Sin granadas contra Bartra

La noticia para el 11 de Tito Vilanova esta noche es la supuesta titularidad de Marc Bartra. En otro momento sería un poquito de escaparate para otro joven talento de La Masía, pero esta vez llega en un momento de necesidad. El Barça necesita que Bartra rinda bien. Y no bien «para ser canterano», sino bien a nivel jugador de la primera plantilla. El club ahora mismo es esclavo de su modelo en más de una cuestión, y la posición de central es una. Ni Puyol ni Piqué están, desde hace ya un tiempo, a la altura de los mejores jugadores del equipo. No marcan diferencias, y la exigencia es ésa, porque el propio rendimiento culé ha hecho que sus rivales la fijen ahí. Es vox populi, pero el Barça no se atreve a dar el paso de fichar «porque es muy difícil encontrar un central para nuestro sistema». Si el desempeño de los actuales es insuficiente, no hay signos de recuperación -al revés- y un club del poder adquisitivo del Barça no puede encontrar soluciones en el mercado… ¿qué falla?

El tema es profundo y da para mucho. Estrellas como Mascherano, Cesc, Alexis o Villa lo sufren. La impresión es que el Barça radicalizó tanto su modelo que sólo caben los que van subiendo. Son los únicos que garantizan rendimiento. No es buena noticia. La diferencia entre el Ajax y el Barça en 1995 era que el Barça iba al mercado para fichar lo mejor -y lo unía a lo suyo- y el Ajax se limitaba a su producción. Hoy son clubes incomparables. Dicho esto, Bartra juega muy bien. Su potencial es alto. De maduración física tardía, consiguió músculo para aguantar en el área sin perder la velocidad-agilidad que le marcan; y su base técnica es óptima. El apunte necesario es acerca a su hoja de movimientos favorita. Sin llegar a la ingenuidad, recuerda a centrales como Koscielny en su obsesión por la anticipación. En un gran momento azulgrana esto sería estupendo, pero hoy la transición defensiva culé es pobre, los centrales quedan en desventaja y, para colmo, están expuestos a algunas fases de defensa posicional.

Eso sí, dentro de lo que cabe, la visita del Granada CF al Camp Nou es una noticia inmejorable tanto para Bartra como para el Barcelona. El Granada, por formas, es un equipo que habría necesitado una dosis de suerte que no le está acompañando. Más basado en la reflexión que en la intensidad, en la técnica que en la rapidez, está teniendo problemas para quedarse el balón y crear así el partido que busca; y lo cierto es que está perdiendo confianza y margen. Anquela debe hacer algo, porque la flauta no siempre suena porque sí, y la plantilla da para cosas buenas y, de paso, bonitas. Hoy tampoco se le puede exigir gran cosa; no es el día para empezar el cambio, y es algo que la propia afición acepta. La inferioridad física de su sistema defensivo no puede ser menos propicia para correr detrás de la pelota por el Camp Nou; y una vez robe, si roba, las perspectivas de peligro están capadas por su problemática lentitud. Orellana y El Arabi producen cerca de portería; recibiendo lejos no saben cómo llegar. Sobre el papel, esta noche el Barcelona debería edificar un punto de inflexión en cuanto a sensaciones; y alargar su importante racha de victorias.