Al que quiera celeste, que le cueste | Ecos del Balón

Al que quiera celeste, que le cueste


Si algo no falta a ambas orillas del Río de la Plata es arte para la oratoria y pasión por el balompié, lo que sumado nos deja un vocabulario muy rico, una forma de comunicación bastante particular y, evidentemente, un grandilocuente archivo de dichos populares. «Al que quiera celeste, que le cueste», uno de los refranes más conocidos del Uruguay, no tiene su origen en el mundo del fútbol, pero ya hace tiempo que allí el «celeste» dejó de ser un simple color para convertirse en un símbolo de orgullo nacional. Y no es para menos. Con poco más de tres millones de habitantes, Uruguay tiene en sus vitrinas dos Copas del Mundo, dos oros en Juegos Olímpicos y 15 Copas América. Un éxito sin parangón que quedó asociado a ese carácter aguerrido y peleón de su pueblo hasta lograr formar parte de su propia identidad. Quien quiera triunfar, deberá ganárselo. Deberá sudar. Sin excepciones. El celeste bien lo vale.

Luis Suárez llegó pronto a la selección, pero le costó demostrar lo que apuntaba en Holanda.

Luis Suárez comprendió el significado de esta expresión con sólo 15 años, edad a la que decidió que su futuro debería estar ligado a un balón. La culpa la tenía el amor de una mina, que diría Sabina. Hasta ese momento siempre había destacado sobre el resto en el campo e, incluso, en más de una ocasión su madre se vio obligada a llevar su partida de nacimiento para convencer a los rivales de su edad, pero fue el océano de distancia entre él y Sofía, su entonces novia y ahora mujer, lo que activó su carrera cuando ésta pendía de un hilo. Desde Barcelona, mientras Luis sudaba la tristeza en Montevideo, ella le insistió en que se centrara en el fútbol para que, en el futuro, ambos pudieran encontrarse. Y casarse. Esa promesa convenció y despertó a un Suárez que trazó su ruta (Nacional -> Europa), se preparó a conciencia (perdió bastante peso) y fue quemando etapas (debutó en Libertadores con 18 años) con la misma velocidad con la que regateaba a los defensores rivales. Le bastaron 30 partidos con Nacional para que Europa llamara a su puerta. Era el FC Groningen, club del que Suárez no conocía ni el color de las camisetas, pero que estaba en el mismo lado del charco que su joven amor. A partir de ahí, llegaría todo lo demás. Ya conocía la receta.

“Para un futbolista uruguayo, jugar con la selección es lo máximo que hay”, confesaba Suárez desde Holanda. Su carrera allí estaba teniendo un éxito fulgurante, cambiando Groningen por Amsterdam en tan sólo doce meses, pero con Uruguay le estaba costando bastante más. Ser expulsado el día de su debutTabárez confió en el joven Suárez hasta en plena sequía goleadora (febrero de 2007, contra Colombia), desde luego no había sido el mejor comienzo posible. Era simplemente un partido amistoso, pero éste adquiría un valor especial por ser parte de la preparación de la selección uruguaya para disputar la Copa América de Venezuela. Luis Suárez no llegaría a tiempo para estar entre los 23 elegidos de Óscar Washington Tabárez, pero el técnico charrúa le hizo fijo en sus alineaciones de la clasificatoria para el Mundial 2010 desde la primera jornada. Una oportunidad magnífica para Suárez, porque en la CONMEBOL esta fase dura dos años y podría ir madurando por el camino como así sucedería. Comenzó marcando ante Bolivia y Perú, formando parte del trío ofensivo junto a Forlán y Abreu, pero su racha se truncaría (9 partidos sin marcar) al mismo tiempo que Uruguay se iba complicando su presencia en el Mundial. Aún así e incluso pasando a jugar con dos puntas, Tábarez le mantuvo la confianza depositada. Una decisión, a la postre, ganadora. No es que Suárez explotase por completo, ni mucho menos, pero sus tres goles en los cinco últimos partidos de la fase de clasificación fueron decisivos. En especial, el que marcó en Ecuador cuando la Celeste estaba de forma matemática fuera del Mundial. Fueron únicamente 100 segundos de drama, pero podían haber sido cuatro años. Sin ese gol, el posterior de Forlán no le hubiera valido a Uruguay para disputar la repesca ante Costa Rica. Sin ese gol, Suárez no hubiera podido estar en Sudáfrica. Y, sin ese gol, por tanto, la historia hubiera sido muy diferente.

