Seguramente, Diego Simeone haya aprendido de todos los técnicos que le entrenaron durante su carrera deportiva aunque siempre mencione a dos: Marcelo Bielsa y Sven Goran Eriksson. Argentina y Lazio. Por diferentes motivos. En su naturaleza se observa el ambiente competitivo y ganador del Calcio italiano, y la intensidad y la pasión como efecto contagioso del Loco rosarino. De alguna manera, no de forma compilada o agregada, Jose Mourinho atesora ambas circunstancias. Competir, ganar y no dar partido por sentado. Más es más. De ahí la gran admiración del Cholo por el portugués.
Raúl García volvió a ser importantísimo. Trabajo, remate y gol
Uno de los planteamientos más utilizados por el de Setúbal, sobre todo en eliminatorias o partidos importantes, es el de jugar a un ritmo altísimo con y sin balón durante 15 minutos, buscarPresión + gol Replegar, salir adelantarse en el marcador a través de crear una enorme confusión en el oponente y, con marcador a favor, replegar y salir con espacios para dominar psicológicamente el desarrollo del encuentro; axioma casi innegociable en este Atlético de Madrid. Y más tras una derrota. Dejaron de contarse, al pasar de destacable a común, las veces que el conjunto rojiblanco se adelantaba en los primeros 10-20 minutos, muchas de ellas a balón parado. Ayer no fue menos. No hubo balón parado porque bastó la agresividad de Costa, Koke, Filipe y Raúl –cada vez convence más como segundo punta en un mayor número de planteamientos- para revolucionar el campo con arrastres, pases precisos, progresión al área y remates a gol. Si pueden, vean los primeros 30 minutos del apellidado Resurrección.
Aunque hay que poner una coma a la ya sabida inferioridad del equipo austríaco. Y es que no jugó junto ni defendió abajo. De hecho jugó mal la primera media hora. Los diez jugadores de campo querían abarcar terreno –se observó en la realización como Bjelica mandaba a sus hombres a buscar arriba al rival- sin cerrar espacios con sus correspondientes ajustes. Al Atleti le bastaba llevar el balón a la banda, devolverla al centro y que Tiago jugará en vertical para una posición intermedia, normalmente la de Koke. Simeone esperaba una defensa posicional más exigente, como la que sufrió el Zenit, pero incluso terminó encontrándose facilidades para correr en jugadas iniciadas desde Miranda o Alderweireld.
La reacción vienesa otorgó valor al partido. Rondaron el gol
Con 0-2, el Austria interpretó que no tenía nada que perder y se quitó cualquier complejo dejando 25 minutos de elogiable carácter y gran mérito en el plan trazado en ese tramo. Comenzó a despreocuparse,Mader y Royer, Buenos minutos el primer control de cada futbolista salía con acierto, había movimientos profundos y agresivos alrededor del poseedor, hasta hartarse de poner centros laterales y reiniciar su juego por bandas una vez conseguidos todos los rechaces. Conectaron definitivamente con la grada. Royer, Hosiner y la zurda de Mader a banda cambiada impactaron sobre manera en el encuentro y, con la entrada de Kienast, minutos antes, el equipo local pisó el área con convicción, estrellando un balón al larguero y asustando con un fantástico disparo tras el descanso.
Como el Atlético está concebido para defenderse con su posición y no a través del balón, no sorprendió el contexto del encuentro en esos minutos, pero ante tal diferencia de calidad, viendo como el acoso se acrecentaba, el análisis desde fuera, coincidente con el de Manu Sarabia, comentarista del partido, era que el Atlético necesitaba 5 minutos de posesión para suturar el golpe. Creo que no pasaron ni 30 segundos entre la opinión de Sarabia y el 0-3, definido desde una jugada elaborada y paciente para encontrar la aparición de Insúa y hacer de Costa el bigoleador de la noche. Después, ahí sí, se terminó el partido. El físico no le aguantó al Austria y el marcador se cerró definitivamente.
@migquintana 23 octubre, 2013
El partido del Atlético de Madrid es de equipo que juega la Champions League cada año. Contundencia, seriedad y oficio. Se juega cómo quiere el tiempo que quiere y donde quiere. Un control absoluto de la situación. Es verdad que en frente estuvo un Austria de Viena que demasiada oposición no puso, pero esto es la Champions. Aquí todo tiene mérito. Y si en las tres primeras jornadas acumulas tres victorias… pues… qué vamos a decir. Ya sabíamos perfectamente lo que era este Atleti.
Por individualizar un poco, coincido bastante en el análisis de Arroyo. Importantísimo Tiago en la base de la jugada para filtrar pases constantes en vertical. Muy presente Filipe Luis en todo momento. El pie de Koke sigue siendo determinante en grado sumo, aunque ayer ''sólo'' diera el penúltimo del primer gol. Raúl García es una pieza de muchísimo valor, porque no sólo te da agresividad a la primera línea de presión sino que luego simplifica todo el ataque de forma acertada. Creo que este ha sido el partido en el que más ha jugado en su posición de Osasuna… y el éxito fue total. Sobre todo porque, delante, tiene a Diego Costa.
Del brasileño ya hemos dicho todo, sin exageraciones, pero creo que hay que pedirle que mejore el último toque. Ayer tuvo dos ocasiones y marcó dos goles, así que creo que es el momento ideal. Su pie no es tan preciso como el de los mejores nueves, pero es que su cuerpo le delata cada vez que encara al portero. Siempre se ve donde la va a poner y, por eso, ayer el portero del Austria de Viena está a punto de pararle los dos balones. Cholo tiene trabajo ahí, pero con la mentalidad de Diego Costa me da que va a ser cuestión de meses el que ponga el cuerpo mirando para el palo largo y la ponga en el corto.