Hace horas que terminó el Manchester-Newcastle y todavía no tengo muy claro lo que vi. Tampoco sé qué postura tomar con respecto al partido. Como aficionado, no dudaría en pagar las libras que me pidiesen por semejante espectáculo. En materia de análisis estrictamente futbolístico, podría resultar sencilla la crítica, pero cuando el United repite una y otra vez el mismo guión y siempre le sale, el problema quizás lo tenemos nosotros, los que miramos. A lo mejor su plan es este, intercambiar puñetazos, a ver quién pega más fuerte. Sea como fuere, lo de Old Trafford rozó la épica. Tratemos de explicar lo que sucedió.
El Boxing Day suele llenar de sorpresas las alineaciones. Se disputan muchos encuentros seguidos y las rotaciones son incluso convenientes. Así, arrancó el ManU conVan Persie es superior como referencia que como 2º punta Rooney en la grada y las leyendas en el césped. Sobre ellas hablaremos más tarde, pero antes hay que centrarse en la ausencia del crack inglés. El Manchester, consciente de sus limitaciones en la zona de creación, ha desarrollado ciertos automatismos para llegar arriba sin detenerse demasiado en la medular. El balón directo a Van Persie (tremendo en este aspecto esta temporada) y segunda jugada para Wayne es un mecanismo fijo. La recepción entre líneas del inglés y sus apoyos cerca de la base, otro. Con Chicharito como hombre más adelantado, Robin evidenció que hoy por hoy es 9 puro; involucrarse en el juego ya le cuesta. Funcionó regular mientras el choque fue táctico y cerrado.
El tempranero 0-1 (error de un De Gea que sigue dando una de cal y una de arena) permitió al Newcastle mostrar una versión más conservadora y replegar a sus piezasLa actuación de Scholes, pésima exteriores formando una especie de 4-5-1, con Demba Ba en punta. Fue llamativo ver a Papiss Cissé correr tantísimo hacia su campo, siguiendo a Evra hasta su propia área. De partida, su posición defensiva ya era retrasadísima. El senegalés mantuvo un bonito duelo personal con el lateral francés durante toda la velada, saldado con un gol para cada uno. Pese a las precauciones visitantes, el Newcastle no se encerró. Scholes y Giggs no demandan eso. Al galés –que actúa por dentro aunque en la TV lo dibujen de extremo– aún le queda alguna gota, y al menos libera espacio para la subida de Evra. Lo de Paul fue más grave. Su desempeño fue dantesco. Con la pelota, lo único positivo surgía cuando Valencia atraía contrarios a la banda y le cedía un pase atrás para filtrar de cara. Él mismo ya no es capaz de generarse nada. Y sin balón, un boquete terrible para su compañero Carrick, el centrocampista red devil más sólido en la actualidad. Si el Newcastle se paraba tres segundos, lograba encontrar a Demba Ba fácil. Ferguson sabrá cuándo decide enterrar a sus mitos. Hace tiempo que son solo un bello recuerdo.
Michael Carrick no da abasto con tantos huecos que tapar
Vencía con merecimiento el Newcastle al descanso, y tras la reanudación poco cambió la cosa. Los de Alan Pardew cerraban correctamente los pasillos interiores con la presencia de Perch, Anita y Bigirimana. Van Persie no comparecía, Giggs aún menos y Scholes no era amenaza alguna, pues no se despegaba de su limitadísimo radio de acción. Empató Evra, fruto de ese talento ofensivo que posee, respondía Cissé… y entonces explotó la tormenta.
Con 2-3, Sir Alex daba entrada a Cleverley en lugar de Paul Scholes. El joven anda sano y fresco, tiene dinámica y desde luego aporta. Pero no fue la clave, porque no es tan, tan bueno. Hay algo en Old Trafford que agrede al sistema nervioso de los equipos de la Premier. A 20 minutos del final, la contienda se rompía de manera radical. No exageramos si decimos que vimos sesiones de disparos cada 45 segundos en ambas porterías, la mayoría en el arco de Krul. Con espacios, ahí sí, Van Persie la reventó. El holandés se echó el partido al hombro. El volumen atacante del United en sus momentos de trance intimida. No está al alcance de cualquiera. Pisaba tanto punto de penalti el Manchester que las casas de apuestas retiraron el gol de Chicharito sobre la hora. Era obvio. Sin Rooney, los mancunianos tienen difícil ordenarse y coquetean con el caos, pero hasta sin él son una máquina de marcar. Molan.
Abel Rojas 27 diciembre, 2012
El Manchester United es el inventor de la Premier League. Ferguson es el inventor del fútbol inglés moderno. Por eso en Inglaterra siempre le sale todo. Porque él es la cultura. Juega la ventaja de ser quien pone las reglas del juego, y pone las que a él le convienen.
Aparte, el poder que tiene el Manchester United en el área rival… Barça y para de contar. Ya no es efectividad -que ayer falló algo-, ya no es calidad para crear la ocasión… es esas ganas de devorar goles como bestias. Dentro de un modelo que desata ese ansia.