Guilavogui promete futuro, pero este Atleti es demasiado serio. Ayer recibió su primera oportunidad importante y mostró su innegable poderío físico e incluso algunos primeros toques que en un medio con su corpachón ilusionan mucho, pero Simeone se vio obligado a cambiar el esquema durante el primer tiempo porque el chico no estaba cumpliendo con su cometido y estaba desequilibrando al equipo. El problema que se encuentran los más jóvenes para entrar en el Atlético del Cholo es que la virtud indispensable suele absorberse tras varios años de carrera. En esto, Koke y Thibu son excepcionales.
El 4-1-4-1 local no funcionóDicha virtud es la perfección táctica, y a Guilavogui se le pidió nada menos que ser el mediocentro único en un 4-1-4-1 con el que Simeone intentaría aplastar al Athletic Club en su propio campo. El argentino sabe que Valverde tiende a instruir a los suyos para que salgan desde atrás a ras de suelo y con pases cortos, y no quería desperdiciar la opción de robar arriba para atacar ahorrándose las fases creativas. Además entendió que con Koke y Raúl García en la zona de Iturraspe podría dividir su atención y crear peligro, que es algo que el Atlético necesitaba hacer tras varios partidos muy espesos. Y lo consiguió, pero a un alto precio.
Godín estuvo impresionante tanto en el área como en coberturas.
El Atleti había dejado su puerta abierta para abrir la del Athletic; si ellos creaban ventajas en el terreno de Iturraspe, los leones hacían lo propio en el de Guilavogui con el agravante de que Ander Herrera está más dotado para jugar entre líneas que Koke y Raúl García. El daño infligido sobre el pivote rojiblanco parecía más productivo que el causado sobre el vizcaíno. Para remediarlo, Simeone retrasó a Koke, pasó a cerrar el medio con un doble pivote (4-4-2) y el Athletic se quedó sin respuesta.
Al segundo tiempo se arribó con 1-0 (gol tras jugada a balón parado) y entró Gabi en el lugar de la promesa francesa. Si a eso unimos que Diego Godín estaba completando un partido sencillamente magistral y que el Athletic suele dañar con lo que mejor defienden los colchoneros (centros al área), concluimos con una frase que parece trivial o literaria pero que más bien es el análisis más fiel sobre un equipo hoy por hoy único en materia defensiva: Courtois no tuvo ni trabajo. Así es el Atleti.
Abel Rojas 24 enero, 2014
Por cierto, Laporte cada día me gusta más. Soy incapaz de medir su techo, lo desconozco y no me atrevo a arriesgar, pero verlo jugar es una delicia extremadamente disfrutable. Vaya clase se gasta.