El Valencia CF viaja a Málaga para cerrar su semana grande del año. Mestalla echaba en falta el nervio, además del fútbol, y su equipo mostró ante el Bayern Münich un amor propio y una agresividad que conquistó a la grada, que la colmó de orgullo. El joven Pellegrino querrá aprovechar el primer momento de comunión social para cambiar, ya para siempre, el ánimo de todos, recomenzando así su historia con un halo de ilusión que aún no sintió, y que todo proyecto necesita. El Málaga, pese a transitar por su peor momento desde que empezase el curso, no será una piedra fácil. Joaquín e Isco, genios descansados, se enfrentan a su ex-equipo, y con margen táctico para dejarlo tiritando. Si Isco, que llega mal, reencuentra su yo de octubre o septiembre, Feghouli latirá bajo, el Valencia perderá riego y el choque será blanquiazul. Soldado, crack sancionado, no podrá compensar.
El Valencia no puede replegarse hoy como ante Bayern Münich o Atleti de Madrid, porque entonces el Málaga se instalará arriba, no perderá el balón y, una vez decida arriesgar, Toulalan y Camacho (o Iturra) lo tendrán muy fácil para controlar las salidas. Por no hablar de que los boquerones a 10 metros de portería tienen todo el peligro del mundo y a 35 ya no amenazan casi nada. De ahí que los murciélagos vayan bien a presionar, bien a fijar un bloque defensivo alto que obligue a su rival a tocarla en campo propio. O al menos, eso intentarán.
Desde que Isco no regatea en cada jugada, el Málaga no elimina líneas defensivas.
Los de Pellegrini están sufriendo para superar sistemas defensivos adelantados, debido a la lentitud de sus puntas. El motivo por el que alRicardo Costa y Cissokho serán una traba ante Gámez, Portillo y Joaquín principio de temporada no lo notaban era única y exclusivamente Isco. Isco fue salvaje, determinante desde su regate; agarraba el balón y rara vez lo soltaba sin dejar atrás a un rival, lo cual hace recular al contrario, ceder metros, y ahí ya pasaba todo lo demás. El juego de Monreal, perfecto subiendo, era otro desahogo. Sin el lateral y con Isco pagando en lo físico sus excesivos cambios de ritmo, al Málaga le cuesta avanzar. Toulalan y Portillo son buenos pasadores, pero como no hay líneas de pase de calidad por delante del balón, todo se reduce a Joaquín abierto y encarando a dos o tres. En este sentido, Cissokho es un hueso, siempre que le rebasan recupera sitio, pero su lectura no es tan buena como su sprint. Por ahí el Málaga puede ganar metros.
Gago, con prisas, ha sido convocado. Su capacidad de acoso podría forzar robos en la seca medular malaguista. Repetir con Parejo y Éver junto a Costa es la alternativa, dado que Albelda no está para mucho, pero el esfuerzo ante el Bayern podría notarse. Asumiendo que no, que el subidón moral conste más que el cansancio, tampoco parecería la mejor fórmula. Es difícil robar el balón al Málaga CF cuando alcanza la altura de Isco y Portillo, y Parejo y el Tino no van sobrados ni de quite ni de brega. Además, con pelota no son muy dinámicos, al menos con este Banega al 60%, y el doble pivote de Pellegrini es canino.
Jonathan Viera podría tener un papel importante en La Rosaleda.
La respuesta a este tipo de problema suele ser Soldado. Hablamos de un hombre que mejoraría a cualquier equipo de Londres y a cualquier equipo del Calcio. Es imposible que su baja no se note. Pocos alternan el apoyo y la ruptura como él, y con su rabia. Entrará Valdez, mucho más lento y espeso, aunque igual de bueno o más como receptor del juego directo. Justo lo que peor defienden Demichelis y Weligton, que son de piernas flacas. Lo que ocurre con el juego directo es que quien recibe necesita socios. Si Isco se impone, y suele hacerlo por la izquierda, Feghouli ejercerá casi de doble lateral, siendo desconectado del ataque; y Guardado, más técnico que explosivo, tarda en sumarse. Jonathan Viera, rápido y capaz de desequilibrar por sí mismo, podría tener cancha y ser uno de esos detalles que deciden encuentros. En cualquier caso, la clave absoluta es dónde sitúe Isco a Feghouli. Dime a qué altura jugará Sofiane y te diré todo del Málaga CF-Valencia CF.
@SharkGutierrez 24 noviembre, 2012
Cuando leía el último párrafo y hablaste de juego directo, automáticamente me vino el nombre de Jonathan Viera a la cabeza. Viera es un mix de otros jugadores: la explosividad del Isco exultante, el desborde de Guardado, manejo de las dos piernas, el 1 vs 1 de Joaquín…mucha condensación de cosas en Viera. Le viene fenomenal ese estilo de juego, porque aquí con Juan Manuel Rodríguez era lo más habitual; no le es extraño.
Luego me surge una duda: comentas Abel, que cuando el Málaga se instala en 15 metros, se hace dueño absoluto de la pelota. Poniendome un poco en la famosa coletilla de los "Y si" comento lo siguiente:
– ¿Y si…en vez del Banega mediapunta, es el Banega interior posicional y dejas a Jonas fijando a la espalda de Iturra?
-¿Y si…en vez de alinear a Guardado o Valdez, refuerzas la media con Gago-Tino-Banega a distinta altura los dos primeros del tercero con Jonas y Viera como puntas situados entre central y lateral de cada banda? ¿No crees que así podría conseguir más amplitud para los laterales y poder atacar (principalmente) el lateral zurdo, ahora que Monreal no está? Igual no hace falta el recurso del juego directo hacia Valdez, sino que la combinación Jonas-Banega en la zona de ¾, hace que el Málaga se escalone y desactive a sus dos medioscentros de Isco y Joaquín?
Comento esto, porque en opinión personal. Me parece que la situación Banega mediapunta se vería facilmente frenado por Toulalan-Iturra. El francés se basta solo apra contener a Banega e Iturra y Portillo desahogan salida por el medio hacia los costados. Igual ahí, el Valencia podría tener opciones de, sin ser un dominador de la posesión, sí de la situación para desactivar al Málaga.
No sé como lo veréis vosotros, pero, a priori, es lo que se me ocurre para que el Málaga tenga que recurrir a la individualidad en lugar de situarlos a 15 metros del área. Dejarías la línea de medios, obligarías a Isco a venir a recepcionar muy lejos del área y Joaquín se quedaría bastante solo en el costado con un Cissokhó que, como bien dices, recupera la posición bastante fácil.