Hace algo menos de un año Drogba inició la epopeya azul. Ganó, gritó, corrió y se fue a China. Europa le llamó y él regresó con la misma ilusión con la que llegó hace 30 años. El fútbol no le ha abandonado, pero su cuerpo ya no convierte en diamantes cada balón que toca. Se equivoca, mucho, pero lucha y su espíritu enciende a su equipo. Para el resto de cosas está Yilmaz. El turco vuela y sus pies sí tienen la magia de los elegidos por la Copa de Europa. Es la espada que atraviesa los escudos rivales. Le sale todo. Los controles, los regates, los disparos. Y golea e intimida. La llama de la ilusión la enciende el que ya ganó, pero la mantiene viva el otomano que aún no lo ha hecho.
Su pelaje es oscuro, negro, profundo. En su pecho esconde la juventud que el tiempo le quita y en su mirada el crepitar del niño que juega. Las alas son blancas, grandes, imponentes. El batirlas desata una tormenta, un huracán que huele a miedo y vida. Sobre el lomo del equino alado se posa un guerrero de 55.000 rostros vestido de oro y fuego, con un aura de infierno que murmulla, grita y embiste. En el fragor de la batalla son uno solo y atacan en estampida, como una armada que no teme y que sueña. Es el Galatasaray y quiere conquistar el continente. Genselkirchen cayó, ya sin su ángel defensor, y la victoria sólo alimenta el sueño del pegaso.
Comentarios (8)

Comments by IntenseDebate
javimgol 89p · hace 627 semanas
@migquintana · hace 627 semanas
calaboca · hace 627 semanas
@alvarofrances9 · hace 627 semanas
Tener al negro de ébano en la siguiente fase es una de las mejores noticias de ayer.
@alvarofrances9 · hace 627 semanas
@JGarcy22 · hace 627 semanas
@JGarcy22 · hace 627 semanas
@SharkGutierrez · hace 627 semanas