Han sido siete años de auténtica búsqueda. Nueve si contamos sus inicios en aquella Suiza natal. Durante mucho tiempo, Ivan Rakitic fue una promesa. Un futbolista de indudables condiciones técnicas pero que nadie había sido capaz de definir y ubicar. El croata llegó a Sevilla una tarde de enero de 2011 con vitola de crack pero no estaba nada claro qué sabía hacer exactamente ese rubio procedente de Alemania. Han sido necesarios tres años exactos para descubrirlo y el mérito es todo de Unai Emery, la llave de este entuerto. Tras mucho indagar, ya sabemos que Ivan es, como mínimo, mediapunta.
La 2013-2014 nos ha traído el paso de Rakitic a un jugador ultra-determinante en las cosas que domina
El matiz está puesto a propósito y no es casual. Si no aseguramos que Rakitic sea mediapunta puro es porque esa posición siempre ha estado relacionada con la elaboración de juego. Por ejemplo, Andrés Iniesta o David Silva son mediapuntas natos, “enganches”, y aunque sus zonas sí pueden ser similares a las de Rakitic, sus comportamientos son muy distintos. Un Silva baja a crear y tiene necesidad de balón. El sevillista no. El número 11 de Nervión es un prodigio del fútbol vertical, un maestro de lo que sucede a máxima velocidad en los últimos 35 metros. Eso y no otra cosa es Rakitic. Todo lo que viene antes ni lo domina ni le gusta. En este texto analizaremos el total de funciones vistas este año pero siempre dejando claro que el jugador ya no admite dudas. Donde resulta matador es arriba.
Desde que el Sevilla pasó a ser un equipo de clara tendencia contragolpeadora, Rakitic es otro. Los de Unai Emery plantean un alto porcentaje de partidos con la misma estrategia: un 4-4-2 de repliegue más bien bajo (foto de abajo a la izquierda). Arriba suelen quedar Bacca y el propio Rakitic, del que se pretende que nunca esté ni defienda por detrás de la pelota (Foto). En consecuencia, el Sevilla tiene tendencia a recuperar la bola atrás y ahí se localiza la gran calidad de Ivan: su habilidad para recibir y lanzar la contra (foto de arriba a la derecha). En eso, el internacional por Croacia es simplemente prodigioso. Su virtud principal radica en la facilidad para situarse en cualquier sector del campo en esas acciones de robo y salida. Tanto en la derecha (Foto) como en el costado izquierdo (Foto), el mediapunta no falla ofreciendo una ayuda a sus compañeros, incluso en las peores situaciones (Foto). Además, es capaz de llegar muy abajo en los apoyos (Foto) y, en este contexto de jugada, sabe resolver la presión del oponente para montar la estampida (Secuencia Completa). En realidad, esto es lo que define al futbolista: la voluntad de ser constantemente vertical. Cuando entra en contacto con el cuero la arriesga (Foto) y sin pelota también es profundo, ya sea corriendo al espacio (Foto), con diagonales a banda (Foto) o hasta recibiendo juego directo. Curiosidad: lo mismo recoge los rechaces del «9» (Foto) y otras segundas jugadas (Secuencia Completa) que –menos frecuente– se le busca a él para que se la deje a un compañero (Foto).
Si al principio del análisis decíamos que Rakitic no era un mediapunta estándar como otros es porque su querencia a bajar a crear juego es muy reducida. Tácticamente, el Sevilla no se lo demanda (Foto de abajo a la derecha) y son puntuales las veces que Ivan va a pedirla al círculo central (Foto). Extremos como Reyes o Marko Marin son más de crear esas ventajas (Foto). Resulta llamativo lo mucho que suele tardar en “activarse” mentalmente en estas situaciones (Foto).
Recibiendo, conduciendo y lanzando, Ivan Rakitic es una máquina muy creativa al contragolpe
La cara defensiva del Rakitic mediapunta también resulta muy útil. Por su ubicación adelantada, tiende a coincidir sobre el campo con los mediocentros rivales. Su atención sobre Xabi Alonso en el último Sevilla-Real Madrid es un gran ejemplo. Ivan es muy capaz de tapar las líneas de pase (Foto) con conciencia y continuidad. De hecho, ni una larga circulación que lleve la pelota de un lado a otro del campo hace que Rakitic pierda la concentración defensiva sobre su marca (Secuencia Completa). Ivan cierra bien… arriba.
En el doble pivote, Rakitic es otro. Un futbolista inferior. Continuando con el aspecto defensivo, sus mejores cualidades tienen que ver con el robo adelantado, es decir, presionando en zonas altas (foto de la izquierda). Vamos, que necesita un mediocentro al lado. Tapando en su terreno propio es flojo y se le cuelan con sencillez (Foto). Tampoco tapa segundas jugadas y cerca suya se recibe fácil. Su potencial aquí radica en colaborar en la presión adelantada. Sin balón, otra cosa no tiene. Con él tampoco es una maravilla. Si algo ha dejado claro el tiempo es que Rakitic no es un organizador. No es un gestor de juego. La mejor manera de definir esto sería acudiendo a su incapacidad para juntar tres pases seguidos. No es un buen «pasador consecutivo». No siente ese tipo de pase. Lo suyo es intentar rápidamente el envío definitivo (foto de abajo a la izquierda). No tiene talento para manejar una circulación del cuero. Lo que le nace es lo mismo que realiza en la mediapunta: lanzar en largo (Foto), filtrar pases que monten contras (foto de abajo a la derecha) e incluso acometer rupturas desde muy atrás que le lleven a acabar en el área (Foto). Aptitudes, desde luego, que poco tienen que ver con las de un interior de posesión.
Aunque tiene condiciones, Rakitic no es el centrocampista ideal para formar en un doble pivote
Y es que, repetimos, en 2014 ya se ha resuelto el enigma. Rakitic es un centrocampista tan ofensivo que casi pierde el nombre de mediapunta para pasar a llamarse delantero. Con Emery, Ivan ha sustituido los pases en la medular por los balones decisivos arriba. Ahora engancha, conduce y manda pases. Su juego es simple pero desde esa simplicidad, Rakitic gana partidos. Su increíble naturalidad a la hora de definir contragolpes y acciones verticales le ha convertido en algo muy parecido a una estrella. Con registros limitados y juego no muy amplio, cierto, pero estrella. Un tio que resuelve. Y eso es muchísimo.
danityla 14 mayo, 2014
Tremendo jugador. Lo he descubierto este año y me ha encantado. Me parece que tras Özil pocos lanzan contras como este caballero.
Veremos qué tal en Turín.