Uno se estaba empezando a preguntar si a Sky Sports le saldría rentable contratar a Franz Beckenbauer como comentarista de este partido. Habían pasado ya casi 40 minutos de la primera mitad y no recordaba haberle escuchado ni una sola frase. Justo entonces el narrador, que quizá también se estuviera haciendo la misma pregunta, dijo algo así como «Bueno Franz, ¿cómo valoras la primera mitad?», Su discurso fue de una sinceridad inesperada.
«Han sido muy superiores en todo. Jugando así no podemos ganar nunca la Bundesliga. Están 3 puntos por delante y sólo Neuer ha impedido una goleada. Estoy muy decepcionado con mi equipo.»
El Signal Iduna Park se había vuelto a llenar en el duelo que centraba la atención de toda Alemania, el que iba a decidir la liga. Se enfrentaban un Dortmund que no pierde un partido desde el 18 de Septiembre frente a un Bayern al que todos los analistas señalan como la gran alternativa al «duopolio español» en la Copa de Europa. Sólo separados por tres puntos. El impactante campeón del año pasado frente al que lleva desde el año 95 sin pasar dos años sin que gane la liga. La consolidada tradición frente a la ilusionante vanguardia. Era el partido del año en la Bundesliga y el Dortmund le estaba bailando al Bayern. Y eso Franz no podía soportarlo.
Pese a la manifiesta superioridad de los «borusser», lo único que habían celebrado sus aficionados al descanso fueron cada uno de los tres goles que el Nürnberg le endosaba a su odiado Schalke 04, a 400Gündogan se salió. Aún tiene opciones de ir a la Euro kilómetros del viejo Westfalenstadion. 0-0. Vale que Subotic había estado imperial, que Hummels volvió a dar un clínic saliendo con el balón desde atrás frente al equipo que le dejó escapar, y que al Bayern se le atragantaba el siempre eléctrico Kagawa, pero para mí Gündogan estaba siendo el Man of the Match (Luego me alegró comprobar que Kicker coincidía conmigo). Clarividente en la salida de balón, llegando con libertad, asociándose… volvía a convencer como interior. Su comienzo fue decepcionante, siempre obstaculizado con las comparaciones con Sahin: aunque uno es diestro y otro zurdo, aunque uno eligió a Alemania y otro a Turquía, aunque uno viene de la cantera del Schalke 04 y otro del Dortmund… Ahora estaba encadenando otra racha de buenos partidos que evocaban a aquel que llamó la atención en Nürnberg. Löw lo presenciaba atentamente desde el palco y estoy seguro de que Ilkay guarda alguna esperanza de jugar la Euro.
Si habíamos amanecido con la baja de Götze, merendamos con la suplencia de Schweini. Nos quedábamos, probablemente, sin el mejorBastian y Götze, bajas sensibles jugador de cada equipo. La pareja elegida por Heynckes fue Luiz Gustavo, Kroos, que no se impuso en ningún momento como tampoco lo hicieron los cuatro de arriba, ahogados por la falta de espacios de la defensa del Borussia. De lo mejor de los visitantes fue otra vez el reconvertido Alaba en la izquierda, todo un acierto por parte de Heynckes. Y Neuer, claro.
La segunda parte fue mucho más del gusto de El Kaiser. Empezó a coger protagonismo en la retransmisión. Mostraba hasta cierto orgulloSchweini cambió el signo en la segunda mitad por el juego del Bayern. No era para menos: los bávaros dominaban y llegaban, ya con Schweini en el campo -sacrificando a Müller, un jugador que no es que Heynckes aprecie demasiado-, mientras que los de Westfalia se replegaban más atrás, quizá satisfechos con ese puntito. Y justo en esas llegó el casi fortuito gol de Lewandowski -un minuto después de ser cambiado Gündogan, no hubo justicia poética-. Y Franz volvió a callar.
Debería haber una regla en el fútbol que rece que si Robben la tiene dentro del área, no se le puede entrar nunca, porque te la va a hacer. Weidenfeller cayó en la trampa y le hizo penalti. El guión estaba para que Arjen, que había estado ausente durante casi todo el partido y hasta había roto el fuera de juego en el gol local, se convirtiera en el héroe y Weidenfeller en el villano, pero la sucesión de aquel penalti hizo cambiar las crónicas: el portero borusser lo paró.
Acabó el partido con la habitual celebración entusiástica de Klopp, con el Dortmund a 4 partidos de ser campeón -salvo milagro- y con otras gélidas declaraciones del Kaiser.
«Si yo fuera entrenador Robben no hubiera tirado ese penalti nunca. Existe una ley en el fútbol que dice que el jugador al que le hacen el penalti no puede tirarlo nunca. Pero quizá esa ley no ha llegado a Holanda.»
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@Xirivia_Barbar 12 abril, 2012
Grandioso documento. Me gustaría saber alemán para poder seguir una retransmisión con el Kaiser, jajaja. Espero que al Bayern no le pese demasiado esto de cara a su, previsiblemente, precioso duelo contra los de Chamartín.