Con Messi o sin Messi | Ecos del Balón

Con Messi o sin Messi


El Barça de este año disfruta contra repliegue y contra presión. No hay ninguna fórmula mágica y fija para enfrentarlo, quizás porque es un equipo más mixto, menos radical de lo que venía siendo. La posesión masiva perdura como esencia, aunque matizada. Los laterales llegan como aviones, los pases son más verticales, todo se ha acelerado. Así, el número de transiciones, a favor y en contra, ha crecido mucho. Lo malo de esto es que los rivales tienen el balón más veces, y por tanto se lo pasan mejor, y se parecen más a lo que son en su día a día. Lo buenísimo, que al menos de momento da igual. El Athletic fue arriba y no fue oponente; el Levante esperó abajo y duró media noche. Con este panorama, a los técnicos se les ha aclarado el pre-partido: que jueguen los mejores, que aprieten los dientes y punto.

Por eso Mel ha ensayado durante toda la semana sus dos alternativas más habituales, el 4-4-2 típico y el adaptado a la presencia de SalvaJ. Molina fue crucial contra el Barça el año pasado Sevilla en la banda izquierda. Las costuras de los de La Palmera son nítidas; es un equipo que muerde pero en campo propio, salvo excepciones como San Mamés y poco más. El sacrificio de sus hombres externos les permite cerrar a los laterales y formar un bloque muy sólido en el carril central, y tras robo lanzan rápido. Si el quite es de calidad, hacia el apoyo de Rubén o Sevilla; si el quite es apurado, por aire hacia Jorge Molina. Será difícil para el Betis robar la pelota de cara a Valdés, y más aun hacerlo a la altura de la divisoria; pero depositará esperanzas en el «9». Ya el año pasado los apoyos de Jorge y su figura gemela -Roque Santa Cruz- hicieron mucho daño al triángulo defensivo culé (centrales + Busquets en el segundo tiempo; cierre de 3 con Mascherano, Puyol y Abidal en el primero). Día para medir la mejoría Piqué. Si Pepe Mel sorprende con Rubén solo en punta, pese a poner un delantero en vez de dos, debe interpretarse como una medida ofensiva. Claramente.

Pepe Mel quizás se pregunte… «¿y si no juega Messi?»

Antes insinuamos que empieza a rentar menos buscar al Barça en su campo. No ha asegurado su salida de balón; no es ése el motivo. Al contrario, ha perdido precisión, como se vio en el comienzo de curso; pero sacaba tanto, tanto, tanto rédito de las transiciones en las que lograba batir la presión del rival que ha ido intimidando a los osados. Vilanova es de esta máxima, no le importa que le agredan si puede devolverla con más fuerza, y sólo él tiene a Leo Messi. Quien presiona hoy lo hace sin fe -es decir, dejándose un bloque de seguridad detrás-, y en ésas Busquets y Xavi descosen mallas con finura exquisita. Si el «10» se queda sentado, el tema cambia. Apretar arriba sería factible.

La plantilla del Barça, sin Messi, seguiría siendo completísima.

Messi es el jefe, el futbolista más decisivo del momento y el hombre sobre el que se construye el sistema del FC Barcelona; sería absurdo restar relevancia a su posible ausencia. Ahora bien, pocas plantillas tienen los mimbres de la de Tito para suplirle una noche. Iniesta comparte con él talento para crear líneas de pases y habilidad para dividir, y Villa es, con permiso de Higuaín, el gran olvidado del fútbol. Un jugador con sus trabas, sin duda, no es seda en la asociación ni arte en los desmarques de apoyo, pero su gol es su gol. Sólo él puede cubrir la cuota goleadora de su carcelero. Entraría en la izquierda el Guaje, desde donde se viene saliendo Andrés en las últimas fechas. O como «9», respetando el lugar del manchego. Eso rompería parte de la estructura, pero el juego de Iniesta sobre la línea de fondo es tan vital para abrir cerrojos y el del Betis es tan férreo que podría valer la pena.


Comentarios (4)

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Para quien interese, durante toda la semana el Betis ha ensayado con Molina de titular y alternando a Juan Carlos -que era duda- y Salva Sevilla. Con Juan Carlos prácticamente recuperado, la duda que se comenta es entre Salva Sevilla y Molina. Es decir, salida en apoyo contra Busquets y Xavi o juego directo sobre los centrales del Barça.

Para mí, escoger lo primero implica ir a robar el balón más o menos alto y de cara. Lo segundo, reconocer que el Betis va a sufrir mucho contra el Barça. O tener la esperanza de que es una figura que de por sí al Barça se le atraganta a veces.

Partido muy bonito, creo.
Partidazo. Para mí juega Messi seguro, ya sea el partido entero o una parte.
Oh Dios mío Falcao.

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