Hay días a lo largo de una temporada en los que el fútbol te dice que tienes que perder. Porque hiciste mal las cosas, porque la caprichosa te pegó en el palo o por un incontrolable parte de bajas. Para luchar contra estos factores, Madrid y Barcelona gozan de los que son, casi con total seguridad, los cracks más regulares y constantes en los últimos 25 años, como mínimo. Pues bien, el Atlético se ha topado con un jugador cercano a esto. No alcanza el impacto en los partidos de Messi y Cristiano, pero empieza a moverse en guarismos, hasta la fecha, reservados a ellos dos. El Atleti fue mejor que el Betis en el Villamarín, pero sin Radamel Falcao cuesta imaginar que hubiera sumado los tres puntos.
El choque arrancaba con el morbo de ver qué equipo querría tener la pelota en su poder el mayor porcentaje de tiempo. Los de Simeone hacen carrera de cedérsela al rival; el Betis cambió hace meses la acumulación de pases por la velocidad. Y se notó, porque los ataques posicionales naufragaron. El Cholo salió con excesivo respeto a la noche que afrontaban sus hombres. Sin la figura del segundo punta, faltó amplitud por delante del balón. Por detrás, un Cebolla demasiado estático (aunque punzante en el regate) y un Raúl García desubicado en la derecha. Toda la agitación quedaba en la diagonal dentro-fuera de Arda, muy fácil de leer y seguir para Rubén Pérez. Tampoco lograban imponerse los de Heliópolis. Su fuerza está en las bandas y el Atlético, como ante el Valladolid, volvía a cerrarlas acertadamente. Solo el notable Pozuelo, muy activo entre Mario y Gabi, giraba al conjunto madrileño, obligándole a correr hacia atrás.
El gol inicial valía doble, ambos lo sabían. Lo encontró el Betis, sin merecerlo ni elaborarlo. Así, se abría el escenario que más temía el cuadro colchonero. El más que posible camino a la primera derrota. Pero Falcao, siempre solo en las esquinas del área (genio), compensaba de inmediato. Cuando en el último suspiro del descuento, los de Mel hacían un, ahora sí, injusto 2-1, podía pensarse que no, que esa tarde tocaba caer. El Atlético había sometido al Betis tras el empate y aquello resultaba doloroso. A Radamel le dio igual. A la vuelta del descanso, el colombiano decidió con una triple acción de penalty, roja y gol. La fortaleza mental que proporciona el delantero soporta las situaciones más aciagas.
Hoy por hoy, Radamel Falcao es más que la mala suerte
Después de la expulsión y el inminente 2-3, el partido se convirtió en un duelo entre técnicos en busca de la sorpresa. Pepe Mel sacaba a Pozuelo, manteniendo las amenazas exteriores. Un plan que pronto descartaría ante la falta de transición defensa-ataque. Fuera los extremos Agra y Juan Carlos, laterales muy avanzados y doble mediapunta con Beñat y un Joel Campbell al que se le asignaría la dura tarea de abarcar los tres carriles. El joven costarricense tiene buenas intenciones, aunque la imprecisión técnica, comprensible con diez futbolistas, lastró mucho su actuación.
Incluso ante nueve asomó el principal defecto del Atlético. Son contextos difíciles esos en los que el adversario juzga que no es de recibo su abultada inferioridad numérica. El que tiene once siente una culpabilidad invisible y se agarrota. Pero es que el tema no es de ayer. Con dos más, los visitantes tuvieron problemas para protegerse con el manejo de la pelota. De forma seguramente inconsciente, cedían metros ante un oponente en coyuntura irreversible. El vicio permanece y corregirlo no será nada sencillo para Simeone. Mientras tanto, Radamel Falcao García. ¿El tercero tras Messi y Cristiano?
Abel Rojas 27 septiembre, 2012
En términos de determinación está mucho más cerca de Ronaldo que de Iniesta o Benzema.
Falcao es el nº 3 de la Liga ahora mismo. De hecho, yo me atrevo a decir que es el nº 3 de la Liga, en general.
Es el que más da.
Que por otro lado, yéndonos al extranjero… la cosa es que sería igual.
Cuándo fue la última vez que un jugador así se quedó fuera de la Copa de Europa?