Dos años después de la durísima derrota de Estambul, el AC Milan iba a poder cobrarse la revancha en la final de la Champions League ante el Liverpool de Rafa Benítez. El conjunto lombardo, entrenado por Carlo Ancelotti y con Kaká en un pletórico estado de forma, llegó a la cita totalmente mentalizado por lo que había sucedido en el doloroso precedente. El brasileño terminaría logrando esa campaña el Balón de Oro, pero la estrella de la final iba a ser el goleador Pippo Inzaghi, autor de los dos tantos que daban a los rossoneri la séptima Copa de Europa de su historia.
El Chelsea de Dave Sexton se imponía al Real Madrid en el partido de desempate de la final de la Recopa del año 1971. Españoles e ingleses habían acabado igualando a uno el primer encuentro. Peter Osgood adelantó a los británicos pero un gol de Zoco en el último minuto forzó un partido extra, disputado dos días después. En él, de nuevo Peter Osgood adelantaba a su equipo y John Dempsey, poco después, hacía el 2-0. El Madrid recortó con gol de Sebastián Fleitas, pero esta vez no se produjo de nuevo el milagro. El Chelsea levantaba la primera Recopa de Europa de su palmarés.
@DavidLeonRon 20 abril, 2013
En finales igualadas (que son la mayoría), muy pocas veces he tenido más claro que un equipo determinado iba a salir campeón.
Ese Milan, con ese orgullo y esos jugadores, no iba a perder ante el Liverpool después de lo de 2005. Es que era imposible ^^
Y bueno, tenían a Kaká. Y eso que Mascherano lo marcó muy bien, el que mejor lo detuvo en toda la Champions. Cuando se lesionó o cambiaron al argentino, Kaká decidió con el pase del 2-0, pero antes había estado controlado. Mucho más que en 2005, donde la rompió.