Jugar sin tu mejor hombre ante los dos rivales más complicados del grupo -a domicilio frente el más difícil-, una competición donde la velocidad es x2 y han pasado cuatro años desde que la visitaste, suena tan sumamente laberíntico que cuesta, cada vez menos eso sí, asimilar el impacto de lo sucedido. Ayer el Atlético de Madrid arrancó el partido en inferioridad rítmica, sin Diego Costa, sin Koke –suplente- y con marcador adverso. Eso en una bolera es un split; un solo lanzamiento y dos bolos separados al menos por uno de distancia. Pero para Diego Simeone, las carambolas definen su sustento. Es como un asceta en el alambre.
Mangala, Otamendi, Fernando, Danilo, Alex Sandro. Mordiendo
El alambre lo tensó el Porto de Fonseca, que sea entrenado por el ex Paços, por Vitor Pereira o por Andre Villas-Boas, cuando suena un pitido en Do Dragao… prepárate. Al Atleti le superó el ritmo portugués. Es el perfecto resumenJackson venció en cada duelo, desglosado en la capacidad de Jackson Martínez para imantar la pelota, de la que hace un satélite gravitatorio de su figura, la verticalidad de sus interiores y extremos para desde ahí empujar con Danilo, Sandro, Fernando y Mangala. Volvió a verse una intensidad muy potente, como ya vimos ante el Málaga. A los seis primeros hombres del Atlético –delanteros y centrocampistas- tal demostración de intimidación les dejó girados como una peonza, hasta el punto de desubicar su vertical. Cuando el Porto la perdía jugando a una enorme velocidad, el jugador del Atlético estaba doblado tres veces, como un folio, sin saber ni hacia quién y cómo transitar.
Aquí se echó en falta, obviamente, a Costa. Villa y Baptistao no podían siquiera recibir la pelota, pues entre la desorientación general y la agresividad de Fernando y Mangala, el Porto reseteaba la jugada y sus laterales podían subir un escalón para jugar con ventaja. Los de Simeone se quedaron sin transición. El Porto jugaba arriba y de cara pero no terminaba de someter hasta verse con Courtois. Seguramente la gran diferencia con el de los últimos años, es que este proyecto portuense ha perdido calidad en “todo lo que sucede tras Jackson”, al menos hasta que Juan Fernando Quintero demuestre su joven potencial. Su compatriota Martínez sigue ganando todos los duelos individuales, porque de espaldas es el mejor 9 de la actualidad, pero le falta calidad neta a sus interiores, Defour y un desgastado Lucho González.
La configuración posterior del Atlético desniveló el choque
Tras el descanso comenzó un banquete de decisiones trascendentales desde el banquillo visitante. Simeone retiró a Villa, que tocó dos veces la pelota, para dar entrada al Cebolla RodríguezVilla no pudó sin Diego Costa. El preparador argentino lo explicó así para los micrófonos de Canal Plus: “Mangala y Otamendi estaban anticipándose en todas las acciones a Villa y Leo; decidí que mis jugadores jugaran hacia fuera, retrasé a Raúl García para fortalecer el mediocampo, puse a Leo en banda y a Cristian en derecha”. Como sucedió en el derbi, Cholo aisló del juego a los centrales, quitándole las referencias –dos puntas para dos marcadores- colocando a Arda Turan de falso 9 en un 4-1-4-1, con un fantástico Tiago en el mediocentro y sobre todo, bajando la altura del bloque, para resaltar la circunstancia que decrecentaba la determinación de los centrales locales en el juego. El Porto bajó su intensidad y tuvo que jugar a crear espacios con el balón y no sólo desde la agresividad.
El contexto táctico del encuentro giró 180º y, tras la entrada de Koke, el Atlético se hizo dueño del partido hasta la jugada que define la carámbola citada en el inicio. No fue un Atlético productivo, pero le robó el juego de cara a su oponente, rodeó al poseedor con dos y tres futbolistas, fruto de la mejor ubicación colectiva con respecto a la posición del balón y al control del espacio, y fue ganando metros hasta dar con la pelota parada. En otro farol más en el haber de su entrenador, salió cara y el lanzamiento derribó dos bolos separados. Difícil de creer… si no fuese Diego Pablo Simeone su lanzador.
@RdGarca 2 octubre, 2013
1) Es que no quedar en el top 3 de entrenadores para el balón de oro este año sería incomprensible, Simeone es un genio que ha demostrado que domina todas las facetas del juego. Para eliminar a este Atleti de Champions, se deberá tener mejores individualidades, ganar en la pizarra y currar más. Difícil juntar las tres.
2) Villa ha sido lo que esperaba que fuera, no aporta mucho al equipo. O anota muchos goles o a partir de enero será reemplazado por Leo o Adrian