Media Sevilla, la bética, viene de pasar la semana más difícil en mucho tiempo. No habrá sido más sencillo para Pepe Mel, obligado a sacar contra reloj a su vestuario de la depresión. Al Villamarín llega un Madrid cuya moto arranca solo por momentos, aunque estos sean suficientes para ganar carreras. Se espera la vuelta de Ozil. Las heridas del derbi dejaron al Betis sin Rubén Pérez, su mediocentro más posicional. Cañas –también Nosa– sufre para detectar recepciones laterales. Prefieren presionar arriba. Y dieces más anchos que Mesut, pocos. Quizás por aquí empecemos a vislumbrar qué actitud pedirá Mel a sus chicos. El Betis necesitará agresividad con y sin balón. El cuadro merengue viene de un esfuerzo a considerar. La intensidad será innegociable.
La base de la jugada es la gran incógnita verdiblanca. El debate sobre dónde debió actuar Beñat en el duelo ante el Sevilla generó bastante controversia en 38 Ecos. Lo cierto es que, como líder de la gestión de juego, su gesto técnico influye antes, permitiéndote sortear achiques agresivos. El Madrid los realiza, especialmente si alinea a Khedira, como así pinta. Beñat en tres cuartos no pudo recibir en Nervión, lo que terminó por aislar a Rubén Castro, la otra pieza diferencial de los de Heliópolis. La sustitución express de Cañas en el Pizjuán huele a pista definitiva. Beñat y salida lateral para perderla muy arriba. Que Cristiano se acerque lo menos posible a una zaga entre algodones.
@DavidLeonRon 24 noviembre, 2012
Partido muy, muy duro para el Betis a nivel psicológico. La respuesta del equipo en este aspecto va a ser tan interesante como todo lo demás.