El hombre que pierde la vista tiene dos opciones: o se abandona en el ocaso de su desdicha o abraza henchido de vida la nueva experiencia sensorial que le acoge. Courtois es la venda que enceguece todo. Al delantero rival le obscurece el panorama gradualmente, como una montaña inabordable a la que dejas de ver a media que te le acercas, hasta que la individencia le entumece hasta los suspiros; mientras que al compañero que afronta temeroso un camino sinuoso lo llena de vigor al negarle el sentido que origina su desasosiego. Cada atajada del belga envalentona al Atlético y les hace creer que todos son tan extraordinarios como él.
El mito fundacional del mejor Atlético de la historia es Diego Simeone; sin embargo, han sido Falcao, Diego Costa y Courtois los que en las antípodas del triunfo han sabido llevar a los colchoneros hacia lo imposible. Con el colombiano lejos y el brasileño diezmado, el belga es el hombre al que todos mirarán esta noche. Será el rojiblanco más lozano en el campo pero su nombre es el único que impone como leyenda, aunque aún falten primaveras para que se le considere como tal. La historia del niño mitológico de la portería puede alcanzar cotas celestiales en la casa que lo verá volar en poco tiempo. Brillará.
Garate 30 abril, 2014
El dia del Barsa en UCL vi un detalle que lo engrandece. El balon quedo rebotado en la frontal del area pequeña, a los pies del titan Messi. Alli acudio Thibaut, medio agachado, con los brazos abiertos, tapando cada hueco. Por primera vez, vi a Leo dudar, hacerse pequeño, recular ante un portero, que insistia en taparlo con movimientos laterales. Finalmente Messi paso el balon a un compañero, sin siquiera llegar a tirar. Esa es la medida de Courtois. Nada menos