Messi y el Real Madrid | Ecos del Balón

Messi y el Real Madrid


Elogiar a Leo Messi se hace aburrido. 3 Balones de Oro, 3 Champions o 4 pichichis de la Copa de Europa, a la edad de 25 años, hablan por sí solos. Desde su ascenso a la élite, el argentino ha escrito páginas, en muchos casos, inéditas en la historia de este deporte. Su amor por las finales y su puntualidad en las grandes citas han definido la carrera del crack. Con todo, es posible que lo más especial y simbólico de su todavía joven trayectoria sea su relación con el Real Madrid. Acostumbrado a ser relevante desde los 18 y único protagonista antes de los veinte, Messi agrandaba su figura en los Clásicos. En la victoria o la derrota, su peso futbolístico y emocional se adueñaba del partido hasta convertirlo en una extensión de su zurda. La segunda parte de la vuelta de la Supercopa, el mejor ejemplo. No obstante, el rival no es cualquiera. Jose Mourinho y su Real Madrid han aprendido a convivir con la mayor de las amenazas. Reducirlo al inevitable detalle (aunque detalle equivalga a gol) es el triunfo. Se acerca otro duelo de gigantes. Esta vez, le toca a Vilanova encontrar ubicación al genio.

El Messi de Tito es diferente a lo visto hasta ahora. Integrante de un cuadrado en 2+2, cuando este pierde su forma deja a Leo como la pieza más avanzada. El proposito es, mediante la circulación, regalarle al diez dos acompañantes laterales que potencien su habilidad para la pared y el pase. Uno lo tiene de inicio, Cesc (Iniesta). El otro aparece por sorpresa (Xavi). El objetivo de este dibujo ante el Real Madrid sería evitar repetir el escenario del último Clásico liguero; el Barcelona conserva las referencias externas de entonces pero sumaría un elemento en la frontal que dividiera marcas con los centrales. Messi es el pie más sensible que existe en el espacio reducido y el control orientado, pero pelear contra dos hombres tan condicionantes es mandarlo a la guerra. Bifurcar la atención de los defensas es permitir el giro, ergo, la ocasión.

El sistema de Tito sueña con ofrecer cuatro líneas de pase a Messi en la frontal

A buen seguro, Messi esbozaría una sonrisa si viera en la pizarra del vestuario una flechita por delante de su dorsal. Una pantalla para escapar de la zaga merengue, vivir pendiente solo de la espalda de los mediocentros, a los que ya batió técnicamente en el pasado. Digamos que sería algo así como conseguir de manera inmediata lo que Tito pretende con su 2+2, si bien este, en un contexto de perfecta ejecución, exige a Leo menos metros que recorrer, es decir, menos inspiración individual. El encargado de tan mastodóntica tarea (sujetar el empuje de unos defensores sublimes yendo hacia arriba) tuvo varios nombres en anteriores precedentes. Unos cumplieron con más nota que otros, pero siempre se repitió el mismo patrón: Messi filtró slaloms determinantes que acabaron en peligro o incluso en las redes de Iker Casillas. Una vez que el rosarino pasa a ser obligación de los centrocampistas, falta elegir el sector por el cual buscará la herida.

Como todo zurdo que elimina adversarios sin agobios, a Lionel le agrada acostarse en la derecha y arrancar con la salida natural hacia dentro. Que la tendencia a la banda sea más o menos constante depende de las características del “9”. Si es capaz de fijar a Pepe y Sergio RamosUn «9» referencia por delante, el sueño de Messi ante el Madrid al tiempo que activa los costados, Leo mantendrá una rutina de movimientos similar a la de cada día. Cuando el delantero punta fracasa en su trabajo y no lo logra generar ventajas para la línea posterior, está la opción que presenciamos en la Final de la Copa del Rey de 2011: Messi “extremo”. Lo que se persigue con esta opción (que tiene contraprestaciones evidentes sin balón) es girar al Real Madrid hacia el foco incomparable que es la estrella culé. Con sus recepciones exteriores, Xabi Alonso (por norma, quien le afronta en el mano a mano) queda en peor situación posicional y física para lanzar la transición. La clase del cinco blanco es tal que aun así monta contragolpes a un toque, pero algo sale perjudicado su juego. Eso sí, Messi 2012 es como es. Pocas semejanzas o ninguna guarda con su forzada versión de 2006 o 2007. Actuando por fuera es un problema para el doble pivote (Alonso, Khedira, Essien, etc) pero no para el lateral. El desborde exterior ni lo siente ni lo quiere a estas alturas. Para Coentrao, defender a Messi es fácil desde el punto de vista intelectual (nunca técnico, obviamente). Incluso Marcelo vería potenciada su mejor calidad defensiva, el achique. Jamás fue más sólido que en dicha final de Copa.

Messi en banda requiere un gran trabajo colectivo del resto de piezas del Fútbol Club Barcelona

Suena a discurso viejo, pero en realidad no hace tanto. O sí, según se mire. El mejor fútbol de la era Guardiola venía con un denominador común más que llamativo: Messi no hacía goles. Su virtud desequilibrante en las tardes de orquesta era meter pases al hueco de manera compulsiva. Abiertos, los dos extremos más mentirosos de este ciclo. Ensanchar el campo no era el requisito de partida, sino mezclar una posición intermedia que atara al lateral para, por sorpresa y en el sector contrario, romper a la espalda del central. Como decíamos, muchas cosas cambiaron. Ni el nivel propio del resto de piezas es igual ni, muy especialmente, la adecuación técnica del Madrid sigue en pañales como en aquel lejano 5-0. Arbeloa reacciona con un paso hacia dentro cada vez que Leo o su par insinúan la ruptura a portería. La prevención en el camino hacia el astro ha subido (a pesar de que los jugadores no variaron) y si se accede a él, la actitud es mucho más agresiva. Es el resumen de un vínculo que narrará una década de nuestro campeonato. The Special One sabe que no enfrentó ni (creemos) enfrentará un oponente tan colosal. Nadie le hizo sufrir de ese modo, exprimiendo su capacidad al máximo. De la mano de Lionel Messi, el Real Madrid y Jose Mourinho llegaron a esferas que, sin el fenómeno sudamericano, en la vida hubieran conocido.

