No halló mucha complicidad en el pasado Capítulo Tres pero, en opinión de quien escribe, la primera parte de ayer de la República Checa frente a Grecia fue, muy posiblemente, los mejores momentos de fútbol de lo que llevamos de Eurocopa. Los chicos de Michal Bilek canalizaron positivamente la dura derrota de la jornada inaugural y salieron al Municipal de Wroclaw con el objetivo de plasmar todas las buenas intenciones que ese colectivo lleva dentro. Lo hicieron, y de qué forma. La actuación se limitó a 45 minutos por razones de causa mayor, pero es suficiente para poner en consideración a los checos y para evidenciar algo que todos intuimos: Grecia es, con permiso de Irlanda (y a lo mejor ni eso), la selección que menos talento ha llevado a Polonia y Ucrania.
Hubo pequeñas modificaciones, como la presencia de Limbersky en el lateral izquierdo, pasando a Kadlec al centro de la defensa,Los 45 minutos iniciales de la Rep. Checa, de lo mejor de lo que va de Euro pero sin duda la más importante fue liberar a Jiracek de las cadenas del doble pivote para situarlo en banda. Algunos aseguran haber visto al fantasma de Pavel Nedved introducirse en el cuerpo del peculiar futbolista del Wolfsburgo. Sea como fuere, la que montó en el primer tiempo fue chica. Sus permutas con Rosicky, a las que se unía un Gebre Selassie que se está mereciendo un contrato en una gran liga la próxima temporada, terminaron por masacrar en un cuarto de hora a una Grecia cuya impotencia la resumía su lateral izquierdo Holebas, que veía como le llegaban como trenes sin que nadie le echara una mano. En el otro sector, Pilar seguía sumando puntos para ser la revelación de la Euro mientras Plasil y un increíble Hubschman (más por lo poco que uno espera de él) regalaban a Rosicky una recepción siempre limpia, apartándose de la base si tocaba para ofrecerle un escenario de continuación por delante de la pelota. Tal fue el grado de fluidez que hasta Baros entendió todo lo que ocurría a su alrededor. El delantero jugó bien un rato.
Fernando Santos reaccionó de entrada a los gritos de socorro que su equipo emitió en el debut frente a Polonia. Tratando de paliar las carencias de una transición ofensiva que no tiene forma ni conducto más allá del misil tierra-aire, el portugués colocó un once más dotado en lo técnico. Fotakis hacía labores de interior mientras Fortounis sustituía a Gekas, pasando a Samaras a la punta del ataque. Nada funcionó en la primera mitad. Fortounis debía tirarse al medio buscando la espalda de Hubschman mientras Salpingidis acababa en el área, el movimiento que le legitima como futbolista. Apenas ocurrió en una ocasión.
Nada de lo planteado por Fernando Santos funcionó en la primera mitad; República Checa fue muy superior
A la vuelta del descanso nos topamos con la noticia de que Rosicky se quedaba en la caseta. Con 2-0 parecía un asunto menor, pero es posible que a Grecia le ayudara a creer. Ya sabemos que tampoco necesitan mucho.Grecia pasó a agarrarse a la simpleza total Entró Gekas, ese delantero que hace de la molestia su mejor arma. Tenía que ser él quien empujara a gol el clamoroso regalo de Cech. Grecia seguía sin hilvanar nada, pero consiguieron meter miedo a un equipo checo que lloraba a lágrima viva la ausencia de su cerebro. Jiracek y Gebre Selassie no recibieron una pelota en ventaja en toda la segunda mitad, Pilar ya no tenía espacio ni tiempo, Baros empezó a marearse él solo… Escenario idílico para la simpleza que Fernando Santos iba a potenciar hasta unos límites que seguramente no volveremos a ver en esta Eurocopa. Mitroglou, otro nueve de área, entraba al campo para jugar arriba junto a Gekas mientras Samaras retrasaba aún más su posición y Salpingidis abría por derecha. Ver al delantero del Celtic tocar la pelota cada tres minutos como si fuera Zidane es ilustrativo. Lo llamativo es que Samaras es un futbolista limitadísimo, con terribles problemas técnicos pero que, sin embargo, juega bien. Por eso Fernando Santos vive de él.
No cayó el gol, entre otras cosas porque tampoco Grecia hizo mérito alguno para ello. Resultan admirables los colectivos que prolongan su capacidad de competir más allá del talento que les quede. Hay que aplaudirles, pero no cerrar los ojos: Grecia juega mal. No conserva ni la gran defensa posicional que les hizo campeones. Lo lógico sería que no pasaran el corte. En cuanto a la República Checa, el parte médico de Rosicky nos dirá si tienen derecho a seguir soñando. La primera parte es el camino.
@CAlvarezVillace 13 junio, 2012
"La primera parte de ayer de la República Checa frente a Grecia fue, muy posiblemente, los mejores momentos de fútbol de lo que llevamos de Eurocopa."
Es necesario contextualizar. Ese resultado en ese minuto condiciona todo el partido. Al menos, en gran medida, los primeros 45 minutos que destacas.
"Gebre Selassie que se está mereciendo un contrato en una gran liga la próxima temporada."
(…) Seamos serios. Siempre hay que dar tiempo. Para lo bueno y para lo malo.