La fase final de la Eurocopa 1976 tuvo lugar en Yugoslavia. Con el formato antiguo y tras un proceso de clasificación, cuatro selecciones disputaron las semifinales: la anfitriona Yugoslavia, Alemania Federal, Holanda y Checoslovaquia. Alemanes y checos lograban el pase a la final tras dos choques muy duros ante yugoslavos y holandeses respectivamente, pues ambas semifinales terminaron en la prórroga. En el duelo decisivo, Checoslovaquia parecía sentenciar al colocarse 2-0 en el marcador, pero los teutones tiraron de competitividad y empataron la contienda en el último minuto con gol de Holzenbein. Desde los once metros, el cuadro checo se llevaría el título, en una tanda que pasaría a la historia gracias al lanzamiento picado de Antonin Panenka.
Hasta 65 equipos iniciaron la Copa de la UEFA de la temporada 89-90. Dos conjuntos italianos, la Juventus entrenada por Dino Zoff y la Fiorentina del joven Roberto Baggio alcanzarían la final del torneo. En Turín, los juventinos se habían impuesto por 3-1 con goles de Galia, Casiraghi y de Agostini, por lo que viajarían a Florencia con un resultado cómodo. La Vecchia Signora manejó bien el encuentro de vuelta, logrando un válido 0-0 que servía para que la Juventus levantase la segunda Copa de la UEFA de su exitosa historia.
@SVilarino 20 mayo, 2013
El nivel de los semifinalistas de esa Euro76 es una barbaridad. Herencia directa de Alemania74.
Lo holandeses perdiendo los papeles (una vez más), el talento brutal de los yugoslavos, la máquina todavía bien engrasada de Helmutt Schön y el juego en equipo de los checoslovacos, amparados en unos jugadores tremendamente dinámicos. Cuatro equipos que representaban perfectamente el estilo que el Mundial anterior había impuesto en el fútbol mundial y que hacía que Europa gozase de una superioridad sobre el resto del mundo como casi no se ha vuelto a ver.
Mientras en Sudamérica los brasileños andaban a la búsqueda del Futbol Total, los argentinos y uruguayos en busca de su identidad y los peruanos basándose en un estilo más clásico, en Europa, un montón de naciones había llegado al ideal de Rinus Michels. Cada una adaptándolo a sus caracterísiticas, claro. Y así teníamos a estas cuatro semifinalistas, a la Polonia de Gorski, una URSS a la que capó un vacío generacional pero que ya tenía las ideas de Lobanovskiy y sabía cómo jugar, Austria y Bélgica estaban en ascenso…
En el otro lado estaban tradicionales potencias en crisis, como Inglaterra y España, que seguían fieles a su estilo (Italia), o que estaban reuniendo una gran camada de jugadores pero verdes todavía (Francia).
Por otro lado, esa Juve que gana la UEFA es una Juve de transición. Trapattoni hace dos o tres años que había abandonado el club y los miembros del equipo que dominó Europa ya no estaban tampoco. Una Juve de entreguerras que derrotará a una muy buena Fiorentina y que, no solo eso, sino que le arrebatará a su tesoro más preciado: Baggio.