Estando en Nueva York, entre museos y librerías según el tópico, seguro que el tipo canijo de pantaloneta naranja y corbata delgada, ayer imberbe y hoy canoso, añoraba volver a verla tanto como un niño anhela romper la alcancía que lleva llenado varios meses. Ella, como Grace Kelly en alguna vieja película de Hitchcock, cuyo nombre él evidentemente conoce, se deja seducir. Como es coqueta se pone sus mejores ropas, aunque nunca sin dejar de insinuar que hay mucho más después de la vestimenta de la noche. Pep vuelve a la Copa de Europa, esa de eliminatorias a doble partido en la que se forjan mitos y leyendas, y la Copa de Europa responde con un partido de nostalgia e ilusión.
En la Copa de Europa, muchos duelos se repiten.
La historia, que según Kundera no se repite para que los franceses no sientan vergüenza de Robespierre, nos pone a veces en alféizar del tiempo y nos obliga a ver cosas que ya hemos visto. Hacía tan sólo doceWilshere ya no es el de hace unos cursos meses que Jack Wilshere esperaba en el túnel del vestuario y miles de aficionados del Arsenal, millones en las redes sociales, rezaban porque su mesías obrara su primer milagro. Estaba claro que aquella vez que se enfrentó a Pep y a los tiranos del balón había hecho quizás más que levantar a Lázaro, pero su equipo perdió y en el Emirates perder no es considerado sobrenatural. Tenía el destino que presentarle otra oportunidad, de nuevo contra Pep y de nuevo contra el Bayern, casi como si fuese Morpheus pidiéndole que elija una pastilla para siempre.
Para el Bayern, sin embargo, verse con el Arsenal es recordar que contra ellos nos dijo que iba a ser campeón de Europa aunque nadie lo supiese entonces. Ni siquiera en Baviera. Por eso estará Guardiola sentado en su banquillo, general de un ejército que hoy visitará Londres con once caras completas: Scarface, quizás por eso de que los franceses no repiten la historia, no jugará. Sí parece que lo hará Thiago, el niño-hombre de sueños grandes y pases que soñamos nosotros, tratando de comandar por fin un partido de Champions. No habrá noche más perfecta para el hijo de Mazinho.
Mesut Özil siempre dañó al Barça de Pep.
Del otro lado estará Wenger y con él, quizás por eso de los franceses no quieren que la historia se repita, estará Özil con los ojos bien abiertos detrás del mediocentro que nunca lo ve. La pesadilla de Guardiola regresa para enfrentarse a los teutones rubios, blancos y fuertes que eclipsa en la selección alemana. Mesut es el factor que rompe la continuidad, que hace que esto no sea un déjà vù porque con él todo ha cambiado.
Esta noche se juega un partido que condensa cinco años de fútbol. Un lustro de duelos, de victorias, de llantos y derrotas, y que, empero, se presenta más fresco que nunca, alimentado por los recuerdos del pasado y los deseos del futuro. Hoy jugarán para volver y para llegar, para dejar de perder y para seguir ganando. Hoy se jugará un partido de Copa de Europa. ¡Qué falta hacía ya!
@granmaz45 19 febrero, 2014
Mikel Arteta está sancionado. Es decir, al menos que Flamini juegue el partido de su vida, veo pocas opciones de supervivencia para el Arsenal.