 

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Comentarios (19)

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El Madrid lleva sacando ventajas bastante tiempo de la superioridad de sus laterales contra los extremos del Barça. Pero mañana tiene pinta de que juega Marcelo, que permite más que Coentrao. Y a Tito le molan abiertos. Y a su vez, según los hechos, Messi parece sentirse mucho más cómodo con un 9 delante. Ecuación curiosa.
Yo siempre he defendido que Messi en la banda con un 9 que fije defensas es lo que mejor resultado da. Hay varias razones que me hacen pensar así, pero las resumo, más o menos:

- Messi recibiría siempre de lado, de frente a la diagonal hacia dentro. Sin embargo, ahora recibe 4 de 5 balones de espaldas.
- No estoy de acuerdo con que Leo es más defendible por Marcelo si juega en la banda. Entra Alves en la ecuación, eso también hay que tenerlo en cuenta.
- Cuando juega por la banda, la distancia entre el central y lateral derechos del equipo rival es sideral. Con un único toque, Iniesta por la izquierda tiene una autopista.
- Ante la pérdida de balón, la presión es más fácil de realizar.
- La ausencia de un 9 quita capacidad de remate cuando son los jugadores de banda los que rompen líneas. ¿Qué porcentaje de jugadas en las que Alves o Abidal llegaban a línea de fondo terminaban en gol?

@DavidLeonRon

¿Cuál fue para ti el mejor Barcelona de la historia? Creo que no es tan trivial lo que comentas, te podríamos recordar muchos buenísimos momentos con 9. Para mí, de hecho, los mejores han sido con un 9 en el campo.
@ Cerdido

Para mí, el Iniesta extremo contra el Madrid siempre ha sido una bomba de humo. Puro efectismo, producción limitadísima. Incluso en su día más lúcido técnicamente, probablemente la ida de la Copa del Rey del año pasado, uno examina sus acciones y producir, producir, producir, en un par de jugadas. Y eso que, como te digo, le salían los regates.

Contra el Madrid el Iniesta imperial siempre ha sido interior izquierdo. Y sobre todo, y eso es curioso, con Messi tendiendo claramente a la derecha o directamente partiendo de ella -como la segunda parte de la Final de Copa de 2011, 45 minutos que siempre defenderé como una de los 2-3 cosas más grandes que hizo el Barcelona de Guardiola-.
El último Clásico liguero Alexis si bien recuerdo estuvo con molestias y entró en la parte final. El Barça ese día hubiera actuado con 4-3-3 y un punta arriba con mucho gusto, pero ni hablar. Aparte, Ramos y Pepe esa noche se consagrarían como jugadores condicionantes, y Messi no se había enterado hasta después.
Mañana si el Madrid se recuesta, que creo será así, tendrá opciones de contragolpe (cuando Mourinho decida claro): sea cual sea el segundo central (ojalá Piqué), puede ser víctima de juego directo de Ronaldo o algún otro jugador. Las cosas que preocupan para mañana son esas. Los centrales en la transición defensiva y defensa organizada. Y el presunto 4-2-2-2 que si bien tiene como objetivo ser indiferente a las gestas de la pareja de centrales, tiene que estar obligado a romper, subiendo la dosis de concentración en las bandas contrarias, sabiendo Arbeloa y Coentrao (o Marcelo) a quién se enfrentan: Tello, Pedro o Alexis.
Y si Tito mañana nos sorprende y pone un doble pivote Song - Busi con Messi como enganche, Iniesta acostado a izquierda, Pedro fijando en derecha y Alexis de nueve.

Nah, yo creo que es algo imposible pero creo que es lo que mas daño puede hacerle al Madrid y sobretodo menos daño hacerle al Barsa.

Dos hombres con talento defensivo por detras de la perdida como Busquet y Song, que ademas impedirian la superioridad en la zona de pivote del Barcelona que creo que planteara Mourinho. Con Iniesta picando de dentro a fuera (para atraer a Khedira y alejarlo de Messi) y otras de fuera a dentro (para atraer a Arbeloa y dejar espacio para el lateral, exigiendo mucho despliege a Di Maria).

Messi partiria sin la presion de Pepe encima, que es sin duda el jugador mas capaz de defenderle en el Mundo, y en ocasiones enfrentado solo a Xabi Alonso que sufriria muchisimo, y arriba dos hombres con constante movilidad, Pedro pegado a banda (exponiendo a Marcelo) o tirando diagonales (entre Marcelo y Ramos), y Alexis Sanchez fijando a los centrales lejos de Messi y abriendo huecos para las incorporaciones del argentino.

Y por supuesto mucho menos expuestos atras, Song y Busi son capaces de tapar mucho y refuerzas una linea defensiva muy cuestionada.

Si yo fuera Tito me lo plantearia. Tener a Messi y que nadie le tire desmarques por delante es demencial.

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