Stamford Bridge asiste al penúltimo encuentro de la Champions League 2013-2014 con todo por decidir. Un partido de vuelta que se presume al límite y estrechadísimo. En la ida, los londinenses tiraron de caparazón para jugar una final en su casa y ante todo su público. Sin su mejor arma ofensiva, Mourinho interpretó la necesidad de ganar de su rival para negar cualquier atisbo de espacios y carreras, virtudes y aire rojiblanco para su ofensiva. Con el objetivo cumplido, la partida se resetea a 90 minutos. Simeone movió ficha y el Chelsea lo dejo todo para hoy. Siendo por lógica el siguiente movimiento para el banquillo blue, todo puede pasar. Sin embargo, se suceden nuevas bajas y altas. El escenario se transforma.
Mourinho paró a Costa y al Atlético. A Simeone le toca vigilar a Hazard para frenar al Chelsea
“Está listo para jugar. Es mi decisión que lo haga, pero está listo para ello”. Basta con que Mourinho lo deje en el banquillo pero a priori, Eden Hazard es el gran aliciente y estímulo táctico del encuentro. Su concurso, paradójicamente, diversifica y aglutina la ofensiva local, haciendo al Chelsea más líquido en campo ajeno. La producción de Hazard, un excepcional atacante, esencialmente programado para dominar la Premier y cuyo rendimiento ha terminado de consolidarse durante varios meses de esta temporada, es altísima y constante. La posición que desempeña en el campo, compartida entre otros por Cristiano Ronaldo o Neymar Jr., es la que el Atlético tendrá muy en cuenta durante todo lo que dure el choque de hoy. Como ya hiciéramos en el partido de ida con la comparativa entre Luis Suárez y Diego Costa en clave Mourinho, esta vez, y como la jugada parece cambiar de bando, la dibujamos en clave Simeone y fijándonos en el rendimiento defensivo de sus jugadores frente al propio Neymar en la reciente eliminatoria de 1/4.
Y hay bastantes más diferencias entre ambos jugadores y sus respectivas propuestas colectivas, lo que hace más interesante la observación de tales fenómenos y la posible respuesta colchonera ante ellas. A pesar de compartir posición, la jerarquía que desempeñan en sus equiposEl Atlético ‘defendía a messi’ y no a Neymar. Con Hazard será distinto es bien diferente y por consiguiente, de enfoque desigual. El principal desencuentro nace en que el Barça en ataque es el de Messi, mientras que el Messi del Chelsea es el propio Eden Hazard. Este importantísimo matiz imanta las trincheras visitantes hacia otras latitudes. La oscilación defensiva de los rojiblancos gravita esta vez hacia la banda. La idea base de los planteamientos de Simeone ante los azulgranas era fijar atenciones, por numerosas que fuesen, sobre Leo Messi, facilitando línea de pase a los flancos y negando el movimiento interior del jugador que recibe en el costado, en este caso Neymar. El belga y su banda es objetivo prioritario donde el brasileño era algo más secundario y liberado.
Como el Fútbol Club Barcelona no castiga ni carga el área con envergadura y adecuación, la línea de fondo es la vía de escape del extremo zurdo –en ambos casos jugadores diestros-, en este caso, concedida. Si la ayuda llega rápido, sólo queda el pase atrás. En las diapositivas adjuntadas se pueden ver las ideas a exponer en el texto. La cremallera defensiva del Atleti es el carril central, a donde sus jugadores acuden orientados y preparados para cerrar la progresión natural del Barça. La labor de Neymar en la eliminatoria, que habla de las capacidades sobresalientes del futbolista, fue mezclar la banda con la diagonal al área para distraer de algún modo las barreras del rival, dejando el pasillo exterior que el Atlético concede para Jordi Alba, con el consabido riesgo que ello supone. La falta de un ‘9’ exige a Neymar una función doble que estire a los centrales y les impida influir hacia delante sin ver amenazada su espalda.
