Aquella sub-20 campeona del mundo | Ecos del Balón

Aquella sub-20 campeona del mundo


La España sub-20 de Jesé, Óliver y Deulofeu ha visto como sus sueños de emular a sus hermanos mayores eran aniquilados por Uruguay en los cuartos de final del campeonato del mundo de la categoría que se está disputando en Turquía. El combinado dirigido por Lopetegui caía en la prórroga ante la selección charrúa y veía terminada su aventura antes de lo que la mayoría preveíamos. El éxito y las posiciones de honor han quedado lejos esta vez. Sin embargo, siempre he sostenido que el verdadero valor de estos campeonatos internacionales de categorías inferiores no es otro que el enriquecimiento del proceso formativo de la carrera de los jóvenes futbolistas. Jugar un Mundial y enfrentarse a equipos de juegos tan variados como Uruguay, México o Ghana supone una experiencia muy positiva en el desarrollo de las carreras deportivas de los seleccionados. O así debería de ser.

Quizá sea porque supuso el primer gran éxito internacional de la experiencia como aficionados al fútbol de muchos de los queIñaki Sáez fue el seleccionador comparten generación conmigo, pero al observar estos torneos uno siempre tiende a tomar como referencia aquel Mundial sub-20 disputado en Nigeria en el año 1999. Contra todo pronóstico, fundamentalmente porque España era una selección que si bien siempre había gozado de una tradicional buena salud en categorías inferiores nunca había conseguido plasmar ese buen nivel en los torneos a los que había acudido, el seleccionado de Iñaki Sáez se alzó con el título después de derrotar en la final a la también sorprendente selección de Japón.

Varios de aquella Sub 20 ya habían debutado en Primera.

En aquel equipo que llenó portadas y acaparó los informativos durante aquellas semanas brillaban con luz propia algunos futbolistas que ya habían debutado en Primera, como Pablo Orbáiz, Carlos Marchena o Xavi Hernández, jugadores todos ellos que acabaron consagrando sus respectivas carreras deportivas con notable éxito.

Sin embargo, en aquel combinado aparecían otros nombres. Otros nombres que apuntaban a protagonistas del futuro del fútbol español pero que, por unas razones o por otras, acabaron enterrados en el olvido con el paso de los años. A Francisco Javier Jusué no había quien lo moviera del eje de la zaga de aquella selección. Formado en la cantera de Tajonar, Jusué, que aún no había llegado a debutar con el primer equipo osasunista, apuntaba a referencia. Sin embargo, en algún momento, alguien destensó el hilo de su progresión. Diversas cesiones en Getafe o Recre y un definitivo paso atrás cuando terminó claudicando y refugiándose en el Grupo navarro de Tercera división. Finiquitó su carrera en las filas del CD Egüés.

Pero no fue, ni mucho menos, el único caso. Quizá uno de las desapariciones más llamativas y tristes sea la de Álex Lombardero. Su nombre lo recordaránÁ. Lombardero fue quien menos suerte halló muy pocos, pero él también fue uno de aquellos precoces campeones del mundo. Tras despuntar en el CD Lugo, Lombardero aprovechó el escaparate del Mundial para recalar en el Mérida, por entonces recién descendido a Segunda pero con un proyecto para tratar de asentarse en Primera. La apuesta salió mal. El Mérida acabó desapareciendo por problemas económicos y Álex tuvo que buscarse los cuartos en un sinfín de equipos (Ceuta, Díter Zafra, Alavés o Gramanet, fueron algunos de ellos). Con todo, lo peor estaba aún por llegar. Una enfermedad ósea degenerativa acabó forzando su definitiva retirada del fútbol cuando apenas tenía 27 años. El avance de la enfermedad era tan imparable que a los pocos meses de su retirada tenía que pedir ayuda para vestirse o atarse las zapatillas. Lombardero, campeón del mundo sub-20, es actualmente vendedor de la ONCE

El bota de oro de aquel Mundial sub 20 hizo carrera en Inglaterra.

A Pablo Coira, indiscutible lateral derecho de aquella selección, parecía aguardarle un futuro exitoso. Recién contratado por el Celta después de asombrar en las filas del Compostela, Coira vio como su carrera se iba difuminando en sus años en Balaídos. La falta de oportunidades lo acabó llevando al Alavés, donde tampoco consiguió asentarse. Terminó su carrera en las filas del Honvéd húngaro, alejado de toda repercusión.

El otro Pablo de aquel equipo era quizá algo más conocido. Pablo Couñago acabó aquel torneo coronándose como Bota de Oro del mismo, pero nunca consiguió hacer carrera en España. Con más de doscientos partidos en el Ipswich Town y una temporada final en el Crystal Palace, su carrera transcurrió fundamentalmente en equipos de tercera fila de Inglaterra, lejos también de los focos. Apuró sus últimos remates la pasada temporada en el Kitchee de Hong-Kong.



Aquella sub-20 campeona del mundo, escrito por Borja Barba


Comentarios (17)

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Recuerdo un Orbáiz dominando. Aquí me enamoré de un jugador por el que siempre he confesado verdadera pasión. Ahora con el boom de los centrocampistas creo que hubiese sido más valorado de lo que fue en su día.

Por cierto, ¿erro si recuerdo minutos de Xavi como mediapunta?

Desconocía la historia de Lombardero. Fuerte, sin duda.
Me surge una pregunta: de no haber nacido en el Barcelona, ¿en qué posición hubiera desempeñado Xavi su carrera deportiva? Creo sinceramente que como mediapunta.