El Mundial de Sudáfrica sería el de Diego Forlán, pero también el de Luis Suárez.

Suárez llegaba a la Copa del Mundo con unos números no demasiado destacados con la Celeste (25 partidos, 14 sustituciones y 9 goles), pero lo que más le pesaba era esa sensación de que no lograba demostrar todo lo que ya apuntaba en Holanda. Su confirmación futbolística a nivel de clubes se había dado esa misma temporada (50 goles con el Ajax en 48 partidos), pero la Eredivisie no dejaba de ser una liga menor y todos los elogios que recibía por la crítica estaban condicionados por ello. «Luis Suárez es un gran futbolista […] aunque aún hay que ver qué hace contra los mejores», se decía en todos los foros.

Así pues, la cita mundialista se torno en una especie de reválida tanto a ojos de su Uruguay como de los mejores equipos europeos. Nada revaloriza más que una gran actuación en un Mundial, y la de Luis Suárez así lo sería. Óscar Washington Tabárez había diseñado un equipoEn el Mundial 2010 dio un golpe sobre la mesa ante Corea del Sur tan intenso como el tópico moderno dicta, pero en esta ocasión arriba tenía la calidad de sus mejores tiempos. Aunque no era tan genial ni creativa, lograba ser determinante a base de voluntad y gol. Forlán hacia de enganche escorado hacia la izquierda, Cavani trabajaba el flanco derecho y Luis Suárez comandaba el ataque en punta. Fue así, pero podía ser al revés. Al fin y al cabo, Suárez en Holanda había jugado mucho en banda izquierda y Cavani actuaba arriba en el Palermo. Se puede decir que, en cierta medida, el «Maestro» preponderó la figura de Lucho. Él tendría libertad para moverse, caer a banda cuando quisiera y podría ocupar más área que nadie. De esta manera, Uruguay completó una gran primera fase terminando como líder de su grupo con un gol del propio Suárez ante México. La selección pintaba bien, pero el gran momento de Luis aún estaba por llegar. Faltaba la explosión. Faltaba el definitivo «ya estoy aquí». Éste se produjo en el minuto 80 del partido ante Corea del Sur, en octavos. Él ya había marcado el primero, pero los surcoreanos habían empatado en la segunda parte y todo parecía destinado a decidirse en la prórroga. Entonces Forlán botó un saque de esquina, Maxi Pereira se hizo con el rechazo y el balón le cayó a los pies de Suarez. Estaba en el área con dos coreanos en frente y lo hizo tan fácil como lo hacía ante el NAC Breda o el Willem II: control, desborde hacia la derecha y golazo al ángulo. «Gracias Luís, muchas gracias Luís», gritaba el relator extasiado porque, cuarenta años más tarde, su querida Uruguay iba a disputar unos cuartos de final de la Copa del Mundo.

En frente estaría Ghana, la revelación del torneo. El partido lo recordáis todos a la perfección porque fue increíble, pero hay que situarlo: Muntari adelantó a África, Forlán empató de falta y el encuentro se fue a la prórroga a la que parecía estar predestinado. Allí se sucedieron los ataques africanos hasta que en el último minuto llegó el momento más increíble del Mundial -gol de Iniesta al margen-. El tiempo, de hecho, estaba cumplido. Ghana centró una falta al área, se formó una melé en la que pasó de todo sin que pasara nada y, en el remate número 49 del choque, Luis Suárez evitó el gol. Mano, penalti y expulsión. “Saqué la mano porque era gol seguro. Y no hay cosa tan importante como tratar de jugarte la camiseta de Uruguay por perderte la semifinal de Holanda. No sé si lo quise hacer. Lo que está claro es que no me dio tiempo a pensar nada”, reconocía el uruguayo meses después. El caso es que Gyan falló y Suárez, escondido para poder verlo, lo festejó como lo que era: el pase a semifinales. “Me encantaría que se acordaran más de los goles que hice a Corea o México, pero fue una mano importante para el país y no me arrepiento”, reflexionaba. Más claro y honesto no podía ser. Había tenido una reacción automática e instintiva y, aunque le volviese a costar disputar el resto del Mundial y las críticas de la opinión pública, la volvería a hacer. Como dice el dicho, «al que quiera celeste, que le cueste». Y Luisito la quería con todas sus fuerzas.

