No es locura pensar que Messi haya sido el jugador más determinante de la historia. Su influencia en el marcador es tal que un disparo suyo que no acaba en gol se siente casi como noticia. Los superpoderes de Leo suponen una esperanza eterna para sus equipos. El argentino es un poco como el Sr.Lobo –aquel personaje de la película Pulp Fiction–; es llamado cuando alguien necesita resolver un problema. Para el Barcelona, que siempre ha de ganar, un 0-0 a falta de 20 minutos constituía uno importante, así que Tata agarró su móvil y comenzó a marcar las teclas. Era la medida más obvia, aquella que absolutamente todos tomarían. ¿Qué pasó? Que no funcionó. No digan que no es cachondo el fútbol…
El fútbol volvió a burlar a la lógica de la manera más imprevisible
A Osasuna se le estropeó parte del plan nada más pitar el árbitro. En un mal gesto, Sisi se hacía añicos la rodilla de la manera más innecesaria. Por desgracia, tras el partido confirmamos la gravedad de la lesión. Osasuna pierde para varios meses a uno de sus jugadores más habilidosos y capaces con el balón. Gracia dio entrada a Onwu, pasando a De las Cuevas a la banda derecha. Cambiaba la calidad de las piezas aunque las intenciones serían las mismas. Osasuna mantuvo su 4-4-2, con la línea defensiva adelantada y una presión algo más comedida que en los tiempos de Mendilíbar. Los pamplonicas solo intentaban robar la pelota a partir del círculo central. Comodidad para Bartra y Puyol. Quizá demasiada.
Como siempre que enfrenta a dos puntas, el Barça bajó a Busquets para crear la superioridad en salida. Ahí el mecanismo es conocido: Xavi ocupa la posición de mediocentro, la recoge y distribuye.F.Silva y Lolo no podían con Xavi, Iniesta y Neymar El “6” volvió a evidenciar que se encuentra en un buen momento, con mucha presencia en el juego y más chispa que hace unos meses. La diferencia, no obstante, estuvo en el acierto de Iniesta. El manchego, sin romperla, esta vez sí tuvo peso real en el encuentro. Andrés aceleraba y encontraba por dentro a Cesc con bastante frecuencia. Tanta que el Tata pensó que mejor que esas pelotas las tocara Neymar. El brasileño pasó al medio y desde ahí comenzó a sembrar el pánico con sus regates. De su atracción se benefició un Montoya que exhibió su potencia para subir pero que anduvo con el pie torcido toda la noche. La imprecisión hizo que el Barça rematara poco a gol pese a asustar más de lo que decían las estadísticas. Gato Silva y Lolo, doble pivote local, no daban abasto con tanto trabajo.
Por suerte para Osasuna, el fabuloso Arribas mantenía el orden de su zaga, haciendo que esta no perdiera la colocación ni en situaciones de máximo riesgo. Pese a ello, al conjunto rojillo le quedaba cada vez más lejos la portería de Valdés. Y cuando se acercaban, Bartra y Puyol corregían en acciones de mérito. Tras 200 días sin pisar el verde, Carles nos recordó el inmenso talento que tiene para jugar al fútbol.
Pese a rematar poco, el Barça no desagradó en la primera mitad
El arranque de la segunda parte acentuó si cabe el dominio culé. Cesc y Neymar se instalaron definitivamente en la falsa doble punta y Osasuna, que olía a rendición, ya no tenía modo de pararlos. Las causas del cero en la puerta de Andrés Fernández fueron dos: por un lado, nuevos milagros de Arribas, que sacaba in extremis todo lo que le llegaba. Tremendo partido el suyo. Por otro lado, el desacierto en el remate del Barcelona, resumido en un Cesc que falló alguna infallable. Los azulgranas no demandaban cambio alguno pero claro, ¿cómo resistirse ahí a no sacar al futbolista que jamás yerra un disparo?
En Ecos solemos comentar –porque además creemos en ello– que las decisiones de los entrenadores parten siempre de una superioridad analítica con respecto a nuestras opiniones, y que los esfuerzos por nuestra parte han de ir El Xavi por Leo no fue positivodirigidos a comprender dichas decisiones. Como explicábamos arriba, la entrada de Messi no puede ser más sencilla de entender. Faltaba pegada y Leo no falla. La salida de Xavi es más compleja. El Barça le estaba encontrando muy arriba y eso es señal de peligro. Martino debió pensar que la superioridad barcelonista era tal que recibir a esa altura estaba garantizado y que la movilidad y ruptura de Fábregas era más rentable para aprovechar las atenciones que suscitaría Messi. No fue así. El Barça se hizo lento en la transición defensa-ataque, en parte por no disponer de la seguridad de Xavi. Hubiera dado igual con un gran Messi, pero Leo está lento. Tras tres semanas de baja es comprensible, si bien hay algo en el físico de la Pulga que preocupa. Milan y Madrid nos dirán más cosas.
Messi fue un pecado en el que hubiera caído cualquier mortal
La otra sustitución tampoco le salió bien al Tata. Pedro había completado un partido planísimo pero sin llegar a restar. Apoyaba cuando tocaba y liberaba la banda para las subidas de Montoya. Buscando profundidad directa, Martino situó a Tello en la derecha, donde cuesta encontrarle virtudes. De repente, el Barça se quedaba sin juego alguno en el carril diestro y sin movilidad en el medio. Aparecía la rigidez y la lentitud cuando menos se podía esperar. Los navarros recobraban fuerzas al ver la pelota más cerca e incluso se daban el gusto de salir a través de las carreras de Onwu, que se dejó el alma para refrescar a su equipo. Osasuna sacó un empate que mereció, si bien la victoria del Barça no habría ofendido a nadie. En La Liga de los 100 puntos no ganar siempre duele pero no fue una tarde negra para los catalanes. Ahora llega San Siro y Real Madrid. La auténtica prueba. La que llevan casi dos años sin superar.
Abel Rojas 20 octubre, 2013
¿Osasuna decidía defender más abajo o el Barça le obligaba a ello?
Para mí, lo segundo. Osasuna incluso jugó durante mucho tiempo con dos 9s y obligando al Barça a meter a Busquets entre centrales, algo que casi siempre le cuesta sensación de dominio, y sin embargo el Barça lograba alcanzar la mediapunta y pasar allí el tiempo. Cosas de Xavi e Iniesta, a quienes el enorme trabajo de desmarques de Cesc y Neymar -me gustó el juego entre ambos en el primer tiempo- les dio bastante espacio.
Para mí, Osasuna no hizo el partido que quiso, sino el que pudo.
Y como sabía que esa posibilidad existía, desde luego la defensa de la frontal la tenían trabajada. Y como tienen a Sergio Arribas… pues resistieron bien. Quizás, sí, con la ayuda del Tata. Lo de Xavi salió mal como pudo salir bien, él lo haría por algo. Lo de Tello fue extremadamente raro. Supongo que lo hizo porque veía a Pedro muy cansado y tenía que tocar algo…
En casos en los que el Barça gana metros con facilidad, Iniesta produce más como extremo que como interior. Claro que no sé si sin Iniesta de interior el Barça los hubiese ganado así.
Pero tengo ganas de ver a Neymar-Messi-Iniesta. Recuerdo partidos formidables de Andrés en la derecha.