El Chelsea de Mourinho nada tiene que ver con esta manera de atacar de los culés, que de alguna manera encaja al milímetro con la propuesta de juego del técnico argentino. Y Hazard no es una excepción a lo que dispone el de Setúbal en ataque organizado. El belga es un jugador que necesita la banda como punto de partida, mientras Neymar, a pesar de regirse por lo que demandan Messi y el Barça, amplia su radio a otras zonas. Hazard, además, la quiere al pie y desde ahí comienza a atraer rivales, sobrecargando el juego y desequilibrando con su control de balón, arrancadas y fintas sobre el pico del área. Si el Atlético logra desconectar al belga y obligar a buscar soluciones individuales lejos de su zona predilecta, es que Eden habrá encontrado incomodidades.
La vigilancia sobre el belga será muy distinta que sobre Neymar. Eden es el hombre a seguir
Colectivamente, el Chelsea recuperará a sus cuatro baluartes en línea defensiva: Azpilicueta, Ivanovic, Cahill, Terry. Y por fuera, apenas suben los laterales en fase ofensiva salvo evidente progresión que deje al carrilero la opción de sobrepasar en carrera y centrar al áreaSimeone no regalará las bandas. Basculará para taponar al belga. Como decíamos, Hazard es el imán que hará volcarse a un Atlético que no tendrá a Gabi para ayudar a Koke y Juanfran. El capitán no es tan alevoso como Mario para caer a las bandas, así que la atracción que genere Eden puede ser aún mayor. Y es que el Atlético tendrá que ceder hacia ese costado, porque a diferencia del Barcelona, regalar el pasillo lateral y la línea de fondo a Hazard es un negocio de dudosa ganancia ante un equipo que sí juega con ‘9’ y en Stamford Bridge, más allá de sus problemas para crear gol.
Para Juanfran, marcador del crack belga, el reto es individual, ante movimientos más preconcebidos. El de Crevillente ha tenido problemas cuando Neymar atacaba su espalda sin la pelota, y ahí el Chelsea no tiene tanta creatividad para filtrar, ni Hazard es tan versátil como Neymar, sin desmerecer las rupturas cortas del belga. Juanfran, sin ser Filipe, se ha mostrado muy solvente en la marca individual y en el desborde corto. De concentración y de reacción va servido. Si el Atlético niega la profundidad al ‘10’, éste deberá ceder al medio, y eso son puntos sumados para Simeone. Un ejemplo válido y de referencia podría ser el planteamiento del Manchester City en 1/8 de FA Cup, que imponiendo un ritmo muy alto, pegó a Zabaleta sobre la nuca de Hazard, haciéndole recibir siempre de espaldas y a muchísima distancia de la portería. El balón volvía al centro y el robo era más posible. Si José Mourinho logró deshabilitar y frustrar a Diego Costa, y en consecuencia a todo el Atlético de Madrid, Simeone sabe que el caudal ofensivo de su oponente no es otro que Hazard, el Leo Messi del penúltimo paso.
Psikófilo 30 abril, 2014
En función de las alineaciones hay distintos escenarios. El de Raúl García en la derecha con Koke de mediocentro, el de Raúl arriba con Tiago y Mario en el centro y Koke o Arda en derecha, o el del 4-1-4-1 con Koke sumándose a los anteriores y Raúl en la derecha. De los tres seguramente el último sería el más propicio para desactivar a Hazard aunque se ha visto repetivamente que el Atlético no se siente cómodo en ese dibujo, o no tanto como en el 4-4-2. El primero, con Raúl en derecha me genera dudas, sobre todo si Azpilicueta juega en el lateral izquierdo porque va a haber ahí demasiado espacio sin la ayuda de Gabi. Así que me quedarái con el segundo, Koke o Arda en banda, sobre tod viendo los mediocentros que va a tener que poner en liza el Chelsea. Eso sí, cuánto consiga Tiago vestirse de Gabi va a ser fundamental.