El Real Zaragoza vivió un auténtico sueño la pasada temporada. Prácticamente desahuciado de la Liga BBVA, los problemas institucionales y deportivos se acumulaban sin aparente solución. La llegada de Manolo Jiménez lo cambió absolutamente todo. El equipo logró completar una remontada histórica, la gestión ejecutiva del club pasó a otras manos y el proyecto deportivo se estructuró bajo una idea más sólida. Ahora, la afición maña tiene motivos de sobra para ser optimista: el estilo funciona, varios nombres propios comienzan a despuntar y Manolo sigue uniendo al club. Como hiciéramos ya hace unos meses, quedamos con Gonzalo Novillo para charlar sobre la situación del Real Zaragoza.
– Cuatro victorias en los últimos cinco partidos oficiales, una plantilla renovada con varios nombres que están sorprendiendo al fútbol español, un equipo que va encontrando una idea de juego tan coherente como atractiva, un entrenador que ha sabido entender al zaragocismo para llegar a unir a afición, jugadores y dirección deportiva… Gonzalo, cómo ha cambiado esto desde la última vez que hablamos…
Sí, parece mentira lo que ha cambiado el Zaragoza en unos meses. Fue un final de temporada convulso, muy difícil, pero al final se pudo lograr el objetivo de la salvación después de estar a una distancia muy grande de puntos. Esta temporada también empezó el equipo irregular, pero por fin parece que ha encontrado lo que le faltaba: una continuidad en el estilo de juego. Y todo hay que agradecérselo a un entrenador como Manolo Jiménez que cogió un equipo muerto, lo supo resucitar cuando todo el mundo pensaba que era imposible, y que ha conseguido transmitir una filosofía a un equipo que, por fin, sabe a lo que juega. Hay un criterio en el juego del equipo, al margen de la intensidad y la implicación, que es innegable en los jugadores del Zaragoza.
– Si te parece, comenzamos como en aquella conversación. Jornada 25, el Zaragoza recibe una manita en La Rosaleda y se queda último a 12 puntos del Villarreal que marca el descenso. Manolo Jímenez da una rueda de prensa de exactamente 40″, la cual cierra con un sincero «siento vergüenza». Con el paso del tiempo, ¿la situación era tan dramática como parecía?
En ese momento la salvación estaba muy lejos, la gente en La Romareda estaba abatida, había una sensación de deseo de que terminase la temporada cuanto antes, de que el equipo iba a bajar a Segunda División y que no había ninguna posibilidad de salvarse porque se llevaba mucho tiempo viviendo en el alambre. Y en ese momento, Manolo Jiménez explota. Todo el mundo se pensaba que era una manera de decir, de hecho él mismo llega a comentar que el objetivo de la temporada era terminarla dignamente. Parecía que el equipo estaba completamente muerto, pero tras esa rueda de prensa llega la reacción del equipo Se empiezan a lograr victorias, algunas jugando con varios jugadores menos como en Valencia, y se nota que muchos jugadores reaccionan. Algo en sus cabezas hizo «click». Había muchos jugadores que salían abatidos, o se abatían si el Zaragoza recibía un gol temprano, y el equipo finalmente se salva con varias victorias consecutivas en el tramo final. Fue una explosión de alegría tremenda para la afición.
– Una afición que, incluso durante la remontada, tiene que convivir con una situación institucional insostenible. Las protestas contra Agapito eran continuas, sentían que el club estaba secuestrado, que podía peligrar su viabilidad, que los fondos de inversión comenzaban a formar parte del día a día del club… todo eran dudas.
El club estaba en una situación muy complicada. Agapito Iglesias estaba muy criticado por la afición, se estaba finalizando la ley concursal, había muchos problemas económicos, los jugadores no estaban motivados, la afición estaba completamente enfrentada con la directa y desenganchada con el equipo… Luego estaba el tema simbólico del escudo, que este año se ha vuelto a recuperar tras el cambio de la temporada pasada. En todos los partidos había protestas, había movimientos de aficionados para recuperar el club… era una situación, como digo, crítica.
