20:45. La hora ya lo dice todo, y aquí podríamos acabar la explicación. Vuelve la Champions League, el caramelo que engolosina por igual a futbolistas y aficionados. Quizás deberíamos matizar: más que la Champions, lo que hoy tendremos la suerte de disfrutar es algo parecido (no igual) a la vieja Copa de Europa, aquella que desde el mismísimo septiembre tenía en vilo a los gigantes del Continente. La dureza del grupo, el dubitativo arranque del Real Madrid y la falta de jerarquía internacional del Manchester City hacen que la cita del Bernabéu adquiera una relevancia especial. Aflorarán las emociones, unas emociones que Mourinho y Roberto Mancini buscarán controlar de formas muy diferentes.
Madrid y ManCity son equipos levantados desde grandes períodos de retención de pelota. Ambos superaron el 60% posesión la temporada pasada y ningún movimiento en el mercado de fichajes ha ido encaminado a cambiar esta tendencia (al contrario). Sin embargo, el Madrid encuentra argumentos que adora en el juego sin balón, transitando. Corriendo. Los ingleses no tanto. El City se toma más tiempo en cada acción, emplea más pases y llega más lento. Su contragolpe no puede ser discurso. Mancini anuncia valentía, pero el marco y el rival hacen improbable un partido-base como los que vive cada semana en la Premier. El técnico italiano se verá obligado a decidir entre la normalidad o una adaptación especial al choque.
La primera vía quedaría un poco a mitad de camino entre la “sumisión” y el plan diario y habitual. Agüero sale de lesión y su concurso está en duda. No conviene desestimar por completo la opción Dzeko. El bosnio añade la variante del juego directo que ya fue decisiva con Mario GómezYaya sobre Xabi Alonso, opción de un gran peso táctico en las últimas semifinales de Champions, frente al Bayern. Saltarse la presión agresiva que el Madrid propone casi siempre en el Bernabéu es todo un lujo. Dicho esto, Edin no fija con la energía del SuperMario y ya salió claramente derrotado de su duelo con Pepe en el pasado. La carta ganadora para mantener estructura y credibilidad se llama Yaya Touré. Adelantar la posición del africano conlleva una pérdida de finura asociativa, “embrutece” al City, lo simplifica. El mejor Yaya, además, es el que llega en vez de estar. Donde el movimiento parece ganador es durante la fase defensiva citizen. Con base de dos (Javi García-Barry) más Yaya, el eje vertical del Real Madrid hallaría una respuesta constante en sus dos alturas (Alonso-Ozil/Modric). A priori, pocos nombres más perfectos para trabajar sobre el mediocentro blanco que el portento de Yaya Touré.
Javi García-Barry-Yaya, posible respuesta al Alonso-Modric
Quizás el nuevo sistema, ese que ha asomado furtivamente en este inicio de campaña, tenga su razón de ser en exigencias como la de hoy. 3-2-3-2 que, en semejante escaparate, suena a algo muy parecido a cinco defensas.Defensa de 5, un caramelo para Xabi Alonso y Luka Modric Ventajas e inconvenientes muy definidos; el City se protege contra la recepción de Ronaldo-Di María y su diagonal interior. Los centrales, limitados a tareas de área y delantero. Del mismo modo, prepara una salida desde atrás ancha, con carrileros que obligan a los mediocentros del Real Madrid a lateralizar su posición y a perder marcas mientras giran. El City de los extremos Nasri y Silva no clava a nadie por fuera en ataque organizado y a veces sufre de falta de amplitud. Los laterales (¿Maicon-Kolarov?) la garantizan. No obstante, queda la sensación de que se pierde más de lo que se gana. Xabi Alonso dispondría del partido de élite más cómodo en mucho tiempo, pues camparía por toda la horizontal del campo con la sola atención de un Silva limitado en esas funciones. Sumando las apariciones de Modric en la base y la facilidad con la que el Madrid se establecería en tres cuartos sería muy desaconsejable para los intereses del ManCity. Para colmo, la defensa de tres (cinco) casi te condena a plantar la línea muy atrás. Achicar con tres centrales demanda un perfeccionamiento táctico que Mancini todavía no ha logrado.
También podría pasar que Don Roberto nos dijera la verdad y, en efecto, su equipo se plantara hoy en el Bernabéu con un arrojo sorprendente. 4-4-2, Yaya Toure y Javi García en el doble pivote, Nasri-Silva y Agüero-Tévez arriba. Esta elección nos conduce a un intercambio feroz de talento. Por ejemplo, abre la puerta a Ozil y Benzema, netamente más fuertes que sus pares. El alemán no tendría dificultad alguna en inventar mil recepciones a las espaldas de los mediapuntas y de un Yaya Touré no muy dotado en esas labores. Para Karim, Lescott es un enemigo ideal para volver a flotar. La necesidad del City de proyectar a su lateral derecho para liberar a Silva pinta complicada con la amenaza de Cristiano. Lo (más que) positivo, las bestias ofensivas. El puntito físico de Tévez (alucinante) y la calidad propia del Kun regalan profundidad de manera automática. Con ellos, Silva y Nasri casi siempre van de cara. Empresa de nivel para Xabi y Khedira, que necesitarían el empuje de sus laterales. Coentrao ya sabe lo que es encimar a Silva con éxito.
El 4-4-2 del City nos deja un duelo de talento impresionante
¿Y el Madrid? Nominalmente, la gran pregunta es saber si Mourinho confía en meter la velocidad de crucero (Ozil) o si quiere que lo lleven de la mano (Modric). Si el croata es el elegido (favorito es), la otra gran incógnita a resolver será cómo cerrará el Madrid en su línea intermedia. Si el City plantea carrileros externos, quizás volvamos al 4-3-3 del Pizjuán, con Khedira interior izquierda. Si Nasri es titular junto a Silva, Khedira deberá bajar un escalón para cerrar al habilidoso francés. En tal caso, Modric pasaría a jugar de diez. Sea lo que sea, tenemos partidazo. No es la Copa de Europa, nadie caerá eliminado. Mañana seguirán siendo 2 de los 4 grandes favoritos para casi todo el mundo. Pero no nos engañemos; hoy es día de emociones.
@DavidLeonRon 18 septiembre, 2012
Partidazo!!:D