Desde entonces, Suárez seguiría creciendo en la élite del fútbol mundial. Sin peros.

Uruguay quedó así en una especie de deuda moral con su ídolo. Él se había sacrificado por el país, ocupándose de la parte más fea para que el resto disfrutara la más bonita, pero no tardarían mucho en saldar cuentas. Diego Forlán había acabado comoLa Copa América de Luis Suárez fue su gran confirmación final Balón de Oro del Mundial, echándose a la espalda a Uruguay a base de goles y fútbol, pero tras ese momento fue Luis Suárez quien se erigió en el líder de la Celeste. Era el relevo natural. Más allá de posición y nivel, Luis Suárez es un futbolista capaz de sostener a todo un equipo por puro juego y determinación. Es decir, sabe encarnar perfectamente la figura del héroe dominante como demostró en la Copa América de Argentina 2011. Allí, compitiendo contra Neymar, Messi o Alexis Sánchez, fue la estrella que más brilló. Apareció para empatar en el debut ante Perú, tiró del carro ante Argentina, anotó los dos tantos de su equipo en semifinales y lideró la goleada a Paraguay en la finalísima. Salió MVP del torneo, pero aún más importante fue el éxito de ese simbólico traspaso de poderes con Forlán mientras Cavani miraba de reojo. “Queríamos demostrar que lo del Mundial no había sido casualidad. Creo que lo conseguimos. Y estamos muy contentos. Este es un proceso muy largo, de varios años”, decía antes de cerrar con un contundente “los uruguayos no tenemos dos huevos, tenemos tres”. Hablaba del equipo, como siempre, pero esas palabras se podían aplicar perfectamente a él.

Desde entonces, su status no ha hecho sino crecer aún más hasta confirmarse como uno de esos jugadores que, en sus selecciones, logran mejorar sus prestaciones del día a día. No es que su rendimiento en el Liverpool esté siendo precisamente bajo, pero Suárez le ha dado por completo la vuelta a la complicada situación que afrontó en su primera fase de clasificación para una Copa del Mundo. En la segunda, cuatro años más tarde, todo había cambiado. Uruguay ha pasado los mismos apuros, pero esta vez Suárez estuvo desde el primer día (11 goles y 5 asistencias en 14 partidos) hasta el último. Entre medias, para colmo, Luisito, el chico de Salto que un día se enamoró de una mina llamada Sofía, se convirtió en el máximo goleador de la historia de Uruguay (39 goles en 75 partidos) superando a Forlán. Fue durante la Confederaciones, un torneo que los charrúas afrontaron tras salvar la vida en Venezuela y antes de jugársela otra vez en Perú. Brasil 2014 -y no 2013- era donde había que estar y en Lima, de nuevo, apareció su «9» para marcar dos goles y adelantar a la Vinotinto en la pelea por el billete para el Mundial. Como él comentó pocos días antes de disputar la exitosa repesca ante Jordania, «para conseguir los objetivos, Uruguay siempre tiene que sufrir». A Luis Suárez también le costó, pero la Celeste ya es suya.


