Tuvieron que jugar más de cinco horas pero al final sucedió. Durante 20 minutos y tras cuatro partidos intentándolo, el Fútbol Club Barcelona logró, al menos un ratito, ser claramente superior al Atlético de Madrid. El cambio de sistema de Gerardo Martino, pasando al 4-3-3 clásico, permitió al Barça ser mucho más profundo y agresivo de la mano de un gran Neymar y, muy especialmente, un sublime Andrés Iniesta. Los catalanes aplastaron en su área al Atleti, recuperando la pelota con una velocidad inédita en la era Martino. Los de Simeone no podían salir de su campo pero… la derrota no era completa. Durante ese tramo del encuentro, con el Camp Nou latiendo, el Barcelona solo pudo asustar a Courtois desde lejos y nunca mediante su gran arma: Leo Messi. Aunque Iniesta y Neymar intimidaban de lo lindo, el Atlético jamás perdió vista al argentino; el verdadero objetivo defensivo.
En medio de la tormenta Iniesta, el Atlético de Madrid no perdió nunca de vista al verdadero objetivo
La meta primordial para el Atlético era negar a Messi cualquier tipo de recepción entre líneas. Leo no debía recibir a espaldas de Mario y Gabi. Esto solo sucedió una vez en esta franja de partido. Messi aprovechó un mínimo desajuste del doble pivote para enganchar una bola en esa zona (Foto). La reacción colectiva del conjunto de Simeone fue como la de un perro guardián que ve amenazada su casa. El bloque colchonero en pleno se cerró sobre el rosarino con la máxima agresividad imaginable (Secuencia Completa). El desliz visitante ocurrió un minuto después de encajar el gol del empate. Ya no volverían a errar.
Como decíamos, el objetivo principal era cerrar espacios por dentro, es decir, limitar a Messi. Para ello se implicarían los jugadores que hicieran falta, desde los extremos (foto de la derecha) al equipo entero (foto de abajo a la izquierda). Si Leo bajaba, debía tener siempre una muralla por delante que ni su prodigioso regate pudiera derribar. El precio a pagar serían unas bandas claramente despobladas tanto para los laterales (foto de abajo a la derecha) como para los inspirados Neymar e Iniesta.
La atracción de Leo posibilitaba que Neymar e Iniesta jugaran de cara, y con el acierto de Andrés eso estaba siendo decisivo. Aun así, el Atleti no se confundió. Tiago, en impresionante estado de forma, no dejó de mirar a Messi ni cuando Iniesta encaraba portería como un rayo (Foto). La línea de pase sobre el “diez” se trabajaba constantemente, no se debía perder jamás, por más piruetas que hicieran el genial centrocampista manchego (Foto) y su compinche Neymar.
Claro que Messi no es cualquiera y con los años ha aprendido a encontrar las esquinas invisibles del campo. Leo sabe cómo salir del centro para hallar sus metritos sobre el verde. Con Iniesta y Neymar girando la mirada del Atlético hacia su lado, Messi huye del doble pivote, escapando de su control visual. Ahí entra en acción Koke (extremo izquierdo), que cierra su posición (Foto) hasta disfrazarse de tercer mediocentro. El lateral culé pasa a estar completamente solo pero repetimos, eso a los rojiblancos no les importa. El duelo entre Messi y el Atlético de Madrid es un acontecimiento excepcional. Nadie ha logrado la proeza de dejar a Lionel en 0 goles y 0 asistencias durante varias horas de juego. Sin embargo, el argentino condiciona al Atleti como ningún otro futbolista. Los del Manzanares viven pendientes de él y lo dan todo por detenerle, de ahí que sus contragolpes sean tan escasos en número.
Lionel Messi y el Atlético de Madrid de Simeone han nacido para combatirse y anularse mutuamente
A estas altura queda claro que para el Atleti, Leo Messi es todo. Su zona de influencia es el hueco a tapar. Cuando sale de ella, el estado de alerta de los madrileños desciende y Messi encuentra espacios, logrando incluso desbordar (Foto). Al Cholo esto no le quita el sueño. Messi a a 45 metros de Courtois es una victoria. Una concesión asumible, no como los contragolpes. Ahí hay que apretar. Durante los famosos “20 minutos de Iniesta”, Leo solo recibió un balón con metros para correr (Foto). Pese al correcto repliegue de Tiago, Leo pudo levantar la cabeza, lo que significó un pase de tremendo peligro hacia Alexis (Secuencia Completa). Eso es Messi. Nadie castiga como él. Por eso, meterse un cuarto de hora en tu portería con 100.000 personas gritando para que no chute puede no ser tan malo. Simeone lo firma esta noche.
@__tincho 9 abril, 2014
Parece que el Tata pondrá a Leo en la izquierda…a mi entender esto alivia el trabajo de Simeone. Controlar a Messi implica la necesidad de una jaula como la de la ida, pero pensando en un Leo en el medio donde tiene muchisimas variantes para elegir y el arco enfrente suyo. En la raya solo tiene la mitad de opciones y el arco mas lejos…Creo que Martino, aunque recalcó en RdP que necesita a un Messi desicivo, estaria entregando gran parte de sus chances optando por este planteamiento