– Y estas cuestiones con la salvación no se acababan, claro. La emoción de aquellos días debe ser algo inexplicable aun con palabras, imágenes y sonidos. Lo de aquellos días se siente. Y si no se siente, no se sabe lo que fue de verdad. En todo caso, lo que desde fuera sí puedo imaginar que se le pasó por la cabeza al zaragocista, ya cuando la adrenalina comienza a bajar, fue un: «¿y ahora, qué?»
Era esa la pregunta. Y era la pregunta porque seguía el mismo dueño en el club, no lo vendió como él había manifestado porque al final no se encontró nadie que lo comprase y se hiciera cargo de las deudas. Entonces la gente pensaba «vale, nos hemos salvado, estamos en el sitio que por historia nos corresponde a pesar de que haya sido por un milagro, pero sigue Agapito de presidente, seguimos teniendo un montón de problemas económicos e institucionales, la dirección deportiva no estaba siendo la adecuada, la planificación tampoco…».
Y durante ese verano hubo bastantes cambios. Agapito puso a Nando Molinos al frente del equipo para que diese la cara, lo que relajó un poco a la prensa y a la afición porque es una persona conocida de la casa, sobre todo también porque era un hombre de fútbol y el club no iba a estar deportivamente gestionado por un hombre de negocios. Luego se le dieron plenos poderes a Manolo Jiménez, con una gran apuesta económica por medio. Dimitió el director deportivo porque no estaba dispuesto a formar parte de la nueva comisión deportiva en la que Jiménez sería el manager, que iba a estar rodeado de ex jugadores del Zaragoza y algunos técnicos para consensuar juntos los fichajes.
– Y tenían un trabajo inmenso por delante. El Zaragoza a día 5 de julio tiene a doce jugadores con contrato, cuatro de ellos jugadores que vuelven de cesiones. Además, están los complicados casos de Roberto y Juan Carlos que dependen de los fondos de inversión. En ese momento, la dirección tiene que ir cambiando el modelo, al menos por el nuevo método de trabajo. Y lo cierto es que se comienza a priorizar la llegada de jugadores libres (Loovens, Romaric, Sapunaru y Movilla), se recurre a jugadores que despuntan en categorías inferiores del fútbol español (Montañés en 2ª, más el tema de Víctor Rodríguez y Jose Mari) y, finalmente, se hace un pequeño esfuerzo económico (alrededor de 1M€) por jugadores que deben ser muy importantes como Álvaro y Apoño. Más allá del rendimiento, ¿esta comisión deportiva está llevando un camino más coherente con las posibilidades del club?
Sí, porque se estaba apostando casi todas las temporadas por adquirir jugadores a préstamos. Como la plantilla estos años tampoco se estaba haciendo de forma correcta, luego en el mercado de invierno se volvían a conseguir muchos jugadores cedidos y a corto plazo. Con esto no se consigue formar un grupo, no consigues tener estabilidad. Este verano, a pesar de que por el tema de la comisión deportiva es muy difícil consensuar fichajes entre cinco o seis personas, sí que es verdad que se ha apostado por tener jugadores en propiedad como Álvaro, Paco Montañés o Apoño. Jugadores que no son caros -aunque tal y como está el mercado español sí que es una inversión-, pero que destacaban en equipos más modestos y que cuentan con mucha proyección para poder desarrollarse en el club. Ya no es la cosa de jugadores cedidos que, por muy buen rendimiento esa temporada que te dieran, se te iban a terminar marchando. En ese sentido sí que hubo un cambio.
– La pretemporada se cuajó en medio de este cambio. Quizás por eso fue incompleta, está plagada de malos resultados, llegan jugadores en bajo estado de forma como Romaric, hay poco tiempo para encajar tantas piezas… Y claro, en las primeras jornadas se notaba una falta de continuidad lógica.