Comentarios (47)

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La mano de Suárez en el Mundial de Sudáfrica, y todo lo que conllevo después, debe haber sido de los momentos más bonitos que he visto en el fútbol. El sacrificio de Luchito y sus reacciones mirando desde fuera, ridículo que un deporte pueda conllevar tanta emoción.
Suarez se convirtio el jugador que mas odio desde esa mano. Nada ni nadie tenia el derecho de quitarle ese pase a Ghana.
Luis Suárez es de esos jugadores que te llevarías a una isla desierta y que sería tu compañero ideal en un guerra. Siempre aparece, lo da todo por el equipo, es capaz de sacar peligro de la nada y tiene una calidad para hacer daño al rival brutal. Crack con mayúsculas, no creo que haya hoy un jugador de la Premier mejor que él.
Como dice Moshi, la mano de Luis en mi partido favorito de la historia de los Mundiales es el punto de inflexión anímico. Y seguramente de ahí lo que pasó en la Copa América, que fue el punto de inflexión futbolístico.

Reconozco que Luis es uno de esos a los que yo no logré ver. Tardé mucho en creer en él. Pero claro...

@ Javimgol

Comparar en términos absolutos no lleva a nada. Ya has visto en lo que desgraciadamente se convirtió el debate en el texto del Suecia-Portugal en lo que ha sido la muestra de inmadurez más decepcionante y triste de parte de esta Comunidad en mucho tiempo. Por favor, hablemos de Luis Suárez sin necesidad de colgar etiquetas comparativas.

@ Rene

Es complicado. A mí me parece que Luis Suárez hizo lo correcto. El reglamento dice que un jugador puede canjear esa parada por una tarjeta roja y es lo que hizo. Sin causar daño físico a nadie. Me dolió un montón, pero me pareció ético.

Es como cuando se dice "Es que ese jugador hace muchas faltas". Hacer falta es parte del fútbol. Como dar un pase o chutar a portería. Lo que es anti ético y censurable es la violencia.
Excepcional artículo, mis felicitaciones. Un perfecto retrato de los comienzos y explosión de este gran jugador uruguayo.
A veces cuestionado por determinadas actitudes impropias, pero que creo que ha ido corrigiendo y me alegro por ello.
Sí señor, este Luis es todo un jugadorazo. Se habla mucho del Mundial que hizo y de su mano. De Uruguay en el Mundial 2010, me quedo con Forlán, Diego Pérez y Muslera. No tengo grandes recuerdos de Luis; no sé si es que esperaba algo más de él o no me convenció los suficiente. Lucho es un jugador al que sigo desde que estaba en Ajax (aún recuerdo cuando jugaba con Huntelaar y el Madrid fichó al menos bueno; perdí los nervios con eso) y que también he seguido en el Liverpool (fue a sustituir a Torres).

Me parece un delantero increíble; más completo que Falcao y Lewandosky, con más clase que Cavani, con más gol que Agüero y más joven que Ibra. Probablemente sea el mejor delantero centro del momento (Messi y Cristiano no los meto aquí).
Ostras @Abel," la mano de Luis en mi partido favorito de la historia de los Mundiales es el punto de inflexión anímico". Es rotundo esta afirmación. ¿En qué lugar pones la prórroga Alemania - Italia del Mundial 2006?. Fue la requetepera. Y no con esto quiero abrir un debate de cual es el mejor momento de los Mundiales más recientes. Luis bien se merece un porrón de artículos.
@ José Luis

Lo he dicho muchas veces. Es mi partido favorito y, a su vez, el día más duro que he vivido como futbolero. Yo estaba muy involucrado con la Brasil de Dunga porque me parecía que recibía un trato injusto y que jugaba muy bien. Contra Chile en mi opinión completaron un partido excelso y la primera mitad contra Holanda fue tremenda, con un Robinho... pf. Qué Robinho. Qué Robinho. Y de repente, KO. Dos jugadas y Brasil rota, sin esperanza ni capacidad de reacción. La nada, consumida por el miedo.

Y horas más tarde, mi equipo de la alegría que era Ghana, cayendo como cayó, tras un partido brutal de Boateng y una prórroga de Gyan que jamás olvidaré. Y luego lo de Suárez, y la tanda. Buah.

