“¡No disparen, soy gente!”

Akira Kurosawa, grande entre los grandes, rodó en la extinta Unión Soviética la única película en su carrera fuera de su Japón natal. Y lo hizo adaptando el relato de los viajes de Vladímir Arséniev, teniente del ejército del Imperio Ruso que en una exploración por Siberia conoció a Dersu Uzala, un cazador nómada que le cambiaría la manera de ver la vida. ‘Dersu Uzala’ es una preciosa película sobre la amistad por encima de todo, pero también sobre el respeto a la naturaleza y a los mayores, un respeto que parecíamos haber perdido a un Shevchenko del que incluso olvidamos es Balón de Oro. Y eso no se pierde nunca.

Con sus dos goles y la remontada frente a Suecia, Sheva “El cazador” nos demostró que está más vivo que nunca, pero no solo eso, nos ha vuelto a dar una lección. De humildad, de saber estar, de veteranía, de fútbol. Puede que su físico ya no sea el de aquellos maravillosos años, pero su cabeza sigue siendo la misma. Y con ella metió los goles que hacen creer a todo un país en la clasificación. Apuesto que no serán los últimos.

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Referencias:
Revista Magnolia
Antonio M. Arenas