Entre otras cosas, un gran fichaje puede ser la excusa perfecta para hacer borrón y cuenta nueva. La llegada de un nuevo referente paraliza y copa la actividad de un club, la ilusión se instala entre el resto de sentimientos y con semejante energía positiva es más fácil trabajar. El efecto dura poco, una vez el jugador se viste de corto solo cuenta su rendimiento, pero que esa paz resulte efímera no implica que no tenga importancia. Un segundo es suficiente para ser el primer segundo de una historia agradable. Con el fichaje de Mata Moyes ha comprado una posibilidad. Un nuevo día uno. Y ahora, ¿qué?
EL “MODO MOYES” ES MUY DE MATAJuan encaja de maravilla en el estilo que el ex-entrenador del Everton está intentando instalar, hasta hoy sin éxito, en Old Trafford. Se busca asociación, pausa y control, y Mata se ha convertido en un especialista para esos menesteres. Aparecer entre líneas y estabilizar la posesión es, junto a bajar a recibir para subir el balón, su gran aporte al juego, del mismo modo que asistir es su gran aporte a los resultados. David Moyes ha parecido tener un déficit en estas tareas tanto en la zona de los pivotes (primer pase) como en la mediapunta (desmarques interiores), y Juan es un indudable plus en este sentido. Da variantes que no había antes.
En lo táctico, Mata no es perfecto para jugar con Rooney y RVP.
Los problemas que puede encontrarse Mata son dos. El primero, que cabe la posibilidad de que no sea tan bueno como nos había parecido a algunos. José Mourinho es un entrenador colosal que está intentando construir en Londres la potencia que domine la Premier en la próxima década y ha accedido no solo a desprenderse de él sino también a entregárselo al que puede ser su gran rival. O sea, Mata es buenísimo, pero quizás no sea un futbolista para imponerse a cualquier dificultad con la que se tope. Y la segunda traba va a llegarle muy pronto: tácticamente su encuadre en un once titular con Rooney y Van Persie es conflictivo. En cuanto a posición, la gran estrella inglesa ocupa de manera exacta su zona fetiche. De hecho, Mata es el Rooney de plata, ni más ni menos. Y, en cuanto a movimientos, tanto ellos como Robin priorizan los de apoyo, los de bajar a tocar el balón. ¿Quién romperá al hueco como el útil Welbeck? En lo táctico no son compañeros ideales.
Kagawa, “el Mata pre-Mata”, fue destinado a las bandas sin éxito.
Las pistas sobre por dónde pueden ir los tiros podrían hallarse en el caso Kagawa. El japonés no posee tanto fútbol como Juan, pero venía a ser quien ocupaba su rol antes de su llegada. Pues cuando fue de la partida, Shinji se situó en una de las dos bandas (con resultados poco satisfactorios o constantes).
El Mata del Chelsea no es un futbolista apropiado para jugar en banda. Es más, en estos días de decepción por su salida, los foros de opinión blues se consuelan recordando el desbarajuste que fue su equipo cuando Villas-Boas colocó a Juan en uno de los costados. El juego en la Premier, por norma, es descontrolado, el recorrido y el nivel físico de sus centrocampistas es un factor decisivo y Mata, aunque resulte un poco más servil, no deja de ser un “10″ español de la estirpe de Silva, Iniesta, Cazorla, Isco y compañía. No es que le falte compromiso, sino que interpreta que donde él debe (y sabe) matarse es en la creación.
Su rol cuando aterrizó en el Valencia CF era distinto al actual.
El margen de maniobra que seguro que maneja David Moyes es lo que Juan mostró en su etapa como ché, cuando era un gregario al servicio de David Silva, desde los 19 a los 21 añitos. En aquellos días Mata jugaba de extremo y, para compensar al genio, rompía a la espalda de la defensa como si de un Theo Walcott se tratase. Así eliminó una vez al Barcelona de la Copa del Rey, por ejemplo. Era otro futbolista, con cuerpo de niño en vez de hombre, con otra manera de pensar y con un estatus diferente. Y bastante peor, dicho sea de paso. Pero conste en acta aquella versión. En cualquier caso, no hay que pecar de tacticida. Sea o no capaz de mezclar aquellos desmarques con los de hoy, Mata es un jugadorazo coherente con el estilo que sube un punto o dos la calidad del Manchester United. Sin ir más lejos, las habituales lesiones de Rooney y Van Persie dejarán de ser una catástrofe. Es un principio.
Abel Rojas 29 enero, 2014
Chicos, supongo que algunos os preguntaréis qué ha pasado con el debate que se formó ayer en este artículo. Lamentablemente por un problema técnico lo hemos perdido. Hemos profundizado en ello en este post por si os interesa leerlo http://www.ecosdelbalon.com/2014/01/los-comentari…
Lo sentimos mucho. Había opiniones muy interesantes de las que gusta leer luego pasado el tiempo…