Ese día jamás se me olvidará.
No he visto demasiado a Uruguay, pero como comenté en el texto de Tabárez, Luis Suárez es este, no hay más. Su condición de hérore es innegable. Ya lo demostró en el Mundial con aquella mano, sin pensar en la jugada antideportiva, solamente en salvar a su país de la quema. Tira de los charrúas al igual que tira del Liverpool. ¿Quién no querría al Pistolero en su equipo? ;)
"Es el mejor futbolista con el que me ha tocado jugar".

Steven Gerrard

Con esto ya se dice mucho.
@ Filipe Nunes

Buenísimo ^^

@Letissier

Pues dice mucho eso de parte de un futbolista que ha compartido equipo con Terry, Ferdinand, Xabi Alonso, Lampard o Rooney entre otros.
@Abel

Me gustaría que explicaras un poco más eso de que "un jugador puede canjear esa parada por una roja". Entiendo lo que dices, pero me parece que el reglamento no está pensado así. Es como si dijéramos que la ley contempla que puedas canjear cometer un delito por ir a la cárcel o pagar una multa...

En mi opinión eso son castigos y no precios. Existen para evitar que esas cosas pasen, no para que la gente "compre" el derecho a hacerlas. Un buen ejemplo es que saquen tarjetas por reiteración de faltas. Si se pudiera canjear una patada por una falta, eso no existiría. Qué pasa? Que no queremos que haya muchas faltas y por lo tanto, castigamos para que no se repita.

Repito, entiendo tu planteamiento y en parte hasta estoy de acuerdo, pero me gustaría saber qué opinas de este punto de vista ;)
@Abel

"Pues dice mucho eso de parte de un futbolista que ha compartido equipo con Terry, Ferdinand, Xabi Alonso, Lampard o Rooney entre otros."

Después de escribir la frase de Gerrard, me he quedado pensando con que grandes grandes jugadores ha jugado en su club, y la verdad es que me vienen poquitos a la cabeza... y tú con tu frase creo que me has acabado de confirmar la certeza de que Steven no ha tenido en su equipo a muchos graaaandes jugadores, ya que de la terna que me has dicho sólo Alonso jugó con él en Merseyside. Que curioso xD .

Luis Suarez, Torres 2008, Alonso, si me apuras Owen o Carra... En fin, eso es otro debate.
@migquintana
Como seguidor de los reds que soy, la marcha de Suárez me hubiera hecho mucho daño, al menos esta temporada... Todo el mundo apoyándole en los momentos difíciles y queriendo por encima de todo que siguiese en el club. Al final no nos dio el disgusto!
Yo no puedo evitar pensar que, por muy humana que fuera aquella mano, fue muy muy muy injusta para los rivales. Yo creo que eso se aleja bastante del Fairplay que la FIFA tanto se esmera en anunciarnos. Yo no puedo ver a un héroe que se salte las normas. Para mi el héroe es el que es capaz de ganar aun con esas normas en su contra.

Aun así, que le entiendo perfectamente. Es un jugador muy muy bueno, pero que a mi nunca me ha enganchado. Quizás por eso sea más negativo con su actuación...
Para mi, a Luis Suarez le falta aún un paso importante en su carrera que es ir a un grande, más grande de lo que ya es el Liverpool. Puede que dé ese salto, o puede que termine seducido por algún proyecto nuevo al amparo de petrodólares modernos.

Si tiene la oportunidad y finalmente da este paso que comento se verá quien puede llegar a ser, y de lo que yo creo que es capaz en una dimensión mucho mayor. Calidad y raza tiene de sobra para ser aún más grande.

