Fue quizás la resolución más dramática de la historia de la Copa del Mundo. Tras superar la primera fase, cuatro equipos (Suecia, España, Uruguay y el local, Brasil) se disputarían el título en una liguilla final. Los brasileños habían arrasado en los dos partidos iniciales ante España, a la que endosó siete goles y Suecia, a la que venció por 6-1. Todo estaba preparado para el primer campeonato del mundo de la canarinha. Un empate era suficiente ante Uruguay. Cuando en el minuto 47 Friaça hacía el 1-0 para Brasil, la cosa parecía vista para sentencia. Y entonces ocurrió el milagro. Schiaffino hacía el empate a 24 del final, llevando el nerviosismo a un Maracaná repleto. El gol de Gigghia confirmaba el legendario Maracanazo y el segundo Mundial para Uruguay.
Aunque el Barcelona ya había logrado títulos internacionales como la Copa Latina o la Copa de Ferias, la Recopa de 1979 sería el primer torneo europeo de los tres principales campeonatos que de disputaban en el continente (Copa de Campeones, UEFA, Recopa). La final ante el Fortuna Dusseldorf tuvo lugar en Basilea, ante casi 60.000 personas. El partido tuvo muchísimas alternativas y cada gol de un equipo hallaba rápida respuesta en el rival. Con 2-2 se llegó a la prórroga, donde Rexach primero y después Hans Krankl ponían el 4-2 para el conjunto catalán, entrenado por Joaquín Rifé. Un gol de Wonfgang Seel, el segundo de su cuenta, ponía el 4-3 y la incertidumbre en un marcador que ya no se movería.
@SVilarino 12 marzo, 2013
Grandísima referencia a la Copa Latina. Me habeis ganado con ella ^^