Fue una noche fértil para los chés. Al final Guardado declaró que estaría en la Champions League 2013/14. Más que el mensaje en sí sorprendió su tono seguro, como si viera imposible que el Valencia CF no terminase 4º. Valverde ha sido un buen revulsivo, ha logrado inyectar ese carácter combativo que el dócil Pellegrino parecía no buscar. En cuanto al juego en sí, todo ha sido más irregular, si bien ayer leyó e interpretó de maravilla lo que tenía que hacer contra el Atleti de Simeone. Un Atleti seriamente afectado por el virus FIFA, dicho sea.
El primer sprint importante de Diego Costa llegó en el minuto 17. Mejor prueba de cómo estaban los rojiblancos no se hallará. Y el Valencia lo aprovechó gracias a su plan. El sello del Atlético es el achique lateral, que viene a ser incitar al contrario a salir jugando hacia una banda y encerrar al pobre medio entre la presión de tres de sus jugadores (el lateral, el pivote y el mediapunta). Es algo que se aplica de memoria y que casi nadie ha alterado. Si se piensa, contra esta táctica es una faena muy seria un lateral que salga conduciendo el balón. ¿Qué hace el Atleti? ¿El achique con los tres hombres? De hacerlo así, el extremo rival se queda completamente solo a la espalda de Filipe o Manquillo.
En el 1er T. Tino subió mucho, dejando a Parejo solo como pivote.
El buen Parejo tuvo un inicio muy cómodoEl caso es que los laterales de Valverde son Joao Pereira y Guardado, y les pidió que salieran con sus conducciones, que es una virtud que ambos atesoran. Con Jonas y Piatti fijando a Filipe y Manquillo, y Tino Costa y Banega a Gabi y Mario Suárez, el lío estaba armado. Si Koke iba a por Guardado, Parejo se quedaba libre y recibía de cara y en campo contrario. Ésa era la superioridad. La creatividad de Dani tan libre causó estragos, el Atlético se desequilibraba y el Valencia creaba peligro muy serio. Sólo la falta de calidad de Piatti -terrible decepción- y Valdez, y el brutal momento de Courtois -qué porterazo-, evitaron que el Valencia abriese brecha en el marcador. Con 1-1 llegó el descanso.
Gabi y Mario dieron un paso adelante en la segunda parte.
Desde el 46 el choque fue otro. Simeone pidió a los suyos un esfuerzo extra y respondieron: Mario Suárez y Gabi adelantaron su posición 15 metros y, en general, se puede decir que el Atleti presionó más arriba. Esa energía se notó, el Valencia quedó intimidado y Tino Costa bajó de manera casi fija al doble pivote, donde más que echar una mano terminó de hundir a los suyos en su propio campo sin opciones de cruzarlo. Rendido en este sentido, Valverde metió a Cissokho y subió a Guardado, para contener un poquito. El subidón le duró a los locales 20 minutos, ayer no tenían para más, y no pudieron transformarlo en gol porque sin Arda, lesionado en el primer tiempo, va demasiado corto de calidad pura. Y a propósito, es cuanto menos sintomático que en un momento así, con Diego Costa a rastras y el Atlético seco de talento, el Calderón ni siquiera se acordase de Adrián. Su mejor versión, la que hoy no existe, hubiera sido una bonita prueba para Mathieu, que está rindiendo como si fuera un central de verdad.
kay 1 abril, 2013
Hombre, creo que en general gente con físico y calidad que salga conduciendo desde atras con intenciones reales hace daño a cualquier equipo.
De hecho eso es lo que hace grande a Marcelo, es tiene calidad técnica y de conducción que no envidia a casi ningún atacante, pero claro, si carga desde atras el equipo no puede estar marcandole y encimandole desde la primera recepción. Lo cual hace que el peligro nazca a 60 metros de la portería, un terror.