Un problema y una vieja solución | Ecos del Balón

Un problema y una vieja solución


Ocho victorias en ocho partidos entre Liga y Champions dan para preguntarse en qué estado de cocción se encuentra este incipiente Fútbol Club Barcelona de Tito Vilanova. Cada choque del conjunto catalán es una montaña rusa donde se pasa del caos al lujo con una rapidez indescifrable, a priori poco competitiva. Solo a priori, claro, porque hasta la fecha solo gana. Da Luz brindó un duelo de lecturas interesantes que comienzan a resultarnos familiares.

El inicio, a pesar del primer detalle decisivo de Messi, no fue bueno para el Barcelona. A medida que vamos viendo el desarrollo del novedoso 4-2-2-2La espalda de Cesc, un dolor de cabeza para Busquets de Vilanova, van apareciendo virtudes y, lógicamente, también defectos. Uno de ellos nace de la actitud agresiva de Cesc. Fábregas cada vez clava su posición más arriba, a la altura de Messi, buscando la conexión inmediata. Esta acción, cuando es exitosa, ofrece réditos definitivos (la sociedad Leo-Cesc en el área es matadora). Sin embargo, deja al Barça muy mal parado de cara a la posible pérdida. A Busquets le queda un espacio gigante que administrar ante un rival que en ese punto del juego tiene la salida de cara muy sencilla, pues el doble pivote no llega a la presión y Alba y el extremo tampoco pueden influir de inmediato. Esa fue una de las principales vías de transición del Benfica en la primera mitad. La segunda, anunciada: la calidad de Nico Gaitán lucía entre Alves y Xavi. Los portugueses olieron a gol.

Con el regreso de Iniesta comprobaremos si el 4-2-2-2 tiene una carencia puntual o si obedece a las características de Cesc. Lo que ya no necesita comprobación es la zona ideal de Alexis dentro de este dibujo. El chileno jugó, de lejos, su mejor partido de la temporada. En la banda izquierda es otro. Ahogarlo tras recibir es mucho más difícil, pues domina la salida interior. También está la esperanza de la diagonal hacia portería, un movimiento que en la derecha no es capaz de completar. Descargó fácil y trabajó para el cuadrado asociativo que, nuevamente, volvería a transformarse en pirámide.

En el 4-2-2-2, la izquierda es la banda de Alexis Sánchez

Tito cambió cosas en la reanudación. Como en los momentos más destacados en el Pizjuán, Xavi subía un escalón, separándose de Busquets para incrustarse en la línea posterior, junto a Cesc y Messi. Esta permuta implica un esfuerzo extra para los pivotes rivales, que ven como los hipotéticos receptores empiezan a ser muchos y muy virtuosos. Además, si se accede a Messi, los centrales tienen más difícil corregir su slalom, pues Xavi y Cesc hacen de escudo, fijándolos. Así vino el 0-2, segundo detalle decisivo de la noche del crack argentino. Una salvajada, por cierto.

Tras el tanto de Cesc y el descenso de intensidad del Benfica, el Barcelona se daba el gusto de circular la pelota a velocidades pretéritas, hasta que la terrible estampa de Puyol mermó el ánimo de los 22 futbolistas sobre el campo. Es de veras una mala noticia para el Barça. El central ya no hará milagros, pero su talento defensivo pesó ayer en Da Luz. Los de Vilanova insinúan (por ahora solo eso) alguna mejora, pero todavía no están para soportar ese Song-Mascherano.


Comentarios (18)

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Está Cesc recuperando el nivel del año pasado? No digo el del Arsenal, sino el del año pasado en el Barça, que ya es bastante más que lo que habíamos visto hasta hace poco con Tito.
Andrés acabará yendo a banda o a saber donde, porque pienso que a Cesc o le dejan ahí en la posición de Andrés junto a Messi o directamente creo que es matarlo.

Sobre el sistema de Vilanova va hacia algo, ya podemos ver algo, pero para jugar así no le debe ir sobrando con el tiempo Xavi y el que acompañe a Bussi ser un tipo con mucho mas empaque defensivo? Por que decir que sobre Bussi me parece mucho ^^
¿Entonces la solución "nueva" pasa por usar a cracks potentísimos como meros escuderos de Messi? Yo creo que Tito se equivoca potenciando una individualidad en lugar de hacer que esa individualidad potencie el colectivo. El colchón de puntos deberá ser suficiente para empezar a intentar coger vuelo futbolístico más allá de "hacerle espacio a Messi".
1. Lo de Masche no es un simple susto. El equipo juega sumamente largo y cada anticipación le supone un mano a mano en el que siempre llega en carrera alguien desde atrás. Con las líneas de presión más altas quien transporta no va de cara o lanza balones imprecisos ante la ausencia de espacios que le permitan visualizar la jugada (grandes jugadores como Benzema o Ibra, sobrados en técnica, se los fabrican). El apostar por la mayor salida de los laterales y por las diagonales de extremos hacia adentro facilitaría bastante la labor de presión en la salida del rival. Sergio entre los centrales, Xavi de 5 y el interior más adelantado de 10, y ahí ya escalonaste al equipo.
2. El equipo es demasiado intermitente y permite entrever tres facetas de juego: circulación rápida como mucha movilidad, posesión sin sentido y verticalidad extrema cuando el resultado es adverso. Curiosamente las mejores prestaciones las ha ofrecido en la tercera modalidad, haciendo bascular defensas enteras de un lado al otro, desde rupturas con o sin balón y cambios de frente.
3. Cesc no es limitado técnicamente, pero vaya que lento de velocidad sin pelota. Su problema rara vez es de ejecución, aunque si de decisiones. Al transportar en largos recorridos cierra sus líneas de pase en un juego de posición que se organiza desde la bola, y ahí sí no es Messi o Andrés quienes, con su regate infinito, se valen de recursos para romper líneas (valga aclarar que el control de Cesc es bueno, sobretodo con metros por delante para tomar velocidad). En los últimos partidos lo ha corregido bastante y su juego se ha visto mucho más fluido. Así, con la tranquilidad de la labor cumplida ha cogido confianza para pisar el área y rematar.
4. Lo de Alves es sencillo: le quitas metros y lo acabas, como de hecho sucedió en el Brasil de Dunga, cuando se le puso de "carrilero" o interior. Al abrirse tanto los extremos le restas participación en el último cuarto de cancha, donde es en realidad decisivo (en defensa y salvo partidos puntuales, nunca ha sido más que correcto). Si es el esquema de Tito definitivo, es conveniente que se piense seriamente en el futuro del brasileño (a mi juicio debe tener más protagonismo, es una bestia).
5. Pedro lo hace mejor en la derecha y Alexis en la izquierda, y no hay razón para que el entrenador no lo haya notado. Me preocupa es que Villa esté al cien por cien y para Vilanova no cuente.
Solo matizar que aparentemente soy un crítico de Fábregas. En realidad me encanta y siempre he admirado su juego como el que más. Por eso creo que todavía no ha hecho gala de lo que sus verdaderas virtudes, aunque empieza a encontrar regularidad y su sitio en la cancha. Con el campo de frente tiene una visión privilegiada al alcance de ningún otro jugador de la plantilla y sus lances, cortos o largos, son quirúrgicos. Solo debe mejorar un poco su regate en corto o su recurso para aguantar la pelota, ganando siempre el segundo de más que le permita ir en todas de cara (Xavi y Pirlo no lo consiguieron hasta los 27, ni Andrés hasta los 26. Messi come a parte).

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