Y como dice el maestro Julio Cesar Iglesias... "Ustedes perdonen..."
Tremendo jugador, puro caracter. El y Torres son los dos grandes delanteros que ha tenido el Liverpool desde la marcha de Owen.
Lo de la mano de Luis Suárez es un poco Batman. Es una heroicidad y una acción muy ética, aunque seguramente injusta y de moralidad relativa. Es un reflejo de humanidad. De amor, de pasión y de grandeza. Es un momento inigualable.
Su gran salto se dió en la copa america, hay mostró que tenía mimbres de jugador top. En general no me gusta mucho su actitud provocadora en la cancha aunque en particular no le pongo pegas a aquella famosa mano, me parece un hecho que hace parte de la naturaleza misma de este juego, Que la regla no se hizo para canjear roja por gol? pero eso en todo caso será culpa del reglamento, no de suarez sabe como va el tema y aprovecho para sacar ventaja. Tema aparte cuando comete agresiones sin balón o provoca de manera gratuita que no me parece nada ético y desde luego no lo justifico.
Pero volviendo al tema fútbol precisamente comentaba ayer (en uno de esos comentarios que sobreviven al tiempo y la marea ;) ) que uruguay me parece un rival sumamente peligroso capaz de armar un lío ante cualquier grandes. Un poco como a portugal los charruas tienen enormes problemas cuando se les exige llevar el peso del partido, pero en caso contrario doble linea de 4 y cavani con suarez arriba haciendo diabluras, pueden dar la sorpresa ante cualquiera.
@DavidLeonRon

Lugano esta demasiado lento, la última vez que lo ví Messi lo paseo por toda Córdoba
Le queda la garra y el carisma pero en el mundial eso no basta, los otros defensores de Uruguay si están en muy buena forma
Como argentino prefiero mil veces enfrentarme a equipos como Colombia o Chile que supuestamente juegan mejor, que a Uruguay, mas por los puntos.
Gimenez y Godin no os pareceria un buen tandem, a pesar de la juventud del primero??
Se habla tanto de la mano de Suárez y tan poco de esta... http://www.youtube.com/watch?v=TGfAfYcELZA

Ni expulsión. Una más del esperpento que fue el camino de Argentina hacia su primer título Mundial.

Grande Luis Suárez.
@ Alvei

Bueno, el fútbol es un juego. Lo otro es la vida.

En el minuto 1 de un partido, si un delantero supera al último defensa y éste solo tiene opción de agarrar o dejarlo seguir, lo deja seguir. Si es el minuto 90, lo agarra y lo echan.

Dices que esa roja a Luis Suárez no era un precio, sino un castigo. ¿Y qué era recibir un gol en el minuto 119 de unos cuartos de final de la Copa del Mundo?

Siempre partiendo de una máxima que no se nos debe olvidar: ésto es un juego. Lo peor que puede pasar en un partido de fútbol es perder. No es morir, pasar hambre o que te alejen de un ser querido. El fútbol es un juego.

@ DavidMenéndez

Yo no hablo de engañar al árbitro, de hacer la mano "sin que se den cuenta". Eso es saltarse el reglamento, es mentir y es anti-ético. Pero parar un balón con la mano es una acción del juego que se salda con una tarjeta roja. La paras, te vas a la calle y punto. Es una acción del juego. Del juego que es el fútbol.

Es como hacer 15 faltas para que tu rival juegue más lento. La falta es un recurso futbolístico. A mí me gusta que los equipos chicos hagan más faltas que los grandes. Me molesta, de hecho, cuando no es así, porque me habla de falta de agresividad, de ganas de ganar, y eso es pecado.
@ David

"¿está Uruguay capacitada para repetir el trabajo defensivo de sus mejores momentos? "

En la fase final de la eliminatoria hubo señales de recuperación, ganaron 4 de sus últimos 5 partidos y a Colombia la tumbaron apelando a un cerrojo con el que los cafeteros no fueron capaces. Por nombres no creo que sean menos ahora que en el 2010 (ya no está forlán pero a cambio suarez y cavani llegan en el mejor momento de sus carreras), a saber si llegarán igual de inspirados para brasil.
@Mano de Suárez
Es un poco curioso como se le puede adjudicar a Suárez haber hecho trampa, o algo poco ético e inmoral en la cancha de juego... es como si nos olvidáramos que tras la mano, Ghana recibe superioridad numérica y UN PENAL!!!!!! Lo de Suárez nunca fue una trampa, fue una falta. Una falta correctamente identificada y sancionada, así de simple. No entiendo mucho la idea de Ghana siendo "victimizada" con un tiro a doce pasos del arco sin ningún defensa entre Muslera y Gyan. No me cuadra.