No fue una pretemporada ideal. Manolo Jiménez tenía pensado tener a varios de los fichajes en su primera concentración en Navaleno, no los tuvo y el equipo tenía muchas lagunas. Incorpora muchos jugadores del filial, de hecho. Al equipo se veía que todavía le faltaba, no estaba trabajado, había futbolistas nuevos, jugadores que no estaban en su mejor estado de forma…
Había muchas dudas en algunas posiciones. En el mediocentro no se había fichado a nadie, en el lateral derecho tampoco y se utilizaban centrales como Álvaro o Goni. Manolo Jiménez también probó bastantes cosas y cambió bastantes piezas, incluso esquemas. Se dio cuenta de que había futbolistas que aún no estaban con el ritmo adecuado para la competición, como fue el caso de Romaric, y que, por otro lado, había otros jugadores que durante la pretemporada estaban aprovechando los huecos para colarse, como el caso de Jose Mari.
– Es que la pretemporada también tuvo sus cosas positivas, aunque sean por cuestiones más fortuitas. Está el caso de Movilla, que me comentaba Chema R. Bravo que, pese a que se estuvo en contacto en todo momento con él, fue el nombre que llegó tras los intentos frustrados de Javi Fuego y Bolatti. Y ha funcionado. Como José Marí y Víctor Rodríguez, que eran jugadores que venían de Segunda B para jugar en el filial y que ahora son muy importantes. Al final, el balance de la pretemporada incluso es bueno.
Pese a los cambios que hubo en la dirección deportiva, la planificación no terminó de ser buena ni mucho menos. Sin embargo, trajo unas consecuencias bastante positivas. Quizás si el Zaragoza hubiera fichado un mediocentro defensivo tipo Javi Fuego o un futbolista de posiciones de ataque mejor de lo que son Wílchez, Babovic o Javi Álamo -que son futbolistas con calidad, pero que no llegaron pedidos por Jiménez-, no hubieran tenido la oportunidad. José Mari y Víctor Rodríguez venían para vertebrar el filial, futbolistas con experiencia en la categoría. En el caso particular de Jose Mari hace una gran pretemporada y demuestra que es un apto para rendir en Liga BBVA. Es un mediocentro posicional, con mucha entrega, con calidad para iniciar el juego, un jugador que trabaja muy bien para el equipo… Y en el caso de Víctor, Jiménez confía desde el principio en él. Lo mete en las convocatorias, le comienza a dar minutos aunque no partía como titular y se va destapando como un jugador de una gran calidad. Es una suerte en ese sentido que no ficharan a nadie en esas posiciones, la verdad.
– Como decimos, todo esto dificultó el inicio de temporada del Zaragoza, pero ya ante Granada y Sevilla hace dos partidos de notable alto en el que se comienza a dibujar una nueva idea. Para quien aún no conozca a este nuevo y emergente Zaragoza, que son muchos, debemos definirlo. ¿Cómo es?
Sobre todo es más ofensivo que el año pasado. Un equipo que vive más en campo rival, muy intenso y competitivo. Son muy agresivos en la recuperación de la pelota. Fíjate que es el equipo de la Liga BBVA que más faltas hace y, sin embargo, no es de los más amonestados, porque son faltas tácticas para parar el juego. El equipo ha adquirido un oficio que no tenía, sobre todo en su campo. Incluso en los últimos partidos también ha mejorado el balón parado, tanto defensiva como ofensivamente.
Es un equipo con una mentalidad más atacante. Los laterales se proyectan bastante más que en temporadas anteriores; si lo comparamos con el año pasado podemos ver el caso de Abraham. Y es que en las bandas tiene mucho peligro, sobre todo en la izquierda con un Paco Montañés que tira diagonales muy peligrosas. Además, tiene un delantero que, quizás, en la zona baja de la tabla no tengan. Ya no sólo porque Hélder Postiga sea internacional con Portugal, sino por el nivel superior que está mostrando respecto al resto de delanteros de los equipos que pelean por mantener la categoría.
– Y Manolo ya ha demostrado que cuenta con alternativas al dibujo del 4-2-3-1. Hemos visto un 4-3-3 con Apoño y Zuculini de interiores contra el Sevilla, un 4-4-2 con una doble punta conformada por Aranda&Postiga, cambios de posiciones… ¿es un equipo flexible, no?
