, al que sacó campeón. Habían pasado diez años desde la última vez que había visto metal. El año siguiente rozó un triplete histórico que confirmaba que su llama se había vuelto a encender ante la sorpresa de todos, incluso la de él mismo.

En van Gaal el Manchester encontrará la figura luminosa que su banquillo prefiere, aunque sin el carisma hipnotizante que conquistó en dos advenimientos a las islas. ¿Es eso un hándicap suficiente para presagiar el derrumbe de la empresa? La posibilidad existe y Louis no es una copia de los bronces que rodean el estadio, pero ahí estará Giggs para ponerle una cara conocida al proyecto.

El holandés puede adaptarse bien al fútbol que le dio tantos éxitos al Manchester United.

¿Y el fútbol? Moyes desconectó a su equipo de Duncan Edwards en un error que le costó el vestuario y la afición. El holandés ha defendido siempre un fútbol abiertamente atacante, con un gran juego interior pero que usa a los extremos de la misma forma que se añora en Carrington. Además, ha destacado siempre por ser un entrenador flexible dentro de los márgenes de su filosofía, virtud que erigió a Ferguson como el mejor entrenador británico de la historia. No resulta extravagante, más allá de los matices estructurales que marcan los equipos de van Gaal, imaginarse al holandés entrenando a alguno de los tres equipos con los que el Manchester conquistó la Copa de Europa.

La identificación de van Gaal con el estilo que enardece los sueños y la memoria de los hinchas del United no es un impedimento. Su relación con la plantilla actual, empero, puede entorpecer el devenir del renacer red devil. La planificación del equipo ha estado sempiternamente ligada al 4-4-2 como formación base y la gestión de las últimas temporadas ha descompensado el equipo hasta deprimirlo. La invariable voluntad de Wayne Rooney de jugar como delantero centro ha acentuado los problemas de un conjunto con un medio del campo limitado, una sobrepoblación de mediapuntas que han terminado jugando siempre en banda, y unos jóvenes que no han logrado imponerse a los veteranos ya lejos de su edad de oro.

El choque cultural a nivel táctico y meteorológico, que ya ha provocado inconvenientes en la experiencia tanto de van Gaal como del club, personificados en los sonados fichajes fallidos de Juan Román Riquelme y Juan Sebastián Verón, no es un detalle que deba pasar desapercibido. Alex Ferguson empezó a entrenar veinte años antes que Louis van Gaal, mientras que el holandés fue uno de los grandes innovadores de su generación. Para muchos será como viajar en el tiempo y para otros será como darse de bruces con un tiempo pretérito que ya no quieren evocar.

Aunque las dudas que se ciernen sobre la idoneidad de van Gaal son válidas, son más las implicaciones positivas del fichaje. Con él volverá la juventud al club, la rebeldía, el vértigo ofensivo y el fuego que recubre al fénix cada vez que renace de sus cenizas.


Comentarios (8)

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@ Francesc Marco

Yo creo que la Premier es una competición fácil en estilo. Son pocos los entrenadores extranjeros con problemas de adaptación. Hasta Pellegrini ha ganado en su primer año jugando bastante mal más de la mitad de sus partidos. Si tienes calidad en las áreas, o sea, si tienes plantilla, a poco que el vestuario te responda ya lo tienes medio hecho. No tienes más que ver el papel de los ingleses en Europa. El Barça se cargó al campeón de la Premier incluso con facilidad si lo vemos con perspectiva. Y Arsenal y United disfrazaron al Bayern de equipo un poco aburrido pero dominante cuando luego el Madrid demostró que ese equipo no estaba para dominar a nadie serio.

La Premier es muy sincera: espectáculo por nivel. Y Van Gaal es un tipo listo. Si forma una buena plantilla... competirá hasta el final.

