Breve historia del catenaccio ilustrada (II): Revolución horizontal | Ecos del Balón

Breve historia del catenaccio ilustrada (II): Revolución horizontal


«Lo difícil es imponer una absoluta disciplina táctica sin quitarle al jugador la libertad de pensar y de actuar». Karl Rappan. No sabemos cuando empieza exactamente a utilizarse el concepto catenaccio aunque si que ya era moneda común en la década de los Cincuenta. Originalmente, consistía en una traducción literal del vocablo que designa a las variantes del módulo táctico, con marcaje al hombre y un jugador libre, mientras que actualmente alude más bien a un estilo -casi una actitud- definido por la defensa en bloque, sin balón y el contraataque, que es a lo que generalmente nos referimos con el juego «a la italiana».

Comúnmente se acepta que el más famoso antecedente de este sistema fue el llamado «riegel» o «verrou» -según el cantón- popularizado por la selección de Suiza en el Mundial de 1938.La Suiza de Rappan fue un antecedente del catenaccio El artefacto corrió a cargo del austriaco Karl Rappan, afincado en el país durante las primeras oleadas migratorias de jugadores y entrenadores de la escuela danubiana. Rappan, que era un elemento paradigmático de la cultura del coffee house vienés -antiguo campeón nacional e internacional absoluto-, tuvo que adaptarse a un material humano semi-profesional alejado de los estándares de calidad de su tierra natal. De hecho la Confederación Helvética estaba considerada entonces como el más débil combinado de la Europa Central, valoración que venía acreditada por su escuálido registro en aquella Proto-Eurocopa que fue la Dr. Gerö Cup (4 victorias, 3 empates y 25 derrotas).

Asumiendo que sus contrincantes siempre serían capaces de superarles técnica y atléticamente, Rappan desistió de cortar sus avances en el medio campo, disponiendo que el equipo retrocediese. Encarando el problema desde atrás y con más efectivos pretendía ofrecer menos espacios para que el contrario les rebasase. Esta variante -repliegue de medios en favor de la defensa- siempre estuvo contenida en el sistema piramidal, en donde los dos centrocampistas de los costados («halves») se ocupaban indistintamente de aleros o interiores, figurando entre sus prerrogativas el retroceso de cara a ahogar el juego rival en forma de embudo. La primicia no es pues la disposición si no la subversión de su empleo. Con el paso de recurso reactivo a disposición de inicio se bautiza a la primera línea defensiva de cuatro.

La disposición en 4-1-2-3 abandonaba al mediocentro a su suerte en el mar de la segunda línea, pero traía aparejada la ventaja de un hombre extra contra la disposición de habitual en W.Con este 4-1-2-3, había ventaja numérica de la defensa De este modo y por primera vez sobre el papel, los defensas superaban a los atacantes en número. La figura del «verrouiller» surge aquí como un atavismo del viejo sistema. Siempre que se superaba a la línea de medios uno de los dos «backs» clásicos salía a interceptar al atacante, mientras que el segundo le realizaba la cobertura. En cambio en el «verrou toda la defensa se desliza lateralmente, corriendo y descorriendo al defensor suplementario.

Suiza venció con este sistema a Inglaterra, en partido amistoso de preparación, y ya en el torneo Mundial eliminó a una pretenciosa Alemania, anexionada a los restos del Wunderteam austríaco. Tras un empate inicial (1-1) se repitió el encuentro y los suizos, alentados por más de 20.000 franceses, remontaron los dos tantos iniciales austro-alemanes hasta alcanzar un 2-4 que fue sin duda una de las sorpresas del torneo. No obstante la eliminación posterior contra el conjunto húngaro ubicó al equipo en la misma posición que había conquistado en el anterior certamen Mundial, quedando el suceso sujeto al grado de particularidad.

Aquel torneo lo vence finalmente la Italia de Pozzo confiándose a «El Método», híbrido particular entre la WM inglesa y la pirámide danubiana. Aquí el mediocentro se niega a ser un tercer defensor y aunque retrocede en la fase defensiva sigue siendo el eje de (contra)ataque a través de su pase en largo en dirección hacia los aleros. La nación bicampeona del mundo no germinaría a su primer equipo catenacciaro hasta la década siguiente y en una squadra sorprendente: el Modena.

 
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Comentarios (7)

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La historia que a mí me contaron sobre lo de "jugar como un equipo pequeño" fue que cuando un rival se encerraba ocupaba menos espacio. Era "más pequeño" que cuando no lo hacía. Que esa fue la semilla y a partir de ahí fue creciendo la leyenda. Pero vete a saber ^^
Serie en claro crescendo...genial.
Fantastico, David ^^

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