Sí, Manolo Jiménez ha demostrado tener una adaptación total a sus jugadores. No es un entrenador que tenga un libreto fijo, que vaya a jugar con un dibujo y no lo cambie. Además, ha hecho unos movimientos tácticos en determinados partidos que han supuesto que el partido se decantase a favor del Zaragoza. Es el caso del partido con el Sevilla, donde Zuculini entendió a la perfección su labor. Es un jugador muy importante. Manolo Jiménez, a pesar de todo, le da mucha confianza porque es un futbolista que va muy arriba a presionar y esto provoca que a veces el Zaragoza recupere pelotas muy arriba. Puede tener sus fallos y su desorden táctico pero, ya juegue al lado de Movilla o en banda derecha, siempre es muy agresivo.
– Y quizás, Gonzalo, es parte del gran cambio táctico que vivió el Zaragoza tras perder por expulsión a Romaric ante el Zaragoza. En el siguiente partido entra Movilla, Apoño pasa de la mediapunta a la base, Víctor Rodríguez del costado a la mediapunta y el propio Zuculini de la base al costado derecho. No sólo estos tres jugadores encajan a la perfección, sino que el equipo comienza a jugar fabulosamente bien.
Cuestión también de confianza, pero los movimientos tácticos sí que son muy interesantes. Víctor Rodríguez estaba rindiendo muy bien en banda derecha; buscaba mucho el uno contra uno o el centro lateral, también sabía moverse por dentro… pero en ese cambio a la mediapunta da un salto tremendo. Conecta más con Apoño y, sobre todo, con Postiga, al que no le deja tan aislado. Este era uno de los problemas del equipo: Postiga estaba muy distanciado del resto del equipo. Y luego el tema de que Romaric, aún con su gran calidad, estaba restando mucha velocidad con pelota y trabajo en fase defensiva. En ese sentido, la incorporación de Movilla fue clave. Dio un punto de experiencia, de colocación y de poso en el mediocampo que antes no lo tenía el equipo.
– Lo comentas tú: el movimiento de Manolo da una unión entre Postiga y Víctor que funciona de forma perfecta. Quedándonos primero en el ariete portugués, con sus seis goles está en clara progresión de batir la mejor marca de su carrera.
Y cada vez está jugando mejor. Es importantísimo para el Zaragoza. Hélder, como mucho, ha marcado en su carrera diez goles… mal lo tiene que hacer para no superar esa cifra en esta temporada. Y a parte de que está más acertado en el plano rematador, que eso se une un poco al gran momento de confianza que vive él, es un jugador muy importante porque inicia la primera línea de presión muy arriba. Se desgasta y se faja con los centrales, se pelea siempre en inferioridad numérica y, aún así, es capaz de aguantar la pelota y mezclar su juego con caídas a las bandas. Está creando una barbaridad de huecos para la segunda línea que están aprovechando jugadores como Montañés o Víctor, que lo está encontrando muy bien de varias formas. Este tipo de sociedades que se han generado arriba han supuesto un salto de calidad tremendo. El equipo está más junto y cree en lo que hace.
– Y luego tienes la joya de la corona. Víctor Rodríguez a mí me tiene encadilado en todos los sentidos. Chema me comentaba que, aunque venía para el filial como hemos comentado antes, desde el primer contacto con el balón se veía que ahí había jugador. Una vez hemos ratificado esto viéndole ser determinante en primera, ¿dónde establecemos el techo de este chaval, Gonzalo?
Igual no exagero en decir que es la revelación de la temporada. O al menos una de ellas, ahora mismo no se me ocurre otra. Un futbolista que está cotizándose al alza. Se le veía desde el principio que tenía mucha calidad, pero ahora en estos primeros partidos también ha encontrado la regularidad que, a lo mejor, era lo que le había impedido triunfar con anterioridad. Es un jugador especial.
