Diego Ribas es un jugador excelente, aun sin ser aquél que sus primeros pasos invitaron a soñar. En su madurez confirmó el don de explicar un partido de fútbol por sí mismo, y con eso le sobra para destacarse sobre el promedio. Mediapunta de presencia, de influencia organizativa o decisiva según proceda y de un sentido lúdico que las más de las veces es todo un punto a favor, se trata de uno de esos talentos que ultra condicionan sistemas hasta hacerse irreemplazables. Sin embargo, Diego no asumió ese rol contextual en el Atlético de Madrid que ganó la última UEFA Europa League.
Manzano intentó que así fuese, desde el 4-3-3, el 4-2-3-1 y el resto de sistemas que probó el desafortunado míster, pero Simeone dio un giro de tuerca cuando dedujo que el truco no estaría tanto en cómo sacar la pelota como en la manera y el lugar donde recuperarla. Así, el Atleti se convirtió en un (muy buen) equipo defensivo que creaba la primera ventaja sin balón, en vez de con él. El papel de Diego, importante sin duda, era administrar las (poco frecuentes) posesiones en las que los rojiblancos se instalaban en ataques organizados y, en situaciones más agresivas y verticales, sumar su clarividencia y su calidad. Pero el caso, que es a lo que se va, es que Diego no era el epicentro de la idea. Ése era Falcao. Y tras él, Adrián.
Descartado su rol imperial, cabe pararse a pensar en su peso durante la resolución de problemas. El Atlético de Madrid tiene, ni se recuerda desde cuándo, un debe estructural en el circuito de salida debido al bajísimo nivel de sus mediocentros, déficit que en teoría hubiera podido combatir el brasileño bajando unos metros. Nunca lo hizo. Fue Falcao, con sus geniales apoyos y prodigiosas continuaciones, el único que sacó al equipo desde atrás con un mínimo de destreza y constancia. Y así con todo. Diego es un crack, sin él el nivel colectivo descendería un peldaño y la Liga perdería algo distinto, pero el proyecto de Simeone no termina en su hipotética baja. No es al Atleti lo que Schweinsteiger al Bayern, Xabi al Real o Pirlo a la Juventus.
@ecosdelbalon 9 julio, 2012
Se dice que hoy dirá si sí o si no a la propuesta del Flamengo -que iría a por Riquelme si Diego le rechaza-. Lo lógico es que Diego apure más sus opciones de quedarse en el Atleti… pero a saber. En Brasil hay pasta segura.