Ingeniería bética | Ecos del Balón

Ingeniería bética

Por la izquierda se mueve el futuro heredero al trono del fútbol que no es el suyo. Al otro lado, el otrora fuego verde resplandeciente. Son muy buenos y, cuando se juntan, el Málaga vive arriba y agrede la zaga del contrario. Sin embargo, como pasara en la idea de los octavos de Champions, un océano los separó tanto que en ningún momento pudieron mecer la defensa rival para acercarse al últimamente esquivo gol. Pellegrini, ingeniero, deberá poner en práctica su talento constructor y hacer un puente que acerque a los que están lejos. Pepe Mel, que ingeniero no es, por ejemplo, tiene uno. Lleva barba, es vasco y juega muy bien.

El partido del Betis no se entiende sin Beñat. La ocupación espacial verdiblanca fue, sin querer exagerar, magnífica. Anchos, cortos y profundos. Piezas separadas que el vasco se encargaba de unir desde un dominio del pase sensacional. Beñat agarraba la pelota y la enviaba con precisión a los lugares más alejados. El Betis progresaba y se ponía rápido en actitud de dañar. Juan Carlos, ese extremo izquierdo, estuvo especialmente acertado en esto último: atacó a Sergio Sánchez sin descanso y con malicia. Desde su lado, la profundidad era sistemática. Mel no es ingeniero, pero su equipo tiene días en que merece aparecer en «Megaestructuras». Ayer fue uno.

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@ Marc

Para mí se nota más que el doble pivote Camacho-Toulalan es el más incompatible de la plantilla y que la lesión de Gámez resta mucha, mucha salida al Málaga, así como tiempo en campo contrario con el balón controlado.

Mel, como siempre, hizo una lectura perfecta, desnudo a su equipo por dentro sin miedo, presionó arriba y evitó que se notase la superioridad numérica que tendría el Málaga en su mediapunta si lograba salir bien desde atrás. No salió, simplemente.

Por otro lado, lo de Beñat fue un espectáculo de narices.
Pagó muy caro el Málaga no tener una vía de salida relativamente sostenible. Esta circunstancia cargó de sentido el enorme trabajo defensivo del Betis en campo rival. Constantemente sumaba 5 o 6 hombres en campo contrario. Como dice Abel, ésto el doble pivote Toulalan- Camacho lo sufre muchísimo.

Por otro lado, el Betis venía careciendo de cierta falta de profundidad en su juego sin Rubén Castro. Ayer, con la estimable ayuda de Sergio Sánchez y Lugano, el equipo disfrutó. Todas las rupturas al espacio se producían en esa zona. El propio Jorge Molina, sin ser muy rápido, tomaba sus espaldas con cierta asiduidad.
@migquintana
A mi tampoco me dijo mucho su partido. O por lo menos, no vi una gran diferencia en cuanto a su juego en banda derecha. Si creo que su presencia equilibró un poco el siempre desequilibrado ataque bético, entiéndase desquilibrado como la preponderancia del sector izquierdo en fase ofensiva. Si bien cuando Juan Carlos o Campbell agarran la pelota piensas que algo puede suceder, con Pabón aún no sucede lo mismo. Por lo menos a mí no me lo transmite. De hecho, la semana que viene podría perder ya su sitio en el once con el regreso de Rubén Castro.

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