Tiene un físico pequeño, quizás ahí no parezca un jugador de una categoría alta, pero luego lo ves jugar y es impresionante. Muy buen uno contra uno, muy buen golpeo de balón tanto en carrera como a balón parado… y no sólo con la derecha, sino también con la izquierda. Tiene visión de juego, capacidad para asociarse, también cierto gol… Él le ha dado el salto de calidad ofensivo al Zaragoza. Se necesitaba un jugador que en esa zona del campo hiciera la diferencia. En la base tenías a Apoño, que ya ha mostrado que sabe ser determinante, pero en esa parte faltaba calidad.
– Víctor es buenísimo, sin más. Y es una de las razones que tiene a día de hoy el Zaragoza para ser optimista… pero esto sin Manolo Jiménez no se puede entender. Lo hemos citado varias veces antes, hemos hablado de lo que se encuentra y lo que está formando, pero ahora es el momento de centrarnos en su figura. ¿Qué significa Manolo Jiménez?
Manolo ahora mismo puede hacer y decir lo que quiera, la afición le va a apoyar. Ya sólo después con lo que hizo el año pasado la gente se rindió a sus pies. Y esta temporada sigue lo mismo. Se está viendo que la comunión entre la afición, el entrenador y el equipo es total. Desde hacía muchos años no se veía en La Romareda que la gente estuviera tan entregada con el equipo, sobre todo porque ve que hay un Zaragoza que sabe a lo que juega y que va a salir con convicción en todo lo que hace. La gente es consciente de que su objetivo es la permanencia, pero ve que el equipo ya no sale al campo a ver lo que pasa. Además, es que se identifica mucho al grupo con el entrenador. Lo que era Jiménez jugador, vaya. Un futbolista de garra, intensidad, raza y competititividad. La gente ve eso en el conjunto, y eso hace que esté completamente entregada a él.
– A mí lo que me ha fascinado, Gonzalo, es su capacidad para unir siendo el centro de todo. No sabemos lo pasa en el vestuario, pero sí lo que transmite el equipo y lo que se ve en la sala de prensa. Jiménez tiene un mensaje sólido y claro, no le añade azucar ni dice una palabra de menos. Luego da lecciones de gestión de vestuario como con Zuculini la semana pasada… es un motivador nato.
A Manolo le falta venderse más. Es una persona muy concreta, eso le gusta mucho a la gente. Dice lo que piensa, es muy visceral y no adorna el mensaje como comentas. Transmite lo que hay. En los momentos críticos en los que ha estado presente, se ha agradecido mucho su sinceridad. ¡Incluso contra la directiva! Siempre que sale a la rueda de prensa es una persona sincera. A veces nos empeñamos hacer del fútbol algo muy complicado, pero a lo mejor hay personas que son capaces de hacérselo fácil a sus jugadores. Y creo que es el caso de Manolo Jiménez.
– Y luego… es que su dirección de campo es de las más brillantes. Tiene una varita Manolo. Si a esto se le une la idea que hemos comentado y la gestión que está logrando llevar, sin querer hacer una predicción… lo que está claro es que la cosa pinta bien.
Mucho mejor que las temporadas pasadas. También es cierto que, como te he comentado antes, la gente se conforma con poco: únicamente con no sufrir. Y yo creo que se va a lograr. Queda mucho todavía y hay que ser consciente que es un equipo con sus limitaciones, pero en el fútbol es muy importante el estado de ánimo, la convicción en lo que se hace y la confianza en el entrenador, que parece que es total por lo que los jugadores transmiten en rueda de prensa. Se le quiere mucho. A mí me consta también que ha sabido transmitir a los jugadores lo necesario para competir y eso lo valoran mucho. Manolo es muy exigente, les exprime al máximo y ellos confían en su hacer. Incluso con el caso de Zuculini, al que cambia en el minuto 25 y luego le dedica la victoria. Es un detalle que se puede pasar por alto, pero al jugador y a la plantilla le demuestra que es un tipo honesto.
– Es una opinión muy personal, pero lo que significan Manolo Jiménez y este Real Zaragoza me parecen dos de los argumentos que convierten a esta Liga en la mejor del mundo. Calidad, talento, ideas y optimismo. Gonzalo, si hace unos meses te cuento que íbamos a charlar en este tono y de esta forma, creo que me habrías llamado loco como poco. Mejor no vaticinamos nada sobre el futuro y ya veremos qué nos depara este Real Zaragoza la próxima vez que conversemos. De lo único que estoy seguro es que volverá a ser un placer contar con tu presencia en Ecos del Balón.