@ Javimgol

También para el desarrollo del sistema. Van Gaal es un cambio potentísimo con respecto a Ferguson y tener semanas de cinco días de entrenamiento le va a ayudar para ir transformando el equipo.
Bueno, que lo terminé a horas intempestivas y me tocó luego estar editando, quitando y cortando cosas porque me había salido muy largo y muy espeso. No pude desarrollar mucho cosas que me parecen importante como el carácter forjador de talentos y su apuesta por la jóvenes, o el impacto del choque cultural en gente como Rooney, con el cual van Gaal va a tener ciertos problemas salvo que se lo pueda ganar o Giggs haga de puente. Incluso quité algunas metáforas que en mi cabeza sonaban mejor que escritas, pero a las que espero volver cuando las tenga más refinadas. ^^

@ van Gaal

Louis no es el entrenador soñado, pero posee varias de las características que mitológicamente reclama el United, incluso más que Moyes, y en en el plano puramente técnico se le ha encomendado una tarea para la que es muy bueno y que va a dejar un legado importante en el club. Se va a enemistar con alguno, como con Hristo o Luca Toni, y algunos van a sufrir un poco (Por ejemplo, van Gaal prefiere un mediapunta mucho más dinámico que Mata, por lo que ahí habrá choque), mas una vez abandone el club lo va a dejar renovado, con nuevos nombres y con un plumaje lozano. Además, el juego que crea van Gaal va a gustar en Old Trafford y su personalidad extraña y rudimentaria no va a ser un impedimento como lo fue en Barcelona o Munich.

Luego, pues que va a fichar mucho y eso suavizará cosas. La calidad de la plantilla mejorará y será diseñada por él, lo cual mejorará su adaptación a las islas, que creo no es tan fácil como la pinta Abel cuando también construyes un equipo capaz en Europa.
Van Gaal por si solo supone un salto competitivo brutal, pero es que como se concreten dos de los nombres que mas suenan, Fábregas y Hummels... la Premier del año que viene va a estar a priori competidísima con un Chelsea 2.0, el City campeón, este United, la gaseosa del Arsenal... Solo espero que no desmonten al Liverpool, aunque cuando el río suena..
Pues yo no tengo tan claro que su carácter no vaya a ser un problema. En especial cuando va a tener al lado de su despacho a uno que lo tiene igual que él y que es leyenda del club. Dependiendo de cómo se den las cosas, no me cuesta imaginarme a Ferguson haciendo de Beckenbauer

En cuanto a su United, creo que se parecerá mucho a su Bayern y de lo que si estoy seguro es que dejará una buena base para el futuro. De la cantera del United no se mucho pero debe tener cosas interesantes considerando que los últimos dos en salir han sido Januzaj y Welbeck
Para mí Van Gaal supone el mejor "abono" que puede tener un club para que luego florezca. Este Barsa que acaba ciclo es muy de Van Gaal. Rijkaard aprovechó su trabajo y Pep le dio el giro necesario. Este Bayern de ahora, también es muy Van Gaal. Heynckes se aprovechó de su trabajo y consiguió lo máximo. Ahora Pep, le dará un nuevo giro. Pero el trabajo primigenio, lo hace el holandés. Sienta bases. Crea estructura. Genera una cultura.

No con esto quiero quitar un ápice de mérito a los técnicos nombrados. Ni por asomo. Pero sí hay que reconocer como son las cosas. De hecho, Van Gaal ha ganado menos que esos técnicos que nombro en esos clubes. Probablemente por falta de tiempo. O quizá porque su labor sea otra; la de construir y que sean otros los que "adornen" la estructura.

Ojo, hay entrenadores en España muy "Van Gaal". El caso más representativo es Caparrós. Creó la estructura de un Recre que subió a Primera años después; cimentó el gran Sevilla de Juande; estuvo detrás de la creación de Bielsa en el Athletic; soportó con lo que tenía al Depor en Primera; y veremos a ver donde llega su obra en el Levante. Sin embargo, los que vinieron detrás de Caparrós fueron capaces de llegar más alto que él. Entiendo a Mourinho o Capello como un grandes creadores. Solo que éstos son muy de ganar también.

Son estilos. Formas de trabajar y de hacer las cosas. Unos son especialistas en la "creación". Por lo general, personajes viscerales, controvertidos, disciplinados, auténticos. Llevan hasta la extenuación su ideal a la hora de hacer las cosas. (Caparrós, Van Gaal, Aragonés, Capello, Mourinho, Bielsa, Simeone) Otros son más "decoradores". Personajes que saben adaptarse, moldeables y maleables, inteligentes, calmados y serenos (Del Bosque, Ancelotti, Rijkaard, Pellegrini, Vilanova). Y luego está Pep Guardiola. Mezcla de lo primero y lo segundo.

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