@ Quin

Bueno, Bojan ha tenido varias oportunidades importantes. Por Juanmi y Sarabia aún no ha habido apuesta seria. Déjales fallar de verdad ^^

Couñago... yo creo que no era tan bueno :-P

Dicen que Schuster está enamorado de Juanmi.
Couñago fue máximo goleador y la prensa acreditada en Nigeria (importante matiz) le dio el Balón de Bronce como tercer mejor jugador. Por delante quedaron Keita y un jugador nigeriano, Pius Ikedia, en unas votaciones en las que seguramente influyó la mayor presencia de medios locales desplazados al torneo. Y claro, el jugador más resolutivo (aunque no el mejor) de un equipo ganador siempre tiene más opciones de llevarse premios que alguien de una selección como Brasil, que se quedó en cuartos de final.

Sobre Xavi, es verdad que se descolgaba mucho en ataque por el buen trabajo de Orbaiz (y de los extremos, Barkero y Varela, que cerraban bastante bien sus bandas), pero el mediapunta del equipo era Gabri, que jugó también un grandísimo torneo. En realidad todo el equipo se mostró muy serio y consistente; por eso ganaron, claro.

Y con respecto a la evolución, el salto principal es el de aprender a competir con gente de más edad y experiencia, capaz de "secarte" usando más armas que las que conocen los rivales de tu edad a los que te has enfrentado (y a los que has superado con facilidad) hasta entonces: picardías, marrullerías, conocimientos tácticos, manejo del físico, etc. Súmale a eso la propia formación de la personalidad de cada jugador y la adaptación a un entorno profesional y tienes los factores de riesgo que cercenan prometedoras carreras.
@ Snedecor

De hecho David dice que Xavi siempre fue un portento y yo diría, por lo que comentas en el último párrafo, que siempre tuvo gran potencial, pero que le costó instalarse tal y como era en la élite. Ese giro, esa vueltecita, sacarle tanto partido... Xavi es un tipo con limitaciones que no tienen otros, especialmente físicas, y tuvo que aprender a convivir con ellas en un lugar que te lo hace pagar. Ese aprendizaje era necesario. ¿Hasta los 28 años? Pues seguramente no. Pero tampoco era para partirla con 20. La experiencia era muy importante para un futbolista así.
Sin duda Xavi habría sido mediapunta. De mediocentro no hubiera podido jugar porque defensivamente habría necesitado jugadores de mucho trabajo defensivo y poco protagonismo ofensivo como interiores y eso le hubiera costado al equipo avanzar, puesto que Xavi es un jugador de pase cortos y no se prodiga tanto como Pirlo o Alonso en los pases rectos. Y como interior recordemos que es una posición que se inventó Rijkaard y además para que Xavi fuera bueno como interior necesitaba ese sistema de posesión para defender poco. Xavi habría sido mediapunta. Y muy bueno aunque no tanto como lo que ha sido en la realidad. Aunque habría metido más goles. Habría sido una especie de Sneijder.
Yo estoy prácticamente al 100% con Adam.

Sobre el Xavi de 2005... ciertamente empieza a despuntar y mostrar calidad, pero es que uno ve la eliminatoria contra el Chelsea, la primera media hora en Stamford Bridge, y ve clarísimamente que no está, en absoluto, en el punto de ser uno de los mejores del mundo. El centro del campo del Chelsea, que era peor que el del Barcelona, supera totalmente a Hernández. Pero en plan bestia. Eso era implanteable con el Xavi maduro y perfectamente conocedor de sí mismo.

Sobre lo de que crea contextos... Sin duda era el principal artífice, pero su fútbol requería estar rodeado de un nivel técnico y asociativo que habitual no es. Vamos, que Xavi no iba a convertir al Valencia de Benítez en un equipo de posesión tiránica.

Xavi ha sido un jugador muy, muy, muy, muy especial. Y, afortunadamente, encontró la comprensión y las circunstancias para demostrar la bestialidad que realmente era.

Su caso me hace pensar que el fútbol ha debido perderse entre 15 y 20 futbolistas de esta calidad por no recibir respuesta de sus entrenadores. Estoy convencido, vaya.
Esta semana he estado de vacaciones, y de visita a casa de mis padres estuve ojeando algunas revistas viejas. Año 2004, y sobre el Barcelona destacan a Ronaldinho, los recien llegados Eto'o y Deco, y Xavi. Yo no lo recordaba tan destacado, pero son varias las guías y revistas que observé, y en todas, todas, todas, sacan al de Terrasa entre los cuatro destacados.

De hecho, la revista Futbolistas saca un especial con "Los 100 mejores jugadores del mundo" (votado por algunos periodistas, jugadores y entrenadores de todo el mundo) y Xavi está entre los 10 primeros. Como curiosidad, el 1º es Ronaldinho (La segunda vuelta mágica del primer año de Rijkaard), el 2º Henry (El Arsenal venía de ser campeón invicto) y el 3º Zidane (El Madrid de Queiroz se hunde en la segunda vuelta). Por ahí destacados están también Vicente y Ayala (Valencia campeón de Liga y UEFA), Ronaldo (el gordito)...

En fin, que aunque fue en 2008 cuando realmente se convirtió en el jugador que pasará a la historia, en 2004 ya estaba considerado un crack.
Buenos recuerdos. A mí Jusué no me decía mucho, se le notaban innumerables limitaciones: aparte de su imponente físico, en fútbol iba escaso. Alex Lombardero (sin duda una triste historia la suya; menudo shock) tampoco me pareció nada extraordionario. Y Coñago, aparte de los goles, idem. El que sí me gustaba era Coira: un lateral motoret de ida y vuelta, con buena técnica aunque con importantes lagunas defensivas.

De esa selección, si tuviera que escoger a uno, me quedaba con Barkero lateral/carrilero izquierdo: qué delicia. Técnica, recorrido, velocidad, juego combinativo, golpeo de balón...

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