Nada, el placer ha sido mío… ¡ojalá la próxima vez sea hablando de la Europa League! [risas] Quería aprovechar también para daros la enhorabuena porque es una página muy completa y que hace mucho por el fútbol porque se centra en el juego. Viendo como está el panorama en muchos sitios es una gozada que haya gente como vosotros.
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Referencias:
twitter.com/Gonzalo_Novillo
@SharkGutierrez 14 noviembre, 2012
Manolo Jiménez (no tanto en sus formas ni en el fondo) me parece un técnico muy "señor Lobo". Ideas claras, definidas como pocas y es capaz de darle competitividad a un club, aunque éste, esté más muerto que vivo. Me encantan los entrenadores así, sencillos, campechanos y con hambre. Porque si de algo no me cabe duda es que Jiménez sigue con la espina clavada de Sevilla, su casa. Se fue muy exigente con él, después de la marcha de Juande Ramos y la afición se le echó encima. Lo que no termino de entender fue porqué. Juande pega la espantada y Manolo se hace cargo del equipo y lo vuelve a meter en la Copa de la UEFA (hablo temporada 2007-08). Luego se le marchan Alves y Keita (casi nada en ese Sevilla) y el Sevilla pasa de ser 5º a ser 3º. Se le acusaba de ser físico a ese equipo, pero un equipo cuyos elementos más repetidos eran Duscher y Romaric, pues era normal. Se adapta a las circunstancias y eso, bajo mi humilde opinión, es algo que me hace admirar a un entrenador. Que no tenga las ideas fijas, sino que éste dependa de los jugadores. La temporada siguiente empeora la plantilla, se le lesiona Luis Fabiano, traen a Konko, Dragutonovic empieza a tener menos peso en el once inicial y viene Negredo en lugar de Luis Fabiano y fue cuando lo echaron…porque lo echó Del Nido a falta de diez jornadas para el final de la competición. Se fue muy injusto con Jiménez, muchísimo con ese Sevilla y sus circunstancias. Ahí está (que ojo, no le va del todo mal con Michel), pero las aspiraciones bajaron y el público bajó sus consideraciones. Después de comer caviar, comer pescado a la plancha, no es lo mismo.
También se me ocurre un paralelismo con lo que vive Stramaccioni en el Inter (sí, salvando las distancias y con exigencias como circunstancias muy diferentes). Gónzalo lo define perfecto porque le veo el paralelismo a este hecho:
"Sí, Manolo Jiménez ha demostrado tener una adaptación total a sus jugadores. No es un entrenador que tenga un libreto fijo, que vaya a jugar con un dibujo y no lo cambie. Además, ha hecho unos movimientos tácticos en determinados partidos que han supuesto que el partido se decantase a favor del Zaragoza"
Stramaacioni está haciendo exactamente igual o lo mismo con el Inter. De hecho, el Inter compite con una plantilla algo descompensada en algunos flancos (centrales mejorables y salvo Cambiasso o Gargano ninguno con una salida decente o de nivel medio-alto) y hasta el día del Atalanta, 7 victorias consecutivas; entre ellas una a la Juve. Mantiene la motivación y la rotación de sus jugadores en su grupo de Europa League. Rescata al mejor Milito y junta a un gran Palacio junto con él. Lo tienen claro, ambos.
En Zaragoza necesitan a Jiménez como el comer para emprender un proyecto de asentamiento en la categoría y poco a poco salir de la tan complicada y sufrida situación vivida especicalmente en estos últimos años. Jugadores tan experimentados como Movilla y Apoño, defensa de garantías como Álvaro y descubrimientos como Jose Mari o Víctor y confirmaciones de lo que esperaba (como Montañés o Postiga) están haciendo al equipo aragonés en un equipo atractivo de ver. Con garra y calidad, con fundamentos claros y definidos; en definitiva: un equipo.