A la postre, el primer año de Pep Guardiola en Múnich ha quedado marcado por la derrota 0-4 ante el Real Madrid. De hecho, más que la propia eliminación frente a los de Carlo Ancelotti, lo que ha supuesto un mazazo para Pep ha sido la forma en la que se produjo dicha caída. Más allá de 17 minutos de fútbol de autor en la ida, su Bayern no pudo controlar el juego casi nunca y en la vuelta directamente fue masacrado por la potencia al espacio de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema.
El Bayern hace posible que los cracks al espacio puedan liarla
¿Cómo sucedió? El resumen táctico hablaría de un Bayern de valentía desmedida. Para tratar de imponerse en el juego, Guardiola siempre manda muy arriba a los laterales y abre bastante a los pivotes. Con esto, Pep ha vuelto aEl Bayern daña a veces a sus dos centrales fabricar el, quizás, mejor ataque posicional del continente pero la seguridad del mismo no es tan alta como en su gran obra maestra. Sobre todo porque el Bayern, pese a asumir riesgos enormes con la pelota, no logra el suficiente desequilibrio como para que esos riesgos salgan rentables. Ante el 4-4-2 del Real, los alemanes se vieron forzados a adelantar a David Alaba y Lahm, dejando en situaciones increíbles de dos contra dos a los centrales. Si defender en igualdad numérica atrás es un mal síntoma competitivo, hacerlo ante monstruos como Cristiano y compañía ya es la muerte. Hoy les toca encarar a Marco Reus.
Boateng y Dante a veces son exigidos más de lo recomendable
El Borussia Dortmund siempre fue un hueso para el Bayern y, bajas aparte, la tendencia debería mantenerse. Los de Klopp defienden en un 4-4-2 similar al madridista, si bien ellos presionan de forma algo más intensa a partir del círculo central. Es decir, el Dortmund no tiene ni por asomo la calidad individual del Real a la hora de correr pero su modo de presionar incita más al robo y la posterior contra. Ahí la bestia se llama Marco Reus, cuya posición suele oscilar entre dos zonas: la banda y la mediapunta, si bien su juego tiene la voluntad de mezclar ambas ubicaciones. Si Reus actúa por dentro supondrá una amenaza en los apoyos interiores. Es decir, “será Benzema”. Al francés no se le para con centrales y hay que destinar sobre él un pivote puro que incomode sus recepciones. ¿Javi Martínez?
Si el crack rubio arranca desde fuera, el ajuste parece más táctico que de nombres. La altura de los laterales definirá la cantidad de huecos que se le quiere otorgar al teutón. Cuando el Bayern juega bien –que lo ha hecho–, el dominio que regala tener a tus carrileros arriba es único, pero a nada que la primera presión falla, los espacios laterales son enormes e inasumibles para Boateng y Dante. Aquí ya habría que preguntarle a Pep qué quiere hacer esta noche.
Abel Rojas 17 mayo, 2014
No sé quién va a ganar, pero confieso que considero complicado que Reus no haga hoy disfrutar al fútbol.