El pueblo galés presume de ser descendiente directo de la tribu de los britones y, por tanto, los verdaderos y más antiguos británicos. Fueron los últimos en rendirse a los invasores germánicos y defendieron con valentía y arrojo su territorio. El mítico Camelot es situado por algunos en Gales y el propio Rey Arturo, a caballo entre la leyenda, la historia y la ficción, era britón y, por tanto, galés. A los habitantes de esta tierra se les tiene por tipos nobles, bienintencionados y orgullosos de su país y de esa divertida/incomprensible lengua que es el galés (escúchenlo hablar y quizá pensarán que les están tomando el pelo).
Ubicado en el oeste de la isla principal británica, está cuajado de montañas, valles, parques nacionales y una bellísima costa que mira directamente a Irlanda, separados por un mar que una vez no existió. Dicen de ellos, además, que todos son primos: en cada casa hay un Jones y un Davies. De hecho, los apellidos galeses -un nombre de pila con el añadido del sufijo “s”- son los más comunes de todo el Reino Unido. Sin embargo, por algún motivo extraño, Gales es un país menos visitado y más misterioso que Escocia, Inglaterra, Irlanda e Irlanda del Norte. Hay menos estereotipos sobre ellos que hayan traspasado fronteras. Sabemos que los escoceses son tipos afables que beben whisky y llevan falda pero, ¿qué hacen los galeses?
Quizá el desconocimiento sobre este territorio venga, al menos en parte, de que los galeses nunca han destacado demasiado en dos ámbitos en los que sus vecinos sí han alcanzado fama mundial: el fútbol y el rock. Por supuesto que ha habido -y hay- figuras galesas del balompié y quizá Gareth Bale, Ryan Giggs y Aaron Ramsey les haya situado en el mapa mediático con más fuerza que nunca. Echando la vista atrás, casi cualquier aficionado recordará a Ian Rush, John Benjamin Toshack, Mark Hughes o Craig Bellamy. Otros notables de la lista incluyen a Neville Southhall, Gary Speed, Dean Saunders, Simon Davies, Paul Jones, John Charles, Billy Meredith y así decenas más.
Sea como sea, Gales sólo ha jugado un Mundial: Suecia 1958. En la Eurocopa, su mejor resultado es unos cuartos de final en 1976, aunque por aquella época todavía se jugaba en formato ida y vuelta, al estilo de la Champions actual. No es un gran bagaje. Respecto a clubes, la presencia de Swansea y Cardiff City en la Premier confirma la buena salud del fútbol galés, aunque con escasa experiencia internacional.
En la música ocurre parecido. Claro que hay grupos galeses pero, tanto en el pasado como en la actualidad, la comparación palidece frente a sus vecinos inmediatos. De hecho, se puede trazar un paralelismo futbolístico-musical que nos muestra dos ámbitos bien representados en el espectro amateur y local, pero con pocas excepciones que hayan alcanzado fama mundial. Con un rasgo común, además: un cierto toque de genio y personalidad propia que los distingue.
La escena musical galesa posee artistas de éxito desde los años 60 en adelante: Tom Jones, Mary Hopkin, Badfinger, Shirley Bassey, John Cale (The Velvet Underground) y The Alarm pueden ser sus nombres más destacados. Sin embargo, algo pasó a finales de los 80 y, sobre todo, en los 90, que fraguó la que quizá haya sido la única explosión musical galesa con entidad propia. De repente, hasta se hablaba de un sonido galés, aunque la etiqueta era demasiado ambiciosa: cada grupo tenía su propia personalidad y no existían demasiados elementos en común.
En todo caso, en las páginas de revistas como Melody Maker, NME, Select o Q de la noche a la mañana era habitual encontrarse con entrevistas y artículos sobre Manic Street Preachers (quizá el gran grupo galés), Super Furry Animals, Catatonia, Stereophonics, Gorky’s Zygotic Mynci, Helen Love, Jack, Feeder… Bandas de pop-rock indie, con cierta consciencia de outsiders y, algunos de ellos, de marcada personalidad. De ellos, nos quedaremos con Manic Street Preachers, Super Furry Animals y Gorky’s Zygotic Mynci, quizá los tres ejemplos paradigmáticos.
La historia de Manic Street Preachers es una de las más apasionantes del rock británico de las dos últimas décadas. Originalmente formados en Blackwood por James Dean Bradfield, Nicky Wire, Sean Moore y Richey James, combinaron desde el principio la estética glam con una marcada actitud punk y se convirtieron casi inmediatamente en una banda de culto. Su intención fue publicar un primer disco, “vender 20 millones de copias” y separarse. Por suerte, no sucedió ni lo uno ni lo otros y los Manics siguen de plena actualidad, con nuevo disco y casi 25 años de carrera a sus espaldas. Momento clave: la misteriosa desaparición sin rastro de Richey James en 1995. Su coche se encontró aparcado en un puente del río Severn y ya no se volvió a saber de él. Trabajos recomendados: The Holy Bible (1994), Everything Must Go (1996), Journal For Plague Lovers (2009) y Rewind The Film (2013).
Gorky’s Zygotc Mynci, por su parte, ha girado siempre en torno a Euros Childs, cantante y compositor de tendencias genialoides y absoluto talento para la melodía. Personalísimos, heterodoxos y psicodélicos, los de Carmarthen trazaron una carrera única hasta su final a principios del nuevo milenio, momento en el que Childs inició una igualmente interesante carrera en solitario. Gorky’s jamás gozaron de un gran éxito, pero sí se ganaron el respeto de la crítica y el apasionamiento de sus fans. Trabajos recomendados: Barafundle (1997), Spanish Dance Troupe (1999) y The Blue Trees (2000).
Provenientes de Cardiff, Super Furry Animals siempre han estado cerca de la locura psicodélica de Gorky’s, pero con un punto más rock frente al folk del grupo comandado por Euros Childs. Sus nueve álbumes de estudio conforman un canon sólido en constante evolución y búsqueda sonora que, por momentos, alcanzó un inusitado éxito comercial. Los discos en solitario y proyectos paralelos de Gruff Rhys, el inquieto cantante de la formación, resultan igualmente recomendables (en especial el último, Hotel Shampoo, de 2011). Trabajos destacados: Guerrilla (1999), Mwng (2000) y Rings Around The World (2001).
Lista Spotify –«Esos locos galeses”
@DanKlamstein 11 octubre, 2013
Gorky's Zygotic Mynci y Super Furry Animals en un articulo de Ecos, es lo que me quedaba por ver. Muy bueno todo siempre, sois mi cola-cao diario.