“Necesitamos una alegría en tiempos difíciles”, eran las palabras de ánimo que lanzaba Mariano Rajoy desde su balcón mediático antes de que la selección viajara a Polonia. Como si la victoria en la Eurocopa fuera un asunto de estado y pudiera cambiar el ánimo de los mercados. Como si las primas por conseguir el título fueran a bajar las de riesgo. O como si ganar un título fuera tarea fácil (o de todos) e hiciera olvidar lo que el fútbol no puede cambiar, que la España de Berlanga a veces parece que sigue más viva que nunca.
Los habitantes de Villar del Río esperaban expectantes la llegada de los americanos para salir de la pobreza y soñar con cambiar sus vidas para siempre. Las nuestras ya cambiaron con los goles de Torres e Iniesta, machadas históricas que podrán volver a repetirse, talento hay, pero que si no lo hacen, no harán borrar la gesta ni la realidad de una selección española que, pese a que allá fuera todo vaya mal, no dejará de cantar y bailar al ritmo del sonido de la pelota, el de la orquesta dirigida por Xavi y afinada por Iniesta. Y si al final, como los americanos, la Eurocopa no llega, esta vez no harán falta explicaciones, tan solo seguiremos dando las gracias.
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Referencias:
Revista Magnolia
Antonio M. Arenas
@JavierAlberdi · hace 667 semanas
Jordi Amat · hace 667 semanas
Antonio León Romero · hace 667 semanas
Sólo falta ya, unos versos y algunos fragmentos de grandes novelas o ensayos para que los instantes felices pasen a ser una constante.
Gracias.