@Uruguay
Tras la caída de Forlán, quien era el jugador que mantenía pegada las líneas y daba sentido a ese estilo rocoso del resto del equipo, me dio mucha pena que jugadores como Alejandro Gonzáles y en especial, Nico Lodeiro, no lograran asentarse en el once titular. Gonzáles ha logrado obtener un rol como generador de posesión para cerrar partidos, pero lo de Lodeiro se veía tan promisorio desde su irrupción en la Libertadores. Era el señalado para darle fútbol a ese mediocampo y conectar con los de arriba. En cambio, el chico cae en la sobre-excitación y termina marcando partidos muy pobres, más de uno yéndose expulsado. Yo, probablemente, lo seguiré esperando.
Uruguay y Uruguay, no tienen las mismas virtudes y defectos de cara al mundial ? delanteros a los que les gusta correr , poca creación . Creo que Uruguay tiene a favor mayor solidez defensiva cuando repliega ( argentina no la tiene ni cuando repliega ni cuando ataca )...
@migquintana

Si, a Argentina y Uruguay, es más , creo que cuando llegue la hora de la verdad, sabella va a terminar jugando el 4-4-2 que pone el Maestro actualmente. El pipa todos los boletos a ser el " sacrificado "...

Salvo Chile, creo que las 4 selecciones de la Conmebol que van al mundial , se sienten mejor esperando y saliendo a la contra...
@Abel

Está claro, las reglas de los juegos no son tan serias como las de la vida, ya lo ha dicho DavidMenéndez, que comparar una cosa con la otra quizá sea injusto.

Respondiendo a tu pregunta, pues no recuerdo el partido y quizá, fuera como fuera, recibir un gol en ese momento, sería injusto. El tema está en que el gol lo recibes sin que se rompa ninguna norma del juego. Nadie ha cometido una ilegalidad, Suárez sí. Ojo, yo soy el primero que lo defiende y en su situación, haría exactamente lo mismo. Ahora bien, hace algo ilegal y por lo tanto recibe una sanción.

La clave está en decidirse si el espíritu de la regla es el que tú comentas o lo que yo he propuesto. Porque si las normas están para que en un ideal, se cumplan, quizá habría que cambiarlas para que esa jugada fuera gol. Ahora bien, si se trata de poner normas como peajes o precios, bien, no me parece mal, pero entonces cambiaría cosas. Habría que empezar a ser mucho más permisivos a la hora de arbitrar. Porque es eso, un precio no se vuelve más caro porque tú lo pagues muchas veces. Como comentaba, la tarjeta por reiteración, dejaría de tener sentido.

@DavidMenéndez

Es que es eso, se podría debatir mucho tiempo. Digo lo mismo que le decía a Abel, creo que hay una falta de consenso en la finalidad de las normas. Para qué están? Para que se cumplan? Para que uno simplemente dude si cumplirlas o no? No sé, es como las sanciones ejemplares. Son injustas? Sí, pero oye, si queremos que no se repita, quizá valga la pena.

Me parece que en ese sentido los demás deportes son un poco más serios y los reglamentos se cambian con mayor frecuencia. Ya vemos lo que pasa con las barreras en las faltas... Lo que les está costando introducir algo tan simple como el spray.

Bueno, me estoy desviando un poco de la filosofía Ecos, así que no sigo xD
@ Alvei

"Porque si las normas están para que en un ideal, se cumplan, quizá habría que cambiarlas para que esa jugada fuera gol."

Puede ser. Pero en ese caso, el último responsable del "error" sería Suárez.
Jamesfrancisripwood's avatar

Jamesfrancisripwood · hace 591 semanas

@Mano de Suárez
Para mí lo de la mano de Suárez es el guión perfecto para un partido épico en un mundial. Optaba entre la certeza de que se iban a casa o darle una oportunidad a su equipo de seguir sin él y eligió lo segundo. Y le salió bien.

Además no intentó saltarse el reglamento, sabía que se lo iban a aplicar rigurosamente y decidió que merecía la pena, si a mí en lugar de un instante me dan una semana para reflexionarlo, decido lo mismo.

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