La vieja Recopa echaba el cierre definitivo. La UEFA decidía fusionar el torneo de los campeones de Copa con el campeonato de su mismo nombre, dejando así una única alternativa a la Champions. La final de 1999, disputada en el estadio Villa Park, fue muy emocionante. El Mallorca de Héctor Cúper rozó la proeza ante el más que poderoso Lazio romano, que contaba con estrellas como Vieri, Salas, Nedved, Mancini o Nesta. Los mallorquines, con Dani como gran figura y goleador, resistieron hasta el minuto 80 con 1-1 en el marcador, pero un zapatazo de Pavel Nedved (Balón de Oro cuatro años después) rompía el sueño del club español de levantar un título continental.
Aunque el tercer y cuarto puesto en las Copas del Mundo suele relacionarse con la intrascendencia y el dolor de haber rozado la gloria, en la edición de 1958 las cosas serían diferentes. Francia vencía por un abultado 6-3 a Alemania. El encuentro tuvo lugar en Gotemburgo, y pasaría a la historia gracias a la actuación de Just Fontaine, que con sus cuatro goles al conjunto germano alcanzaba la impresionante cifra de 13 goles en la cita mundialista sueca. Hasta la fecha, el record sigue vigente y nadie ha podido siquiera acercarse a este excepcional registro. Suecia 1958 descubrió al mundo a Edson Arantes, Pelé y fue además, el Mundial goleador de Just Fontaine.
@SharkGutierrez 12 enero, 2013
Recuerdo con especial cariño esa final de 1999 con un Cúper en efervescencia. Por cierto, que ese año el Mallorca fue 3º de la Liga, algo que todavía se recuerda por la isla. Había dejado Valeron la isla para irse a Madrid; a cambio los Roa, Siviero, Miquel Soler, Stankovic, Engonga, Lauren, Ibagaza, Dani maravilló a la Liga. Era continuidad, sólidez…pero le faltó experiencia para enfundarse esa final.
Los terceros y cuartos puestos de los mundiales, en muchos casos, son las finales que hubiesen podido ser brillantes y no fueron por mala suerte o por dudosas decisiones en aquéllas épocas. Chechoslovaquia, Hungría, Austria…