En Mestalla chocaron dos de los equipos más capaces de La Liga. El resultado, raro hubiera sido lo contrario, fue un encuentro parejo que pudo ganar cualquiera y como sucede a menudo en estos casos, se saldó sin vencedor. Al menos a los puntos. Al Athletic la igualada le vale, pues borra a un rival de la pelea por la Champions. Para el Valencia, Europa queda a la incómoda distancia de dos partidos. ¿Lo bueno? Que su fútbol sigue muy vivo.
Valencia y Athletic dejaron un encuentro intenso y muy disputado
En un partido lleno de diversión y colorido, el tramo inicial fue sin duda el más flojo. Lo dominó el Athletic gracias a los movimientos de Aduriz, muy superior a un Senderos que mostraba la cara más débil de su juego. Aritz recibió siempre que quiso. En descargo de los centrales, el Valencia no anduvo muy ajustado defensivamente. Parejo y Keita querían presionar arriba y no hubo entendimiento con la zaga. A esto se sumaba un Iturraspe que flotaba con excesiva libertad (91% en pases, solo 3 errados en la primera mitad) sin una marca fija y que encontraba muy fácil a Ander Herrera y Muniain entre líneas.
Lo cierto es que tanto Valencia como Athletic buscaron presionar bastante arriba. El Athletic, que comenzó haciéndolo mejor, metía hasta cinco hombres en terreno rival. Casi todo lo que ocurría se daba después de una pérdida adelantada en la que uno de los equipos lograba pillar la espalda del otro. Se sucedían los cambios de posesión y aunque el espectáculo no era exquisito, sí que era vibrante. Ahí Feghouli encontró sus habituales apoyos «lanzacontras». Sin embargo, el elemento desequilibrante che iban a ser sus laterales (en especial un Pereira muy agresivo). El Athletic concentraba su presión por dentro y le costaba tapar las incursiones exteriores. Así llego el 1-0.
Joao Pereira destacó en la noche aciaga del lateral Balenziaga
El fútbol igualó pronto un partido que el Valencia ganaba de manera algo exagerada. Fue entonces cuando vimos lo mejor de los locales. Parejo y Keita dibujaban la salida más segura que recuerda Mestalla en bastante tiempo, con Dani esta vez escorado a la izquierda. A partir de aquí presenciamos el perfecto resumen visual del Pizzismo.
Con Fede muy suelto entre líneas junto a Jonas (desaparecido, se echó de menos a Vargas), Bernat se hizo con toda la banda para él, algo que, como su primo Jordi, adora a la hora de atacar. Por la derecha, Feghouli y Pereira torturaban a Balenziaga. El lateral vasco pasó un tormento entre regates, paredes y balones al espacio. Por suerte para el Athletic, Laporte e Iturraspe apagaron los incendios que se repetían en esa banda. Y si el Valencia conseguía centrar, Gurpegi se hacía grande en el área. El Athletic tiró de competitividad para arrancar un empatito de los que alegran ante un Valencia que debe seguir dando guerra en España y en Europa.
letissier 10 marzo, 2014
Me encanta Laporte, perfil de central de los que cada vez hay menos. Le auguro gran futuro.